Lonely / Winterbaron

Capitulo 17

Ambos se miraron fijamente, estaban a un día de celebrar fin de año y ya no podían retrasar aquella conversación.

—James... no iremos a Berlín—volvió a decir el mayor.

—Helmut, si iremos a Berlín—contradijo de nuevo el menor.

Resoplaron frustrados y volvieron a mirarse por un largo rato.

—No entiendo porque haces todo tan difícil, James—murmuró Zemo entonces—Aquí están James y Steve, yo no quiero alejarte de ellos.

—Berlín es tu hogar, Helmut—replicó Bucky—Aksurem y Loki están allá también, y son lo más cercano que tienes a una familia, no me pidas quitarte eso.

—¿entonces me pedirás a mi quitarte a tu familia? —se molestó el Barón—entiende, James, quiero quedarme en New York, no solo me estoy mudando por sacrificio, yo realmente quiero venir aquí, ¿no has pensado que eso es lo que quiero? Pues yo si seré amable y preguntare, ¿Qué quieres tú?

Bucky enmudeció y miró a otra parte, ambos en su departamento, revisando algunos de sus escritos, pues Zemo quería conocerlos todos y Bucky no le negaría aquello, porque ya no temía que cambiara al mirarlo, al saber lo que hizo en los Marines.

—Quiero estar contigo—respondió al fin—si acepto y te vienes a New York, no te veré en 6 meses o más... no quiero eso.

Zemo tomó aire al oírlo y se levantó para ir hacia él, sentándose cerca del menor y tomando su rostro en un suave agarre, uniendo sus frentes y respirando hondo ante aquel contacto.

El mayor le acaricio suavemente la mejilla, para darle calma.

—Ven conmigo entonces—le dijo—ven conmigo a Berlín esos 6 meses que estaré lejos y luego ambos volveremos.

El plan se oía tan fácil que Bucky lo veía incierto, pero la mirada de Zemo, tan firme, tan hermosa, lo hacían creer hasta en lo imposible. Por eso asintió.

—iremos a Berlín—dijo entonces—y luego vendremos a New York.

—será como una luna de miel—aseguró el barón sonriendo lentamente—te enseñare toda Berlín, y si puedo, también sus cercanías.

Bucky sonrió y acarició su mejilla.

—¿realmente estas bien con esto? —preguntó suavemente—Carl y Helena están allá.

—y continuaran allí no importa a donde vaya, James—respondió el mayor suspirando—no puedo cambiar las cosas, si te llevo conmigo a Berlín me sentiré mal, porque ambos estaremos lejos del sitio donde nos encontramos.

El ex marine lo miró sorprendido y sonriendo lentamente, Zemo se ruborizó un poco, pero continuó hablando.

—quiero quedarme aquí, porque fue aquí donde nos enamoramos—confesó.

—Wow—suspiró el menor, sin dejar de sonreír—creo que eso ha sido... muy romántico.

—¿esperabas menos de un Barón? —preguntó Zemo, con arrogancia y algo de vergüenza.

Bucky negó con la cabeza, aun divertido, antes de abrazarlo y besarlo con fuerza.

—está bien—aceptó al fin—¿y compraremos una nueva casa?

—¿quieres eso? —preguntó Zemo pensativo.

—seria genial iniciar nuevos recuerdos juntos en una nueva casa—aceptó el de ojos azules—pero te seré sincero... amo tu mansión.

El Barón rio entre dientes y palmeó la rodilla de su novio.

—tenía esperanza de que dijeras eso, porque yo también la amo—admitió.