Lonely / Winterbaron

Capitulo 13

Sam aceleró rápidamente y alcanzó a ver la moto de Joaquín a lo lejos. Piso más el acelerador y comenzó a presionar el claxon de su auto, Joaquín miró de reojo y cuando se dio cuenta de quién era solo aceleró. Eso hizo que el moreno maldijera y lo siguiera lo más de cerca que podía, continuaron así hasta que el menor se detuvo frente al departamento que compartía con Peter, ambos estaban en la misma universidad, y habían decidido independizarse para no tener encima a sus padres, en el caso de Peter, y en el caso de Joaquín, para recordar que era un joven y debía actuar como uno, ya que en su hogar no podía serlo.

—¿Qué rayos haces siguiéndome, Señor hetero? —preguntó el pelinegro apenas se detuvieron frente al departamento.

Ni se había bajado de la moto, solo se había quitado el casco y miraba a Sam con una indiferente ceja alzada. Este trago con fuerza, odiaba cuando Joaquín lo miraba así.

—hablar—respondió.

—ya hablamos hace rato y me quedo muy en claro lo que siempre quisiste—espetó el menor—por cierto, si acaso no entendiste mi actitud como una indirecta sobre nuestra "amistad beneficiosa", voy a decírtelo, se acabó, tengo mejores cosas que hacer.

—¿Cómo qué? —preguntó el mayor frunciendo el ceño y acercándose, recordando lo que Bucky le dijo.

—Follar—respondió directamente Joaquín y sonrió ligeramente—y con alguien que me quiera, que salga a citas conmigo, que me diga que es tan gay que haría lo que Bucky está haciendo ahora por Zemo, sin temor a las burlas.

Sam tomó aire al oírlo y bajó la mirada, apretando los labios mientras Joaquín desviaba la mirada y se mordía los suyos.

—yo... Jo—comenzó a decir el mayor—es... un poco difícil.

—¿Por qué? —preguntó Joaquín, ignorando aquel diminutivo que siempre le decía cuando estaban solos—Tony es bisexual, Bucky y Zemo lo son, Peter es Gay, y el loco que llegó de noruega es Bi, dime, ¿en dónde es difícil? Nadie en nuestro grupo va a juzgarte.

—¡Pero me juzgo yo! —respondió al fin Sam, sobresaltando al menor—no es por ser gay o no, es por tu puta edad. No me interesa lo que digan otros, me duele es la simple idea de que solo quieras estar conmigo porque eras joven y no has conocido a otras personas, solo tienes 20 años, Jo, y hay más en el mundo que un soldado retirado que dirige un restaurant con su hermana, y que lo único de valor que tiene son un par de medallas y un bote viejo en el muelle.

Joaquín lo miró sorprendido, notando el dolor en los ojos de Sam y el miedo. Lo vio apretar las manos y voltear la mirada.

—mereces más que eso—susurró al fin y retrocedió un poco—eres muy inteligente, tienes un futuro prometedor en la aviación y yo no puedo truncar eso, porque sé que vas a irte y me dolerá tanto pensar que... podrías encontrar a alguien mejor.

Volvió a mirarlo, tensando su mandíbula y alejándose más.

—y encontraras a alguien mejor—culminó, yendo hacia su auto—nos vemos, Jo, cuídate.

Dio apenas unos pasos antes de sentir como alguien lo tacleaba, tuvo que apoyarse en su auto para no caer al suelo, pero Joaquín no le dio tregua y lo volteó rápidamente, mareándolo un poco. Sintió sus suaves labios rosados estamparse contra los suyos, sacándole un suspiro sorprendido.

—Sam—susurraba el menor besándolo repetidas veces—Sam, rayos.

—Jo, ¿Qué haces? —susurró el moreno devolviéndole los besos, con gesto embriagado, porque solo aquel muchacho lo ponía así.

—Demostrarte lo mucho que vales—respondió serio y lo miró a los ojos, tomándolo del rostro con fuerza—soy un muchacho de un pueblo humilde, Sam, que solo quiere tener su propia casa y un hogar, una familia grande y numerosa. Soy un muchacho que piensa cumplir sus sueños sin importar nada, y uno de esos sueños... es arreglar un viejo bote en el muelle, con la persona que ama, porque él se lo merece, porque él lo vale... y es todo lo que este muchacho quiere.