Lonely / Winterbaron

Capitulo 8

Zemo no respondió, no se movió, Bucky lo miró preocupado, creyendo que quizás había dicho algo malo, pero entonces sintió como lo empujaba fuertemente. Perdió el equilibrio y terminó cayendo en la cama tras él, miró sorprendido como Zemo subía sobre su regazo con lentitud, quedando muy cerca de su rostro, haciendo que sus pieles se rozaran y sus respiraciones chocaran.

El tiempo pareció detenerse mientras ambos se miraban sin moverse.

—quieres intentarlo con un Barón, James—susurró al fin el más bajo—eso es bastante innovador de tu parte, y también desvergonzado.

Bucky sonrió lentamente y aquella sonrisa capturó la atención del contrario.

—Yo no soy el que está encima del otro—acusó sintiendo su corazón latir rápidamente y su cuerpo arder—el desvergonzado y atrevido aquí es otro.

Zemo hizo un gesto despreocupado, muy atractivo y típico de él.

—Nunca he seguido las reglas de la realeza realmente—confesó alzando sus brazos hasta colocarlos a ambos lados del rostro de James—pero es la primera vez que hago esto.

La mano de Bucky subió desde la cadera del más bajo, recorriendo su espalda hasta detenerse en su rostro, su otra mano descansando en la cintura del mayor.

—yo tampoco—admitió en un susurro.

El castaño le sonrió tenuemente antes de al fin unir sus labios, en un ansiado encuentro que estremeció el cuerpo de ambos, en una ya olvidada danza que hizo que suspiraran internamente. Bucky apretó la mano que tenía en la cintura y la mejilla de Zemo, acercándolo más a él mientras lo besaba con más intensidad, invadiendo su boca y adueñándose de ella, oyéndolo jadear contra sus labios, obsesionándose con aquel sonido al instante. Zemo metió una mano en los cabellos oscuros del más alto, su otra mano apretaba con suavidad el cuello de Bucky, mientras se perdía en aquel beso, mordiendo aquellos gruesos labios y chupando aquella lengua que se empeñaba en invadir y profanar su boca.

—joder—jadeó Bucky contra sus labios cuando mordió la punta de su lengua con suavidad.

Sonrió presumido y se movió un poco, logrando que las erecciones de ambos se rozaran. La mirada azulada de Bucky se oscureció mientras que la mandíbula de Zemo se apretó y volvió a repetir el movimiento, haciendo que el más alto siseara al mismo tiempo que colocaba sus manos en las caderas del contrario, instándolo a que continuara el movimiento.

Los jadeos aumentaron, los besos, los mordiscos y los roces. La ropa comenzó a estorbar, Bucky le quitó el suéter a Zemo y se quitó la camisa de su pijama, jadeando cuando las pieles de ambos se encontraron, el placer vibrando en su interior y empujándolo a buscar más. Mordió la mandíbula del castaño y luego besó su cuello, oyendo como Zemo aguantaba la respiración al sentir sus dientes en aquella delicada piel. Y comenzó un estremecedor y exquisito recorrido por aquella piel, chupando y mordiendo, dejando la piel pálida del mayor marcada, logrando que clavara las uñas en sus hombros y lo maldijera en otro idioma, en especial cuando bajó y lamió sus pezones, haciendo que jadeara con fuerza y luego le jalara el cabello cuando decidió morderlo levemente.

—espera, James, yo también quiero—susurró con voz jadeante.

Bucky lo ignoró y continuó bajando mientras hacía que Zemo terminara acostado entre sus piernas, se terminó de erguir sobre él y continuó bajando, mordiendo el hueso de su cadera y lamiendo la piel sensible de su vientre. Sentirlo tembloroso bajo de él y jadeante, fue glorioso y adictivo. Comenzó a desabrochar su pantalón cuando Zemo lo tomó con fuerza de los hombros y lo empujó, Bucky lo miró confundido, pero se sorprendió cuando lo vio levantarse y caminar hacia donde había dejado su teléfono en la mesa junto a la puerta del baño.