ZombieLand

2. Neo

-Venga, arriba. Ya casi llegamos! -sonríe Eden extendiendo su mano hacia mí, me había quedado dormida. Nos acercamos a la puerta del vagón y la abrimos.

Al asomarme una brisa fresca golpea mi cara. -Es increíble. -sonrío mirándola.

-Lo sé. -posa una mano sobre mi hombro. -Mira. -señala una gran isla, desde aquí puedo ver los edificios, son muy altos. Las vías del metro flotan sobre el agua. -Ahí es donde vivimos todos, ya quiero que conozcas al resto!

El claxon suena obligándome a tapar mis oídos.

-Estás lista para la aventura? -sonríe ella.

...

Bajo de un salto del vagón, estamos en una especie de puerto, pero en vez de barcos son trenes y metros tuneados, con miles de grafitis y manchas de sangre. Hay bastante gente.

Al girar mi cabeza hacia atrás veo a más gente bajar del mismo metro.

-Bienvenida a Neo! -sonríe Eden pasando su brazo sobre mis hombros, las dos miramos una calle muy amplia, a ambos lados hay edificios con pintadas coloridas y de todos los tamaños posibles. -Te llevaré a mi casa, quiero que conozcas a mi gente. -me guía por las calles, la gente se me queda viendo.

Todos llevan ropa muy... Extravagante? Por decirlo de alguna manera, casi todo el mundo aquí tiene mechas de colores neón, piercings y tatuajes.

Muy llamativo, me encanta!

Mi hombro choca con el de un hombre, me disculpo, al ver hacia atrás veo los ojos azules metálicos de Ace, este me mira entre indiferente y enfadado. -Vamos, date prisa! -Eden me agarra de la muñeca tirándome hacia adelante. No puedo evitar sentir los ojos del castaño sobre mi nuca.

...

Las puertas del ascensor se abren, despego mi espalda de la pared de este para seguir a Eden.

Entramos en un gran salón a doble altura, lo primero que se ve es una pared llena de ventanales que van desde el suelo hasta el techo, y este no es precisamente bajo.

Los sillones son curvos y con cuero rojo, el suelo es gris y las paredes negras con cuadros de todo tipo, desde plantas y animales hasta un grupo de personas. A la izquierda puedo ver la encimera de la cocina, al lado de esta hay un pasillo largo y oscuro, aunque al final de este se puede apreciar una luz tenue.

Bajo los tres escalones que dan a la zona de sofás. -Puedes dejar tus cosas ahí encima, limpiaremos el bate después. -se escucha un sonido metálico que proviene del pasillo. Me dejo caer en el mueble rojo.

-Iré a avisar a los demás, tú quédate aquí. -Eden se pierde por el pasillo.

-Vale. -miro todo a mi alrededor, la decoración es industrial y moderna, hay cañerías por las paredes y el techo, pero eso solo añade encanto al lugar.

Me levanto y camino hacia el ventanal de la pared. -Vaya... Eden no mentía al decir que estaríamos en lo más alto. -es el piso más alto de un edificio. Veo el resto de construcciones, las nubes y pájaros. -Es que aquí no hay zombies? -murmuro.

-Te equivocas. -una voz masculina suena detrás de mí, Ace baja por los escalones, detrás de él el ascensor se cierra. Se va por el pasillo.

-Hey, cuidado... -la voz de la morena suena, le veo apartarse a un lado para dejar pasar al castaño. -Bien, te presento a la pandilla, chicos, esta es Sky.

Delante de mí aparecen tres personas, una chica y dos chicos. -Yo soy Lucyll, pero puedes llamarme Lu. -se presenta la chica, es la más baja de todos, rubia con mechas rosas palo en algunos mechones, ojos castaños, piel pálida y ojeras muy marcadas, como si no hubiese salido de casa en mucho tiempo. Lleva una camiseta de tiras gris con manchas por todos lados, pantalones negros holgados y una camisa atada a la cintura. Usa guantes que dejan sus dedos al descubierto, como los míos. En su cabeza hay unas gafas con un cristal azul y uno rojo bastante roto, son de metal y cuero. Lleva un piercing en la nariz similar al de las vacas, en su encía y orejas hay más. Su brazo izquierdo está lleno de tatuajes, desde flores hasta calaveras.

-Encantado mi bella dama, yo soy Odd. -es de la altura de Lucyll, puede que un poco más alto. Pelo negro en su mayoría verde, ojos marrones, también piel pálida con pecas por toda la cara. También es pálido pero no tiene ojeras. Lleva unos pantalones negros, una camisa blanca y un jersey sin mangas beige. -Un placer conocerla. -tiene un piercing en la oreja derecha.

-Me llamo Klaus. -la voz del último es grave, es el más alto de todos, me sacará unos cinco centímetros. Pelo negro con mechas azules oscuras, ojos muy oscuros casi negros, su mandíbula está marcada. Lleva una camisa negra sin mangas dejando sus brazos fuertes al aire, puedo ver algún lunar suelto. Lleva pantalones negro rotos en las rodillas.

-Encantada de conoceros. -sonrío sin mostrar mis dientes guardando mis manos en los bolsillos.

-Te llevaré a tu cuarto, así podrás descansar y cambiarte de ropa. Klaus, tare sus cosas. -ordena Eden. Tira de mí por el pasillo de antes, es más largo de lo que pensaba. Me fijo en una puerta negra con un cartel que dice "NO ENTRAR", me hago a la idea de quién es. -Tadá! -abre la puerta del final mostrando una gran habitación, el suelo es de cemento liso al igual que las paredes, hay dos ventanales enormes que ocupan casi toda la pared delante de nosotras.

La pared donde está la cama es de ladrillos rojos, el colchón es redondo con sábanas negras. Hay tubos de cobre por el techo que conectan habitaciones. -Te gusta? -pregunta.

-Me encanta. -las dos nos miramos cómplices.

-Te traeré algo de mi ropa, creo que podría servirte, esa puerta de ahí es el baño. -señala a algún punto del lugar. -A las doce tienes que estar preparada, vale?

-Vale, pero para qué?

-Para tu iniciación.