Estados Unidos observa con atención el bosque frente a él; se cuestiona el entrar o volver casa.
Hoy salió de su hogar teniendo un objetivo en mente; encontrar a ese chico. No sabe nada sobre ese extraño, ni siquiera su nombre, no obstante, su crédula mente le hacía pensar que podría encontrarlo en el bosque y verlo nuevamente.
Le hubiera gustado venir antes, pero las chicas lo mantuvieron muy ocupado con sus tareas y responsabilidades. En ocasiones, tenía ratos libres dónde nadie le prestaba atención, como en este caso; por eso, fue hasta el bosque de la ciudad a intentar hallar a aquel chico, para que le enseñará a ser más valiente... O quizás... ¿Tenía otros planes? Tal vez, los de entablar una amistad con el desconocido.
Oh, pobre niño solitario. Tu desesperación por encontrar compañía es tan grande que, la simple ilusión de poder tener un amigo te hace entrar directamente a esa oscura y abandonada tierra maldita.
Estás yendo a tu muerte.
Después de darle varias vueltas al asunto, terminó por obligar a sus piernas a avanzar, comenzando a internarse en la espesura del bosque.
A la par de sus pasos, movía la cabeza tratando de ver todo a su alrededor, buscando una señal de vida humana.Caminando sin rumbo, observaba la naturaleza que le rodea, el familiar sentimiento de soledad lo abrazo como un viejo conocido. A ratos, gritaba para ser escuchado, creyendo que así el chico aparecería.
— ¡¿Ha-Hay alguien aquí?!—sus gritos solo asustan a algunas aves. —Yo... ¡Yo tengo más dulces!
Metió ambas manos en los bolsillos del abrigo, tocando y comprobando que los dulces siguieran ahí. Durante el pasado Halloween, recuerda haber notado que el niño albino tenía un gran gusto por los caramelos, y eso lo motivo a traer dulces consigo.
Un frío viento choco contra el rostro del pequeño, sus dorados cabellos se despeinaron al instante, las hojas del suelo se alzaron apenas a centímetros del pasto, revoloteando en el aire por unos segundos para después caer. Al mismo tiempo, escucho ramas y hojas quebrándose a la distancia; ese captó su atención por completo.
El ruido proviene de unos arbustos, los cuáles están a dos metros de distancia. Esperanzado de que se tratará de aquel chico, fue rápidamente a los arbustos, moviendo las hojas y ramas de la planta.Sin embargo, eso que vio no era un niño, definitivamente no lo era.
Sucedió en cuestión de segundos, pues, apenas movió el arbusto, algo escapó a una velocidad inhumana del matorral. Alcanzó a ver una cosa parecida a un círculo o bola negra. Esa cosa corrió hasta llegar a un árbol hueco, y después se escondió en el agujero del tronco; la escena le recordó a las caricaturas.
Aquello lo dejo mudo. Todo fue muy rápido, apenas sus ojos lograron procesar lo que vieron. ¿Acaso eso es un gato o quizás un perrito?
Con la curiosidad picándole el cuerpo, y siendo en extremó cauteloso, camino en dirección al árbol hueco. Mientras la distancia entre esa cosa y él se hacía menor, un persistente ruido inundaba sus oídos cada vez más; se oía como si algo con garras estuviera rasguñando la madera.
Agachó su cuerpo cerca del agujero, ladeó ligeramente la cabeza y se asomó un poco al hueco, y, repentinamente, los rasguños pararon. Ahí, en ese agujero, solo podía ver la profunda oscuridad.
Estuvo a nada de meter su cabeza por el hueco, pero alguien lo jaló por detrás utilizando mucha fuerza; su espalda terminó entre ramas y hojas secas, las cuales lo lastimaron superficialmente.Lo primero que vio cuando abrió los ojos fue el rostro molesto del niño tricolor. Al verlo, no sintió miedo o temor, estaba un poco feliz de haberlo encontrado.
—Ho-Hola... —pronuncio nervioso.
—No deberías estar aquí. —le dijo con severidad.
— ¿Por qué? —pregunto mientras se reincorporaba.
El de cabellos blancos le miro por unos segundos. El chico vaciló un momento antes de hablar, y USA lo notó.
— ¿Acaso no lo viste?
Quedándose callado, Estados Unidos no respondió esa pregunta. No comprende a qué se refiere el contrario. Entonces, pensó en esa cosa dentro del árbol, pero aun así, en su mente, las cosas seguían sin tener sentido.
— ¿Ver qué? ¿Al gato? —ladeo la cabeza mostrando su desentendimiento.
El de mayor altura le sostuvo la mirada, viéndolo con fastidió y seriedad. USA guardo silencio, únicamente veía al contrario. Luego, sin decir nada, el de bandera tricolor se giró y empezó a caminar.
—Mejor así. —manifestó despreocupado. — Deberías volver a tu casa. —le recomendó al mismo tiempo que se alejaba.
El pequeño de cabellos rubios lo siguió igual que un perrito perdido. Y antes de caminar más, decidió hablar.
—No... —decía bajando la cabeza. —Yo... Yo quiero jugar contigo.
No ¿Qué dijo? Su miedo e impaciencia le orillaron a decir aquello; no quiere ser rechazado.
El chico detuvo sus pasos, le dio la espalda unos segundos, y luego se volvió hacía él lentamente, el entrecejo del tricolor se arrugó.
—Me niego. —expreso con frialdad.
—Por favor... —musito el de 50 estrellas apretando fuertemente los extremos de su abrigo.
—No. —dijo, rodó los ojos disgustado.
— ¿Por qué? —volvió a preguntar empezando a desanimarse.
—No quiero. —sentencio.
Las negaciones del albino le bajaron los ánimos, no obstante, Estados Unidos no se rendirá tan fácil, está vez tiene un plan bajo la manga, o mejor dicho, en los bolsillos. Ante la expectante mirada del contrario, saco algunos dulces de sus bolsillos, y se los monstro al de bandera tricolor; en los ojos del más alto aprecio un inconfundibles brillo de emoción.
— ¿Y si te doy dulces? —le propuso esbozando una pequeña sonrisa.
—Bien. —respondió mientras le arrebataba los dulces de la mano.
Sentados en el tronco de un árbol, ambos comenzaron a comer los caramelos. El de bandera tricolor devoraba los dulces con velocidad, se notaba hambriento, por otro lado, USA únicamente comía una paleta.
— ¿Cuál es tu nombre?—cuestiono, su voz salió un poco baja.
El albino le dedicó una mirada enojada por haberlo interrumpido en algo tan importante para él, cómo es el disfrutar de comer dulces. Estados Unidos desvío la mirada, pensado que había dicho algo mal. El solo quería iniciar una conversación.
Algo inesperado ocurrió, escucho la voz del contrario contestar su pregunta. Estados Unidos, viéndose sorprendido, levantó la mirada.
—Rusia.
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ႮΝ ᏞႮᏀᎪᎡ ᎷᎬᎫϴᎡ〘RᴜsAᴍᴇ〙
أدب الهواةChicoxChico(?) Posibles faltas de ortografía, una disculpa. 100% Cringe Fandom: Countryhumans (CH) Shipp: RusaAme. Los bosques, aquellos hermosos, maravillosos y misteriosos ecosistemas, son hogar de numerosas criaturas fantásticas. Por décadas, e...