Con una patada, empujé la puerta trasera de la casa de Noah y me concentré en encontrar a Lillith dentro de la casa, pues sabía que Noah debía de estar inconsciente. Sí, lo sentía allí en el sótano, respirando en un apacible sueño. Sonreí satisfecho. El sortilegio había funcionado. Noah no había mantenerse despierto.
Encontré la presencia de Lillith en el segundo piso en la habitación de Noah. Me di cuenta de que ella debía de estar escuchando música, pues no se había alarmado en absoluto con todo el jaleo que había causado al patear la puerta y casi arrancarla de sus goznes: por lo menos ésta no era tan resistente como la del sótano.
Subí lo más silenciosamente que pude las escaleras y entré en la habitación de Noah intentando enterrar profundamente el dolor que me causaba el hecho de recordar lo que él me había hecho. Una lágrima se me escapó y yo apreté los puños al darme cuenta que el odio que sentía hacia mi mejor amigo se había extinguido completamente.
Ahora solo quedaba el vacío que había dejado él. Él me había traicionado, pero yo no tenía la culpa de lo que él había hecho, y no debía dejar que mi lado oscuro me controlara de aquí en adelante por algo que otro había hecho. Yo era mejor que eso y debía luchar para demostrarlo.
Lillith estaba leyendo un libro tendida sobre su estómago en la cama, dándome la espalda, y escuchando música súper fuerte. Era lo mejor que podía hacer para desconectarse completamente del mundo. Y estaba dando resultado. Ahora me podía explicar cómo es que ella no había aparecido cuando Michael vino a rescatarme.
En ese momento me pregunté cómo lo estaría llevando el amigo de Michael. Quise darme contra la pared por haber sido tan descuidado. Debí haber prevenido aquello, haberme asegurado que no había moros en la costa con el hecho de que iba a lanzar a Michael para poder aterrizar.
Sacudí la cabeza y decidí recriminarme por ello después. Ahora debía encontrar la Espada de las Sombra y llevármela. No pensaba ni por un momento dejársela a Lillith y a Noah. Esa espada es mía y tenía la ligera impresión de que era mucho más importante y poderosa de lo que podía imaginarme.
Entonces la vi. Estaba apoyada en la mesilla de noche de la habitación de Noah en su funda. Por una extraña razón tuve la certeza de que Lillith no había sido capaz de sacarla y eso me causaba una gran satisfacción. No podía soportar la idea de esa zorra tocando mi espada.
Me estremecí solo con imaginármelo.
Entonces me entró una rabia asesina. Es cierto que aunque ella no había podido sacar mi espada de su funda, aún así la había tocado.
Sin que me diera cuenta de lo que estaba haciendo, formé una bola de fuego en mi mano y me dispuse a lanzársela. Caí en la cuenta de que otra vez me estaba dejando llevar por mi lado oscuro y lo sepulté muy dentro de mí. Lo que no quita el hecho de que encuentre muy divertido jugarle una mala pasada a Lillith.
Sin pensar, cambié la bola de fuego en una bola de agua y se la lancé a Lillith quien gritó completamente aterrorizada. Yo resoplé irritado. Solo la había mojado, ni que le hubiera hecho la peor tortura de todas. Ella estaba exagerando.
-Eres un idiota...- me echa la bronca Lillith y yo sonrío al darme cuenta de que ella pensaba que yo era Noah. Hice una nueva bola de agua flotante por encima de mi mano y cuando ella se volteó hacia mí se puso completamente pálida.
-Vaya, veo que te has dado cuenta de que te equivocaste de persona- comento burlón haciendo desaparecer el agua de mi mano. Sonreí de buena gana y me di cuenta que el regocijo que sentía ante su miedo estaba haciendo más fuerte a mi lado oscuro. Resoplé irritado y enterré ese regocijo.
-Drake...- murmura Lillith aterrorizada.
-Vaya, recuerdas mi nombre.- me burlo avanzando hacia ella y cogiendo mi espada. Me acomodé sin ningún problema mi espada a mi espalda. Y sonreí de satisfacción al sentir el poder de mi arma sobrenatural. Por fin me sentía completo. Me sentía genial. Muy poderoso, como si de verdad fuera capaz de vencer a la Muerte.
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Traición (Crónicas del Nigromante 2)
FantasyDrake ha muerto e Isabella se siente traicionada por él. Drake la había dejado sola. Pero no es el único que la traiciona, todas las personas que alguna vez afirmaron amarla la están traicionando. ¿De verdad era que nadie podía mantenerse de su lado...