〘08〙

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“La tierra está contaminada”

Una fría brisa chocaba contra el rostro y cuerpo del joven, el helado aire se colaba entre sus delgadas ropas, pero él seguía avanzando; el frío lo abrazaba igual que un viejo amigo. Respiro y exhaló, una nube de vapor escapó por sus labios.

— ¡Myanmar! —escucho un grito a sus espaldas, sin embargo, y pese a reconocer la voz, no se giró o movió. Su andar se volvió más lento y pesado; desde hace tiempo, su cuerpo dejo de tener energía.

Los pasos se apresuraron a llegar a su lado. Ante sus ojos se mostró la figura de una joven chica. India recuperó el aire antes de hablar.

—Casi no te alcanzo... —expreso con cansancio. Levantó la mirada, observando al country frente a ella—. ¿Por qué estás aquí tan tarde? El Sol se ha metido—menciono, algo preocupada—... Acaso... ¿Tus padres otra vez?

—No quería estar en casa... —susurro, apenas audible. Bajo la cabeza, viendo directamente las finas grietas en el concreto.

En verdad está tan cansado de todo.

—Entiendo... —suspiro. No necesitaba escuchar más, la lamentablemente expresión de su amigo habla por sí sola.

Myanmar no miro a la más alta, ni siquiera alzó su rostro. En un suave movimiento, asintió con la cabeza.

— ¿Y tú? —Sus verdosos y agotados ojos se posaron en la chica—. ¿Por qué estas fuera? ¿Ocurrió algo?

—Mi gato volvió a escaparse—explico. Entiende que Myanmar solo intenta desviar el tema de conversación—. ¿Te gustaría acompañarme a buscarlo?

Una sonrisa cálida se dibujó en sus labios; era un intento para animar al contrario. En cambio, el chico continuo mostrándose frío. Aquella actitud por parte de Myanmar le es preocupante a la chica de cabellos naranjas; pero quizás no es el momento de hacer preguntas, aun así, lo ayudaría después.

—Si lo encontramos pronto, te invitaré a cenar—su amable expresión persistió—. Estoy segura de que mi abuela te dejará quedarte está noche.

El joven de bandera tricolor agachó un poco su cabeza, bajando la vista al suelo, metió sus frías manos en los bolsillos del suéter y respiró hondo.

—Gracias...

Caminaron por las calles de la ciudad en busca del animal; Wilson es el nombre del gato. El gélido ambiente empezaba a afectar a la chica; la cuál rezaba por no enfermarse. Por otra parte, a Myanmar eso no le importaba. Quizás el enfermarse le ayude a descansar. Sí, lo intentaría, no tiene nada que perder.

India trataba de iniciar una conversación con el chico, no es tan buena creando convenciones, pero lo intenta. El de cabellos amarillos aprecio aquel gesto, y también puso de su parte para continuar la charla.

Todo iba bien, pero entonces, un escalofrío recorrió la espalda del chico; su cuerpo le había enviado una señal, una mala señal. El corazón de Myanmar empezó a latir con fuerza al notar que poco a poco se alejaban del pueblo. Reconoció el camino, sabe a dónde lleva ese maldito camino.

Guiadas por un primitivo instituto, las piernas del joven tricolor se detuvieron. Se quedó estático, siendo incapaz de mover un solo músculo. India lo miró con extrañeza.

— ¿Hacia dónde estamos yendo? —controlo el temblor en su voz. Sin embargo, en sus ojos se podía notar un ligero miedo.

Confundida, la mujer arqueó una ceja.

—Al bosque.

Sintió un nudo formándose en su estómago, su corazón dejo de latir, su respiración se cortó y su boca quedó completamente seca. Se siente como si de pronto le hubieran arrebatado todo el aire en sus pulmones.

ႮΝ ᏞႮᏀᎪᎡ ᎷᎬᎫϴᎡ〘RᴜsAᴍᴇ〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora