—Cuarenta, cuarenta y dos, cuarenta y tres, cuarenta y cuatro... —obligó a su mente a razonar y recordar lo que había leído antes—. ¿Cuarenta y seis?
— ¡No! ¡Te saltaste un número! —Exclamo el niño rubio, mostrándole de nuevo la libreta—. La secuencia continúa con cuarenta y cinco —señalo la secuencia numérica en el papel.
Rusia observó la libreta con detenimiento, y su ceño se frunció, aparentando los labios, comenzó a quejarse. Cuál bebé haciendo una rabieta, echó su cuerpo hacia atrás, cayendo en las hojas, gritó sobre lo harto que está de aprender y de usar su cerebro para cosas que, desde su punto de vista, son innecesarias.
— ¡Me rindo! ¡Ya no quiero estudiar! —Grito con cansancio, golpeando el suelo y las plantas bajo sus puños—. ¡Hay demasiados números! ¡¿Por qué hay tantos números?!
Durante la última semana, Estados Unidos le ha estado enseñando a su amigo varias cosas sobre la escuela, pero principalmente alentándolo a aprender números. Es una forma de mostrar su gratitud por haberle enseñado a trepar a los árboles. Sí, al final se las arregló para subir y bajar de un árbol por su cuenta, incluso si era un árbol pequeño, lo hizo solo, es un logro.
Además, disfruta de enseñarle a su amigo, le hace sentirse como un maestro, y eso le emociona. Ser capaz de compartir sus conocimientos con otros sin ser ignorado es realmente gratificante.
Rusia puede leer, así que eso no es un problema. Sin embargo, tiene dificultades con la escritura; su letra es desordenada y comete muchos errores de ortografía. Puede contar hasta treinta, pero odia las matemáticas, así se están enfocando principalmente en los números.
—Hay tantos porque la gente los utiliza para contar muchas cosas —explico de la mejor forma que un niño de su edad puede hacerlo.
— ¡Mentiras! —Acusó, levantando levemente su cuerpo—. Los adultos no pueden usar tantos números, ¡es imposible!
—Si usan todos los números —aclaro—. Pero solo los adultos saben cómo usarlos.
Las palabras de Estados Unidos le provocaron un cosquillear en el estómago; lo que salió de su boca fueron casi las mismas palabras que su padre solía decir; no obstante, el tono de U.S.A fue más suave y con un toque de inocencia.
Rusia refunfuñó, molesto, y giró su cuerpo para acostarse boca abajo.
— ¿Quieres intentarlo de nuevo? —Propuso el menor con una pequeña sonrisa en los labios—. Quizás esta vez puedas contar hasta cincuenta.
Un quejido quejumbroso salió de los labios del albino.
—No —respondió bruscamente—. Odio los números, son una mierda.
Estados Unidos se quedó sin aliento ante tal blasfemia. Luego tomó su cuaderno y golpeó a Rusia en la cabeza.
— ¡Ay! —Gritó, levantándose del suelo y poniéndose a la defensiva—. ¡¿Por qué hiciste eso?!
Sosteniéndose con sus cuatro extremidades, miró al chico de cincuenta estrellas con una ira notable en su rostro. Apretó la mandíbula y le gruñó al más joven como un animal.
— ¡No uses malas palabras! —exigió el rubio, mostrando una postura firme y seria.
— ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! —repitió como un disco rayado, tomando asiento en el suelo. Nadie le dice qué hacer; no obstante, una vez más fue golpeado con el cuaderno.
Rusia sujeto la libreta y la apartó fuertemente de su cuerpo.
— ¡Para ya! —se enfureció.
—Usar palabrotas es malo —comento, bajando la libreta.
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ႮΝ ᏞႮᏀᎪᎡ ᎷᎬᎫϴᎡ〘RᴜsAᴍᴇ〙
FanficChicoxChico(?) Posibles faltas de ortografía, una disculpa. 100% Cringe Fandom: Countryhumans (CH) Shipp: RusaAme. Los bosques, aquellos hermosos, maravillosos y misteriosos ecosistemas, son hogar de numerosas criaturas fantásticas. Por décadas, e...