Dance With Me [William Moseley]

Regionales VI: 2 Es Mejor Que 3

Empece a arrugar el papel con tanta bronca que lo rompi. Era la gota que rebalsó el vaso. Algo que odio de mi, es que cuando me sacan de quicio, mi mente se bloquea y destruyo todo lo que tengo a mi alrederor. Y así fue; puse mis manos sobre la mesa y no lo dude, las arrastre tirando todo lo que había, incluyendo la histórica pulsera del baile de Broadway.

William se quedó petrificado al principio, pero luego reaccionó antes de que me cayera al suelo. Siempre me pasa cuando me bloqueo, se me aflojan las piernas por el shock nervioso. Debería trabajarlo en terapia, pero la verdad es que no tengo ganas. Will me sostuvo y me ayudo a sentarme en la silla.

-Lo odio, lo odio, lo odio-repetía cada vez más fuerte

-Mary calmate-me ordeno-¿a quién odias?-pregunto y me dio un vaso con agua.

-Zack Foster-dije seca. En ese momento Will tomo la tarjeta, intentando ver si podría descifrar algo, pero fue en vano. La tarjeta decía '3 es mejor que 4'. Su cara de confusión aumento al leerla-significa '3er lugar es mejor que 4to'-le explique antes de que emitiera comentario-el me gano en una competencia, dejándome 4ta y no califique.

Yo sabía que William quería seguir preguntando, pero le puse mi mejor cara de 'no quiero hablar'. Algún día le iba a explicar, pero hoy no.

Cuando logre tranquilizarme, caí en la cuenta del desastre que había causado, y sabía que si mi mamá lo llegaba a ver me iba a obligar a ir al psicólogo. No tengo nada en contra de ellos, solo que no quiero ir; soy tan terca que me gusta intentar resolver las cosas por mi misma, aunque sé que a veces necesito ayuda. Me puse a recoger todo, intentando dejarlo como estaba. Gracias al cielo no se rompió nada.

Me tire al suelo a recoger todas las cosas, y mientras lo hacía, alguna que otra lagrima atrevida se deslizó por mi mejilla. Bronca, resentimiento, eso siento; si Zack se apareciera por el camarín, no dudaría en tirarle algo.

En la sala se creó un silencio que la dulce voz de Will se encargó de romper, sacándome del transe de los pensamientos homicidas hacia Foster.

-Mary-dijo obligándome a mirarlo- ten, ¿es tu pulsera, no?-dijo mostrándome la antigüedad.

-Ay si-exclamé tomándola y admirándola-gracias-comente sincera.

-De nada-contestó y miro la pulsera-¿puedo?-e hizo una seña.

-Claro-dije casi inaudible y estire mi brazo; William colocó la pulsera y se quedo un rato observándola.

-Es muy hermosa-confesó

-Si, muy-comente sin poder sacar la vista de la pulsera.

Como siempre algo tiene que arruinar el momento de paz, una voz anunció que ya iba a ser la entrega de premios y pedía por favor que todos los bailarines se acercaran. Will se paró rápido y ofreció su mano para ayudar a levantarme, la cual tome sin ningún reparo. Juraría que cuando me ayudo a pararme, quedamos mas cerca que lo normal. Nuestras respiraciones se chocaban, y nuestras miradas estaban conectadas. Había una duda popular en si acercarnos más o alejarnos; y William optó por esta última. Yo lo imite. Entrelazo nuestras manos y sin decir nada, nos fuimos hacia donde estaba el resto.

De un momento a otro nos encontrábamos en un costado con todos los bailarines, nerviosos para recibir el puntaje. Solo los 3 primeros clasificaban para los nacionales. Entre la multitud, divise a mi mamá sentada en una mesa con Lauren, quien tenía su rosario de la suerte enredado en sus manos, Diane y Richard, quienes estaban con una hoja para anotar los puntajes. Todos estábamos muy nerviosos, es decir, si no estábamos entre los mejores 3, chau nacionales.

-Buenas noches, a continuación daremos los resultados de los 10 mejores-dijo el presentador-recuerden que solo los primeros 3 clasifican a los nacionales-explico y comenzó a nombrar. Nuestro nombre todavía no aparecia.- El 3er puesto, con un puntaje artístico de 8.5 y puntaje técnico de 8, es para Melissa Brown & Zack Foster.

Si Zack salió 3ero hay dos posibilidades, que le hayamos ganado o que no clasificamos. Zack era un muy buen bailarín y aunque no lo pueda ver ni en figurita, debo reconocer que es uno de los menores bailarines que hay dentro del mercado.

Zack subió al podio con su compañera Melissa, una blonda de cuerpo envidiable, y le dieron su medalla y un pequeño ramo de flores.

-Continuemos-dijo el presentador calmando a la multitud, ¡vaya que Zack tenía apoyo!-El 2do lugar, con un puntaje artístico de 8.5 y puntaje técnico de 8.5, es para Heather Sanders-Price & Jeff Hudson.

La gente se volvió loca. Heather es muy prestigiada dentro de las competencias. En contraste, Jeff no es tan conocido y con tanta trayectoria, sin embargo logró adaptarse.

Pero volviendo a lo importante, solo queda 1 vacante mas. Mis piernas tiemblan a más no poder, mi corazón late a mil por hora y casi no puedo respirar. Por lo general, los presentadores crean un clima de suspenso haciendo silencios de casi 1 minuto, aunque parecería que permanecen callados por una hora.

William apretaba con fuerza mi mano ya que se dio cuenta que estaba temblando. Lo hizo para transmitirme seguridad, como diciendo 'tranquila', aunque lo ultimo que podía estar en este momento es tranquila. Para ganar, teníamos que superar un puntaje de 8.5 en ambas calificaciones, artísticas y técnicas. La vara estaba muy alta. Me refiero, a que para Will no, el siempre sacó buenos puntajes, pero yo soy la nueva, la que nunca ganó nada, ni quedó seleccionada en ningún lado, la que le mandan flores burlándose de sus fallos. Gracias a Dios, el presentador se digno a hablar y revelar la tan ansiada respuesta.

-Y el 1er lugar con un puntaje artístico de 9 y un puntaje técnico de 9 es para-y otra vez hizo un silencio. Yo creo que se divierten haciéndonos sufrir. William apretaba cada vez más fuerte mi mano, yo creo que me corto la circulación- Mary Santiago y William Moseley.

Esperen, esperen, esperen ¿es lo que yo creo? ¿Acabamos de ganar las regionales?

Pude sentir como se venía el mundo abajo de la emoción; una mega ovación. Yo no dude ni un segundo y me le tiré encima a Will, obligándolo a cargarme. Nos abrazamos lo más fuerte que pudimos y luego nos dispusimos a ir a buscar nuestro respectivo premio.

William tomo mi mano y nos dirigimos al frente con los demás participantes. Subimos al podio, nos colgaron una medalla, nos dieron un título y un ramo de flores que era mas grande que el de los demás participantes. Obviamente, mientras mejor puesto, más grande el ramo.

No lo puedo creer. A lo lejos veía a mi mama, emocionada hasta las lagrimas, aplaudiendo y gritando como una loca. En realidad los 4 parecían recién sacados del loquero. Mire más el panorama y vi a la multitud, casi todos parados y aplaudiendo a más no poder. Un escalofrío recorrió mi espalda y un par de lagrimas traviesas rodaron por mi cara. Con la mano que no sostenía el ramo, tape mi boca, como sinónimo de sorpresa, y para ocultar un poco mi cara de chihuahua cuando lloro. Vi de reojo que William saludaba triunfante, así que lo imité pero de manera más tímida. Giraba mi cuerpo mientras saludaba (así me dirigía a distintas direcciones) cuando lo vi.

Lo vi con su medalla de bronce y su pequeño ramito de flores, parado más abajo que yo. Entonces comprendí que en ese momento tenía una gran oportunidad en mis manos. No me iba a quedar callada esta vez, el destino estaba de mi lado. Tome una rosa del extravagante ramo que nos habían entregado y gire mi cuerpo hacia Zack, quien no tardo en hacer contacto visual. Su mirada transmitía bronca, sabía que el karma había hecho justicia por todas las que me hizo pasar, y aunque intentara imponerme miedo para que me retractara y no dijera nada, no pudo. Entonces hable.

-2do lugar es mejor que el 3er lugar-dije con superioridad y le acerque la rosa-pero creo que el 1ero es mejor.

Zack comenzó a respirar de manera agitada, como intentado controlar la furia que recorría su cuerpo. Sin embargo fue en vano; de un golpe tiro la rosa al suelo y se acercó a mi.

-Tu nunca me ganarás-dijo enojadisimo-¿escuchaste Mary Santiago?

-Adivina-dije y me acerqué más a él-ya lo hice-conteste mirándolo a los ojos.

Zack no contestó nada. No sabía que decirme; lo había superado en todos los sentidos.