〘02〙

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Su voz, débil y temblorosa, no fue escuchada por la otra persona.

Quién estuviera frente a él, también poseía un disfraz de fantasma, o eso simulaba ser la sábana blanca que le cubría el cuerpo.
Pese a no poder distinguir mucho de la persona, esté daba la impresión de ser un niño; el cual no pasaba de los doce años.

Durante unos minutos de silencio, ambos permanecieron quietos. USA, en cualquier otra situación, ya hubiera salido corriendo; no obstante, algo aquí le era diferente.

Manteniéndose callado, el niño saco una mano del disfraz, para después levantar el globo que se encontraba a sus pies. El niño fantasma extendió la mano con el globo, ofreciéndole el objeto a Estados Unidos.

Sin saber cómo reaccionar en esta situación, USA se quedó estático. Po una parte, sabe que no debe confiar en los extraños, pero, el chico también es un niño como él, además, el hecho de que ambos tuvieran el mismo disfraz le daba cierta confianza.

Pensándolo muy poco, comenzó a caminar hacia el desconocido.

Al cruzar por las viejas tablas de madera que simulaban ser un puente, estás crujieron como nunca antes, haciendo temblar al pequeño. Aun así, las tablas permanecieron firmes.
Apenas dando el primer paso al otro lado del arroyo, un fuerte y pesado viento choco contra su cuerpo; aturdiéndolo por un instante.

Las hojas del suelo comenzaron a volar por los alrededores, mezclándose con la tierra que el aire levantó.

Estados Unidos cerró los ojos por puro instinto, esperando a que todo se detuviera. Segundos después, escuchó unos sutiles sonidos, muy parecidos a susurros, pero el no entendía nada de lo que decían, y no quería hacerlo. Tal vez, todo se debía al sonido de las hojas y ramas de los árboles. Sólo es su imaginación.

Cuando llegó la calma, abrió los ojos; todo parecía igual. El chico seguía en la misma posición de antes. Sin embargo, USA observo con asombro como se hallaba más cerca del desconocido; parecía que, hubiera caminado involuntariamente hacía el.

Estando a una distancia más cercana, pudo apreciar más detalles de la vestimenta del desconocido. La sábana estaba sucia y desgastada, no tenía agujeros en los ojos, sólo dos manchas oscuras en la parte superior, los tobillos del chico estaban descubiertos; permitiendo ver sus deteriorados zapatos.

Empezó a acercase lentamente al fantasma, con cada paso, las hojas y ramas crujían fuertemente. El aire comenzaba a sentirse pesado, y el viento no dejaba de chocar contra las copas de los árboles, haciéndoles moverse y perder más hojas. Una extraña sensación se acrecentaba en su interior mientras la distancia entre él y el desconocido se hacía menor.

El niño rubio detuvo sus pasos cuando se encontró a centímetros del otro fantasma. Sus ojos observaba expectantes al chico, quién permanecía como una estatua. En ese momento, Estados Unidos notó que el contrario es más alto, sólo un poco más alto.

El disfraz del chico frente a él, no tiene agujeros en los ojos, sin embargo, USA sentía una mirada sobre él, y podía suponer que era el chico quién lo miraba.

En silencio, tomo el globo en sus manos; pero no salió corriendo.

—Gracias... —musito en voz baja.

Los ojos de USA se enfocaron en el globo, al mismo tiempo, sus pensamientos comenzaron a divagar. No tiene miedo, y eso le desconcierta. El no confía en los extraños, sin embargo, ¿Por qué no puede alejarse de ahí?

Mientras miraba el objeto en sus manos, pensado en lo que sentía, algo más llamo su atención. Logró escuchar como unas pisadas se alejaban. El otro fantasma caminaba directamente al bosque.

Por alguna extraña razón, eso asustó a USA, provocándole un fuerte escalofrío. Con solo ver cómo el contrario se iba, una fuerte ansiedad lo atacó. El calor comenzó a rodearlo e inundarlo. ¿Por qué...? ¿Por qué está tan preocupado...? ¿Por qué su respiración cambio...? ¿Por qué no quiere perderlo de vista...? No entiende sus sentimientos. Esto no es normal en él, nunca le había ocurrido algo parecido.

— ¡Espera! —exclamo con la esperanza de que el chico se detuviera; no obstante, el niño fantasma no reaccionó, sólo siguió caminando, ignorándolo.

Ya no quiere saber porque se siente así, solo... Quiere alcanzarlo.

No está asustado.

No tiene miedo.

Es un sentimiento irreal.

Está nervioso.

Sus piernas tiemblan.

El frío ha desaparecido.

El chico está por adentrarse al bosque.
Una chispa de energía se encendió dentro de USA, siendo influencia por el fuerte calor que emanaba su cuerpo. Comenzó a correr tras el niño vestido de fantasma, con una velocidad y ansía que jamás había tenido.

— ¡Espera! —volvió a gritar.

Apunto de alcanzarlo, algo lo detuvo, el fuerte viento de antes volvió, mucho más intenso que la última vez. La visión del menor fue cubierta por múltiples hojas, ramas y otras cosas. La tierra volando en el aire le impidió abrir los ojos. Aquellos casi imperceptibles susurros regresaron, sin embargo, estos parecían haber aumentado el volumen de sus indescifrables palabras. Se cubrió los oídos para no escuchar. Solo tiene una cosa en mente. Pese a no ver prácticamente nada, intento seguir, dando unos primeros torpes pasos hacia delante. Luego, corrió nuevamente.

— ¡Espera por fa-

Gracias a su poca visibilidad, y cuidado, terminó tropezando con una roca.

Antes de caer, en un pobre intento de sostenerse con algo, tomo la sábana del chico, cosa que no evito su caída. USA provocó que la sábana terminará en el suelo, poniendo al descubierto a su portador. Estados Unidos no logró ver el rostro del chico, pues su cara ya se hallaba a centímetros del suelo.

El globo en su mano explotó al encontrarse con las ramas del pasto, causando un fuerte estallido.

Lo último que escucho antes de tener el rostro en la tierra, fue un grito.

ႮΝ ᏞႮᏀᎪᎡ ᎷᎬᎫϴᎡ〘RᴜsAᴍᴇ〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora