Capitulo 3

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El siguiente jueves fue solo y aunque esperó durante un largo rato, Zemo no llegó. Bucky lo esperó hasta que el local cerró, se sentía un poco preocupado, aunque no debía, Zemo solo era un conocido... pero le preocupaba, esa mirada en su último encuentro, la forma tan triste en la que miraba a su sobrino.

Sus palabras tan enigmáticas con dobles sentidos... no sabía, pero sentía que aquel castaño sabía lo que le pasaba, las heridas que lo atormentaban, sabía que Bucky veía lo mismo en él, por lo cual, sabía que cada sonrisa que daba era fingida. Eso solo asustaba al más alto, pues vio a otros fingir muy bien y luego desaparecer, y aunque él estaba mal, no podía dejar solo a Steve, a James, ni siquiera a Peggy, ellos eran su familia, y si el decidía desaparecer, ellos sufrirían.

Salió del local suspirando preocupado y caminando hacia su moto, fue entonces que reconoció el descapotable al lado. Sintió su corazón detenerse expectante y se acercó con pasos cuidadoso, pues no veía a nadie allí adentro. Aun así, asomó un poco su cabeza y encontró a Zemo acostado en los asientos traseros, mirando al cielo con ambos ojos muy abiertos.

—¿Zemo? —preguntó titubeante y algo preocupado—¿estás bien? ¿Qué haces allí?

El castaño lo saludó con un indiferente movimiento de su mano, sin mirarlo.

—hola, James—saludó con voz un poco desgastada, su acento se oía más pesado—estoy muy bien, gracias por preguntar.

—¿estas borracho? —preguntó Bucky frunciendo más el ceño e inclinándose para ver la botella de whisky vacía a los pies del más bajo—¿te bebiste todo eso? Rayos, ¿Cómo piensas volver a casa?

—primero, soy mitad alemán, por lo cual no me emborracho tan rápido—respondió Zemo mirándolo brevemente, sus ojos castaños bastante vidriosos—segundo, sí, me lo bebí todo y aun me siento bastante cuerdo, tercero, si no puedo manejar, y sé que no puedo, soy lo suficiente responsable para no manejar estando alcoholizado, me quedo aquí hasta mañana o llamo a mi mayordomo... que tampoco tengo muchas ganas, estoy bastante cómodo aquí.

Bucky lo miró con la boca ligeramente abierta de la impresión y también preocupación.

—Creo que hablas más estando borracho—comentó y abrió la puerta trasera del descapotable—hazme un espacio, te acompañare hasta que venga tu mayordomo, llámalo, es peligroso quedarse dormido aquí afuera.

—no es la primera vez—confesó Zemo sentándose para dejarle espacio al más alto, aunque su forma de sentarse fue educada y bastante refinada, seguía notándosele un ademan flojo, algo normal si estaba bebido—cuéntame, ¿viniste solo hoy?

—Si—respondió el más alto tratando de acomodarse en aquel asiento, pues sus piernas eran demasiado grandes—¿Por qué no entraste?

—ah... ¿me esperabas? —preguntó con cierta mofa el castaño y se inclinó para mover el asiento de adelante—ya, ¿estas más cómodo?

Bucky asintió agradecido antes de responder su pregunta.

—Si—dijo tranquilo—esperaba verte, vienes todos los jueves.

—este jueves no tenía ganas de bailar—confesó el castaño y se inclinó nuevamente, pero para sacar otra botella de debajo del asiento del copiloto.

—oye, no, no sigas—dijo Bucky tratando de quitarle la botella—no es bueno que bebas estando así.

—¿así? —preguntó Zemo arqueando una ceja mientras alzaba un pie para patear al más alto, pues no pensaba dejarse quitar la botella por nadie.

Bucky detuvo la patada con agilidad y le quitó la botella, ganándose un ceño del otro.

—Sé cómo te sientes—dijo y dio un suspiro, dejando la botella descansar entre sus piernas—he visto esa mirada en ti, ¿vale? Es incómodo y quizás sea entrometido de mi parte, pero me siento igual... sé que duele, sé que quieres olvidar ese dolor, pero beber aquí, solo, a estas horas es peligroso, Zemo.

Lonely / WinterbaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora