25. ZONA PRIVADA

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Maratón 2/5

Sky

Espero en la barra bebiendo no sé lo que esperando a que Klaus venga. 

Estoy mirando el escenario con el vaso en la mano, hay un grupo que no es el de siempre, hay una chica como cantante principal, un guitarrista, un pianista y una batería. Cantan bien, pero prefiero al otro grupo. 

-Hace mucho que no aparece el otro grupo. -escucho la conversación de la pareja que hay a mi izquierda. 

-Dicen que al batería le pasó algo, pero solo son rumores. -responde el otro despreocupado. 

-Pues yo escuché que volvían esta noche. -dejo de escucharles cuando, de reojo, veo a un chico bajando las escaleras. Va vestido completamente de negro con la capucha de su chaqueta puesta. No logro verle la cara, pero algo me dice que debo seguirle. 

Dejo el vaso sobre la barra y me abro camino entre la gente para poder ir tras él. 

Le veo apartar unas cortinas moradas que hacen de puertas, encima de estas hay un cartel que pone "ZONA PRIVADA". Lo ignoro por completo y camino hacia allí decidida a entrar.  

Al lado de las cortinas hay otro guardia, por qué tanta seguridad? 

-Adelante señorita. -me abre paso sonriendo de forma gentil. Una vez entro cierra las cortinas tras de mí. 

Estoy frente a un pasillo completamente blanco con algunas plantas repartidas y cuadros y posters por las paredes. 

Camino analizando todo a mi alrededor. La música de la sala principal apenas se escucha. 

A mi derecha hay unas escaleras que suben a lo que parece una sala para invitados, sigo caminando a lo que me encuentro con varias puertas negras a excepción de una color rojo brillante frente a mí. 

Al acercarme pego mi oreja a la madera para escuchar. No se oye nada. Abro la puerta sintiendo como si mi corazón se fuera a salir de mi pecho en cualquier momento. 

Entro en una especie de camerino en el que no hay nadie. Las luces están encendidas y hay ropa por el suelo. Me acerco al tocador que hay frente un espejo que ocupa toda la pared. 

Hay una plancha de pelo, está desenchufada pero aún ligeramente caliente. Al alzar la mirada de nuevo le veo a él, al batería del grupo, justo detrás de mí. 

Me giro para verle mejor, tiene media cara tapada por la mascarilla y el pelo le cubre los ojos en su mayoría. -Yo... Me equivoqué de puerta, lo siento mucho... -camina hacia mí recortando los pocos metros de distancia que había entre nosotros hasta quedar a unos escasos centímetros de mí. 

Pone sus brazos a ambos lados de mí acorralándome contra en tocador. Escucho su respiración profunda, lo cual solo me pone más nerviosa aún. 

-Yo... 

-Shh... -se acerca a mi cuello lentamente pegando aún más su pecho desnudo a mí. 

Pongo mis manos en su pectoral a modo de pequeña separación, antes de poder decir algo más, me sienta sobre el tocador con cuidado, tiene sus manos en mi cintura, la cual acaricia con cierta curiosidad. 

Pega mi espalda al espejo y me tapa los ojos con una de sus manos, tacto áspero pero cuidadoso. Su piel fría hace contraste con la mía, que arde de nerviosismo y cierta excitación. 

Noto como su nariz roza con la mía, se ha bajado la mascarilla pero no puedo verle la cara. Su respiración choca contra mis labios, y eso me hace humedecerlos con la lengua. 

Aprieto mis muslos en un intento fallido de calmarme, pero él meto su pierna entre medias haciendo presión en mi intimidad haciéndome soltar un jadeo. 

Su mano libre se posa en mi mejilla, mientras su pulgar juega con mis labios hasta que lo mete en mi boca mojándolo con mi saliva. Mi respiración se entrecorta al sentirle tan cerca. 

Sus labios rozan contra los míos, están húmedos y son dulces. 

Me va a besar...

Y quiero que lo haga... 

Su mano viaja por mi muslo hasta la parte baja de mi espalda. 

Me sobresalto al escuchar como golpean la puerta varias veces. -Cinco minutos para salir al escenario! -recuerda una chica al otro lado, parece bastante enfadada. 

Se separa de mí, ya se ha puesto la mascarilla. 

Camina hacia la puerta dejándome ahí sentada. Al abrirla me mira de perfil haciendo un gesto con la cabeza para que le siga, cosa que hago no sin antes mirarme al espejo, mis mejillas están muy rojas. 

Enseguida estoy tras de él caminando con la mirada baja, sintiendo una mezcla de vergüenza, nerviosismo y excitación. 

Él no parece nervioso, pero sí despreocupado. 

Al llegar a las escaleras de antes él comienza a subirlas, y yo voy detrás como un perrito faldero. -Oye, por qué tardabas tanto? -una chica pelirroja sube las escaleras corriendo para alcanzarle. Medirá un metro sententa o un poco menos.

Es muy guapa, noto mis mejillas arder aún más. -Oye, más te vale salir en menos de dos minitos, sabes que a Evans no le gusta que tardéis.

Él la mira y me señala con la cabeza. -Espera, ella es... -su sonrisa se ensancha por momentos. -Wow, encantada de conocerte, me llamo Jude. -me da la mano, enseguida llegamos al final de las escaleras.

Él le susurra algo al oído para después irse por donde vino. Quiero ir tras él y descubrir quién es, pero mi cuerpo no responde.

-Siéntate, aquí no nos molestará nadie. -sonríe la pelirroja mostrando sus colmillos ligeramente afilados. -Enseguida subirá a tocar, no te preocupes.

Nos encontramos en una pequeña sala cuadrada elevada del nivel del suelo, por la barandilla de cristal puedo ver a toda la gente que hay en la fábrica.

Solo estamos ella y yo. Tiene el pelo recogido en una coleta, usa un vestido rojo brillante de tiras que llega hasta la mitad de sus muslos, por encima lleva una camisa bastante grande de cuadros blanca y negra.

Usa unos tenis negros simples y lleva gafas, tan solo usa eyeliner negro y pintalabios color rojo oscuro.

Sus orejas están llenas de piercings dorados y sus manos están decoradas con anillos de todo tipo.

Tiene pecas repartidas por toda la cara, dándole un toque tierno entre tanta sensualidad.

Me siento en el sofá junto a ella. -Me han dicho que te gusta el Astilla. -sonríe mientras usa su móvil.

-Sí, está bastante bien.

-Enseguida nos los traerán. -guarda su móvil. Ella fue quien tocó la puerta hace pocos minutos. -Y bien? Se nota que te pica la curiosidad, qué quieres saber de él?

-Su nombre, quiero saber quién es. -miro el escenario, los cuatro chicos ya se están preparando para tocar.

El batería mira hacia nosotras, seguramente orgulloso por lo que casi consigue, pero la distancia es tanta que apenas le veo bien.

-Solo quieres saber eso? -asiento sin dejar de verle. -Vaya... Esa información no te la puedo dar, solo él te la puede decir. Si lo hago me meteré en problemas.

-No te preocupes por eso, tarde o temprano sabré quién es. -me pasa uno de los vasos sonriendo.

-Brindemos, porque está loco por ti. -al escucharla me sonrojo de nuevo.

Bebo la mayoría del vaso de un trago.

-Que sepas que durante el tiempo que no ha venido tan solo entregó canciones dedicadas a una chica, y estoy segura de que eres tú.

-En serio?

-Sí, a nadie más le regalaría sus baquetas favoritas.

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