ZombieLand

6. Novata

Durante todo el camino estamos en silencio, ninguno de los dos habla. Ace va delante de mí, guardando las manos en los bolsillos de su chaqueta negra. 

Recorremos las azoteas de los edificios con calma, saltando de una a otra, cruzando por tablas de madera que conectan las estructuras entre ellas. Él no se molesta ni en mirar si le sigo o me caí hace cinco edificios. 

Hace frío aquí arriba, pero es soportable. Esto me recuerda a cuando vivía en aquella ciudad abandonada, hacía cosas como estas casi todos los días, normalmente corriendo. 

-Llegamos. -Ace se acerca a una trampilla de metal en el suelo de la azotea. Golpea esta varias veces con un ritmo determinado el cual memorizo con facilidad. 

-Quién? -la trampilla se entreabre dejando ver unos ojos. 

-Ace. 

-Acompañante? 

-Sky, Kaizen de mi equipo. -responde, primera vez que dice mi nombre.

-Adelante. -la trampilla se abre dejando ver una luz tenue y unas escaleras que bajan a un pasillo. 

-Vamos novata. -Ace baja primero, enseguida le imito, al final de las escaleras de metal hay un hombre alto y fuerte vestido de negro con un gorro. 

-Señorita. -el que parece ser el segurata me da la mano para que no me caiga, tan frágil parezco? 

-Gracias. -él me sonríe, el blanco de sus dientes contrasta con su piel. Sigo a Ace por el pasillo hasta llegar a una puerta de incendios, la abre dejándome pasar. 

Me acerco a la barandilla de las escaleras, veo la entrada de lo que parece una fábrica antigua, puedo distinguir dos personas, una a cada lado de la puerta. Delante de esta hay una larga fila de gente vestida con colores muy llamativos. -A qué esperas? -él baja las escaleras de mano hasta llegar al suelo, no me queda de otra que seguirlo. 

Nos acercamos a uno de los guardias, Ace se acerca y le dice algo al oído, eso provoca que el segurata me mire y asienta hacia él. Qué mierdas le ha dicho de mí? Será mejor que le ignore. 

-Vamos novata. -entramos por la puerta antes que el resto de personas, eso obviamente les molesta, algunos se quejan en alto mientras que el resto prefieren guardárselo y mirarnos mal. 

Me sorprendo al entrar y ver todo lleno de gente, estamos en una plataforma de metal desde la que se ve el piso de abajo lleno de gente, hay luces por todas partes de todos los colores posibles. Al fondo se ve un escenario, en este hay dos guitarras, una batería negra al fondo en el centro sobre una pequeña plataforma. Todo acompañado de un micrófono y lo que creo son manchas de pintura. Al frente de todo hay un micrófono solitario. 

El lugar es enorme, al mirar hacia arriba me encuentro con el cielo, no hay techo, pero sí bigas enormes de metal de las que cuelgas los focos y unos cuantos cables. Veo a Ace bajar las escaleras, la música suena muy alto, es la primera vez en años que escucho algo así. 

-Sígueme. -pide mirándome sin detenerse en mitad de las escaleras. Nos acercamos a lo que parece ser la barra. -Quédate aquí y no te muevas hasta que vuelva, te aviso que no va a ser enseguida. 

-Vale... -se va antes de que le responda, enseguida se pierde entre la gente. 

Decido sentarme en el único banco libre de la barra, el resto está ocupado.

-Buenas noches señorita, quiere beber algo? -pregunta el que creo es el camarero. 

-No gracias. 

-Perdona mi curiosidad, pero has venido sola? -se acerca hasta apoyarse en la barra con los brazos delante de mí. -Por lo que veo eres la Kaizen del otro día. 

-Sí, vine con Ace, el alfa de mi equipo. 

-Le conozco, es el mejor en su trabajo en estos momentos. Aún no has ido a ninguna misión, no? 

-Todavía no. -no creo que esto se considere misión. 

-Me compadezco de ti, tiene fama de ser muy duro con sus Kaizen, y normalmente no llegan a la tercera misión. Hace años que no tiene ninguno en su equipo, nadie quiere estar con él. Sus misiones son las más duras. -quiero pensar que está exagerando. -No le digas que te lo he contado, vale? 

-Está bien... 

-Por ser tú te invito, cómo te llamas? 

-Sky. 

-Sé de algo que te va a gustar para beber. -se va a hacer su trabajo. 

De repente el color de las luces cambian a la vez a un morado oscuro. Al ver mi pelo, las mechas blancas brillan con intensidad. El chico de antes vuelve su pelo no brilla, es rubio normal.

-Espero que te guste. -sonríe y se va. Ahora tengo un vaso ancho con un líquido rosa brillante que huele a fresas y tiene una pajita y una sombrilla de papel. 

Me giro para ver el escenario, todo el mundo hace lo mismo que yo. El silencio es sepulcral, solo se escuchan algunos murmullos. 

Puedo distinguir a cuatro personas, dos en las guitarras, una en el micrófono principal y otra sentada detrás de la batería. Los focos les apuntan a ellos y la gente grita. La pintura de los instrumentos brilla al igual que su ropa y cuerpos. El que supongo es cantante principal tan solo lleva unos pantalones negros rotos con manchas de colores. 

Los guitarristas llevan faldas a cuadros, uno rosa y el otro amarilla, obviamente los colores brillan. Uno tiene una chaqueta de cuero manchada y el otro una corbata. Desde aquí no veo al batería. 

Este comienza a tocar haciendo que la gente se vuelva loca de la emoción. Comienzan a cantar y a tocar juntos en perfecta armonía. Me acabo el vaso y lo dejo en la barra, me abro paso entre la gente hasta acercarme lo suficiente para ver al batería. Tan solo puedo ver de cintura para arriba. 

Lleva una sudadera negra sin mangas y rota por debajo del pecho dejando su abdomen trabajado al aire, está lleno de pintura por todas partes. Además usa una mascarilla, el pelo le cubre los ojos medianamente. Al bajar la vista veo en uno de sus brazos el mismo tatuaje que Ace tiene en su brazo, una línea negra que rodea su musculado brazo. 

A mí no me engañan, ese es Ace!