29. Ella lo sabe

704 81 40
                                    

Ace

-Ace, podemos hablar? -la voz de Lucyll me saca de mis pensamientos.

-Necesitas algo? -pregunto cerrando la carpeta.

-Solo quiero que me acompañes. Quiero preguntarte algo... -parece mucho más seria de lo normal.

-Vale...

-Buenos días. -saluda Odd, sale del ascensor cargando con varios libros.

-Odd, te importa si nos acompañas un momento? Quiero hablar con los dos. -su mirada está vacía, como de costumbre.

-Claro. -Odd me mira pero yo le ignoro.

Entramos a la habitación de Lucyll, ella cierra la puerta con llave. Nos sentamos sobre su cama.

-Y bien? -la animo a hablar.

-El plan del congreso, es cierto que planean matarnos? -pregunta mirando al suelo. Me tenso enseguida al escucharla.

Odd y yo nos miramos preocupados. -Qué?

-Si es verdad lo que dijisteis, entonces nos matarán en masa para poder tener al resto de la población bajo sumisión, me equivoco?

-Cómo lo sabes? -pregunta Odd, yo trago saliva para intentar calmarme.

-Los altavoces, los conecté mal, escuché toda vuestra conversación.  -responde, su mirada fría nos congela la sangre. -No quiero que me maten tan pronto... -sus ojos se llenan de lágrimas instantáneamente, una de las virtudes de la dulce he inocente Lucyll, la manipulación y el chantaje emocional.

-No llores Lu, estamos ideando un plan para poder salir bien, verdad Ace? -pregunta Odd intentando calmarla.

Mientras, la rubia aprovecha un punto ciego de Odd, con uno de sus ojos me mira con tanta frialdad que podría paralizar a cualquiera, excepto a mí. -Cierto. -me levanto de la cama. -Nos serás de ayuda, te necesitaremos si queremos salir con vida de esta.

Se limpia las lágrimas falsas.

-Y qué pensáis hacer?

-Matar a al congreso y hacernos con el poder. -comienza a reírse en nuestra cara.

-Vosotros? Por favor... Ace, te cuesta controlar a un grupo de cinco personas, pierdes los estrivos con facilidad y quieres dirigir toda una ciudad? Y Odd, odias a la gente, eres un inadaptado. -nos mira riendo. -Y yo si que no pienso ponerme al cargo, ni de coña. Sin ofender chicos, pero tenéis que pensar en otra persona.

-Ahora que lo dices tienes razón. -admito. -Pero quién entonces?

-Sky, ella tiene la capacidad. -suelta, apenas se lo pensó.

-Pues no se le daría mal. -Odd le da la razón.

-Espera, espera espera... Estáis diciendo que alguien, que apenas ha tratado con personas es la que queréis que tome el mando de Neo?

-Si es ese el problema la ayudaremos.

-No, para eso primero tiene que sobrevivir de los zombies, y segundo, los del congreso son más fuertes que unos adolescentes como nosotros. -replico.

-Entrenaremos el doble, no pendamos dejarla sola en esto. -habla Lu.

-Y pensáis que yo sí que la dejaría sola? -me doy cuenta de lo que acabo de decir. -Por dios, ella sola no podría.

-Y los cuatro tampoco, necesitamos la puntería de Klaus y la energía de Eden. -insiste Lu.

-Está bien, pues tenemos que contárselo. -decide Odd.

-No lo haremos hasta que sea el momento. -ordeno.

-Y cuándo será el momento?

-Cuando yo lo diga. -me largo de la habitación sin darles oportunidad a decir nada más. -Necesito unas vacaciones.

-Concuerdo. -responde Sky, que está apoyada en el marco de su puerta con una manzana en la mano.

-Tú? Necesitar vacaciones? De qué? -río cruzándome de brazos.

-De todo, entrenas?

-Y eso a qué viene?

-Parece que hoy el día va de preguntas.

-Dile a tu novio que entrene contigo.

-Por mucho que le quiera, Klaus no sigue mi ritmo, y de todos tú eres el que más me exige. -se encoge de hombros. -Te apuntas?

-Tendré que hacerlo.

-Perfecto, pero esta vez no me tires del tejado por favor. -bromea.

-Muy graciosa. -ruedo los ojos. -En diez minutos en la azotea. -asiente para escabullirse dentro de su cuarto al igual que yo en el mío.

Pego mi espalda en la puerta. -Por qué al hablar con ella se me ha pasado el enfado? Dios... Qué coño me pasa?

...

-Golpea, golpea, golpea, esquiva, neutraliza. -indico mientras ella se mueve. -Otra vez.

-Entendido.

Sky golpea un maniquí con sus cuchillos sin parar.

-Otra vez.

-Vale. -acata mis órdenes sim rechistar, parece que sí quiere mejorar.

-Repítelo, lo harás mejor si en cada golpe tuvieras intención de matar. -suspiro.

-Para eso estan hechos estos cuchillos. -replica.

-Podrán estar hechos para eso, pero si tú no tienes la iniciativa no matarán a nadie. -me pongo detrás de ella, acerco mi boca a su oído y susurro. -Pero debes pensar qué quieres, rápido y sin sentimientos o lento y doloroso.

-Para qué?

-Lo entenderás algún día. -camino alrededor de ella y del maniquí. -A qué esperas? Continúa.

-Sabes, a veces llegas a ser una persona compleja, y otras te puedo leer como el libro más simple.

-Me estás llamando bipolar?

-No, solo me fascina esa capacidad tuya. -sonríe sin dejar de entrenar.

La única que se me viene a la cabeza es Dámaris. Fue una conversación parecida, una de las últimas qur tuvimos.

"-A veces pareces un puto loco que no sabe expresarse y otras te puedo descifrar tan fácilmente que da miedo.

-Me estás llamando bipolar?

-No, solo que me gusta que seas así, te hace especial... Aunque puede que sí te haya llamado bipolar. -sonríe agarrando mi cara con suavidad para besarme.

-Aquí la única loca eres tú.

-A eso me refería. -se ríe negando con la cabeza. "


ZombieLandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora