Capitulo 11

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Estaba muy nervioso, no dejaba de caminar de un lado a otro mientras Zemo lo miraba fijamente, sin hablar y bebiendo de su vaso de ron.

—creo que si tomas algo...—comenzó a decir el Barón.

—No, definitivamente no beberé—interrumpió el de ojos azules, sin dejar de caminar.

El castaño suspiró y no dijo nada, era ya casi de noche y Aksurem lo había llamado para avisarle que ya iban camino a su casa, al parecer Thor se animó a acompañarlos, lo que hizo que les prestara su jet privado, aquello hizo que llegaran más rápido de lo esperado.

Solo habían tardado un día, lo normal habían sido dos días.

—James—llamó Zemo al verlo caminar por toda la biblioteca—¿y si mejor lo aplazamos?

—Claro que si—aceptó el menor al instante, caminando hacia su pareja—¿harías eso por mí?

Zemo estaba bromeando, pero al ver como lo miró, pensó seriamente en llamar a Aksurem y decirle que dejaran la conversación para otro día. Sacó su teléfono, apunto de llamarla, cuando Oeznik apareció en la puerta de la biblioteca, seguido por dos altos hombres de porte agraciados, tan distintos como el sol y la luna, de cabellos largos y trenzados, uno de ojos azules y el otro de ojos verdes. Uno con cabellos rubios tan dorados como el sol y el otro con cabellos negros tan oscuros como la noche.

No se parecían en nada, pero en ellos se notaba un aire familiar que los delataba como hermanos.

—¡Pasiva! —saludó el pelinegro, con burla, a su mejor amigo.

Zemo ensombreció su rostro y en un rápido movimiento lanzó el llavero que había estado moviendo despreocupadamente en su mano izquierda, Loki lo esquivó por poco mientras que el rubio junto a él se le acercaba a Bucky.

—¡Buck! —saludó animado—eres el hermano de Steve, ¿verdad? Él siempre habla de ti, aunque pocas veces pudimos vernos, soy Thor.

—sí, hablan bastante de ti en el grupo—dijo el ex marine aceptando la gigante mano del rubio y estrechándolo con fuerza, oyendo como Zemo amenazaba a Loki de destriparlo si continuaba llamándolo pasiva—mi hermano se alegrará de tenerte aquí.

—Seguro que sí, supe que se reunieron ayer—comentó el rubio viendo a su hermano y a Zemo haciéndose llaves—ellos no cambian, dicen odiarse, pero no puedes ver a uno feliz sin el otro.

—¡Mentira! —gritó Loki mientras le doblaba un dedo a Zemo para escaparse de su llave.

Zemo maldijo y le pateó el talón, Bucky lo miraba algo sorprendido, nunca lo había visto así de irritado, sin su típico porte elegante, despeinado y rojo mientras se peleaba con el otro, que era más alto, pero más delgado que su pareja.

—Loki, ¿no me habías prometido que ibas a comportarte? —preguntó entonces una conocida voz femenina que tensó a Bucky.

Junto a Oeznik apareció una hermosa y alta mujer, de largos cabellos castaños, brillantes ojos azules que le trajeron dolorosos recuerdos a Bucky, su rostro era suave pero su expresión dura mientras miraba a su esposo.

Este se irguió después de esquivar un ágil golpe de Zemo.

—Helmut comenzó—se defendió alejándose del más bajo.

Aksurem rodó los ojos antes de abrazar a su amigo.

—Te extrañe—le dijo sonriendo suavemente y fue entonces cuando sus ojos se encontraron con los de Bucky.

Todo pareció detenerse. Zemo notó como Aksurem se tensaba y se alejaba de él, caminando a paso suave hacia Bucky. Apretó sus manos con ganas de estar junto al ex marine, pero sabía que allí no podía intervenir, ambos debían hablar a solas.

Lonely / WinterbaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora