WHO ARE YOU? [Kookmin] Terminada

XLI

•Boyfriend•

— But i still want you.

La voz melódica y tranquila del rubio se escuchaba por toda la habitación mientras ordenaba la ropa de Jungkook en su armario.

Todo había pasado muy rápido, Jin había recuperado la memoria días después de que despertara, la madre de Jungkook ahora vivía en el apartamento de al lado ya que Namjoon decidió ir a vivir con Jin y el peli negro se había ido junto con Jimin a su apartamento.

— Angelito llegué — el peli negro dejó las llaves en el pequeño perchero y se quito la camisa negra dejando su torso desnudo — ¿Bebé? — unos pasos apurados escucharon desde la habitación, de pronto vio al rubio correr hacia él saltando para abrazarlo, rodeó la cintura de este besando su frente — ¿Cómo estás angelito? — le preguntó con una sonrisa.

— Estoy bien Kookie ¿Cómo te fue? —  hizo un intento de alejarse, pero Jungkook lo tomó de las piernas haciendo que entrelazada estas en su cintura.

— Pues lo de siempre Bebé, los pecadores tienen los huevos para matar a las personas, hacerlas sufrir sin piedad y cuando les toca a ellos recién se acuerdan del viejo — caminó hasta en sillón sentándose, Jimin se sonrojo un poco debido a la posición en la que se encontraba.

— ¿Por qué le dices viejo? — preguntó.

— Pues por que es viejo, alto con una barba media canosa — dijo — y me odia — Jimin frunció el ceño.

— Dios no odia a nadie.

— A mi si.

— ¿Por qué?

— Pues creo que es por ti, paso lo mismo que con mi padre, lo odia por que no pudo evitar enamorarse de mi madre y yo estoy enamorado de ti —  sonrió al ver la reacción del rubio y no pudo evitar robarle un beso.

— Que dices Kookie — se escondió entre el cuello del peli negro y sonrió.

— Sal conmigo hoy — acarició su rubia cabellera.

— ¿Dónde iremos? — preguntó.

— Sorpresa, esta noche te llevaré a un lugar que creo que te gustará — dijo, Jimin se levantó curioso y vio como el rojo sonreía mientras lo miraba embobado.

Los ojitos de Jimin se iluminaron, de verdad aquel hombre estaba completamente loco por él y el no se quedaba atrás.

— Me gustas mucho Kookie — volvió a abrazarlo con ternura.

•••

— ¿Estás listo angelito? — preguntó mientras entraba en la habitación — Wow, te ves hermoso — dijo mirando al rubio.

Este vestía una camisa casi transparente blanca combinada con unos pantalones negros ajustados y zapatos del mismo color.

— Mi angelito es todo un modelo — le sonrió y se acercó a él abrazándolo por la cintura — ¿Nos vamos? — susurró y el rubio se erizó.

— ¿Dónde iremos? — puchereo.

Lo miro con ternura y deposito un dulce beso en los esponjosos labios del rubio.

•••

— ¿Ya llegamos? — preguntó curioso.

— Falta un poquito no desesperes bebé — dijo y tomó su mano para entrelazarla.

— Espera Kookie estas manejando, es mejor que te concentres — trató de sacar su mano, pero Jungkook se lo impidió.

— Puedo solo con una angelito no te preocupes — dijo regalándole una sonrisa calmada.

Luego de unos minutos Jungkook estacionó su auto en un mirador que se encontraba a fuera de la ciudad.

— Llegamos angelito — le dijo y bajaron, Jimin caminó a paso lento hacia el lugar, todo estaba realmente hermoso, el sol escondiéndose por las montañas formando un atardecer impresionante y las luces de la ciudad comenzando a notarse le daban un toque increíble, avanzo más hacia las barrotes apoyándose en el observándo todo, en toda su vida había visitado aquel lugar, pero aún así se le hacía conocido.

Entonces por el rabillo del ojo diviso una banca la cual se veía vieja, pero se notaba que la iban a arreglar cada cierto tiempo, con curiosidad se acercó causando un deja vu en su cabeza.

— Jungkook — susurró, el rojo se acercó lentamente a él y lo abrazo con suavidad por la cintura.

— ¿Si angelito? — susurró de igual manera en el oído del rubio.

No dijo nada solo se dedico a observar aquel tallado en la madera que formaba perfectamente ambos nombres encerrados en un corazón un poco deformado, pero que le daba un toque hermoso, se dio la vuelta y subió sus manos hasta el cuello del castaño mientras lo miraba con los ojos llorosos.

— ¿Cuándo hiciste eso kookie? —  preguntó en un hilo de vos.

— Lo hiciste tú angelito — Jimin quedo quieto mientras Jungkook le sonreía.

— No pude haber sido yo, ni siquiera conocía este lugar, pero...

— Sientes que ya estuviste antes aquí — asintió — es por que si lo estuviste bebé, aquí fue donde comenzó nuestra historia bebé — unas pequeñas lágrimas recorrieron el rostro del rubio mientras escuchaba Jungkook hablar —  ese corazón a estado ahí por años y lo seguirá estando por muchos más.

— Jungkook.

— Te amo Jimin — la sorpresa era evidente en el chico — no sabes cuanto me gustas.

— A ti te gusta el ángel — dijo recordando esa vez que quedó solo y su mente comenzó a jugarle en contra con sus pensamientos, causando que llorara toda esa tarde — yo soy...

— Tu eres tu Jimin — le cortó — cada versión de ti me encanta, el ángel, el humano incluso el profesor, no me importa, solo que seas tú — lo acercó más y rozo sus labios con los del profesor sacandole un suspiró — quiero que me acompañes en todo Jimin, quiero que seas tú el que me hagas reaccionar cuando esté haciendo algo malo, quiero ser todo para ti así como también lo eres para mi, quiero protegerte de todo, pero lo mas importante es que quiero hacerte feliz — depositó un beso corto pero lento y acarició con su pulgar la mejilla del rubio.

Cerró sus ojos ante el tacto y sintió su corazón mientras latía con fuerza e inconscientemente bajo una de sus manos al pecho de Jungkook sintiendo el mismo palpitar, con la única diferencia es que los latidos eran más fuertes.

— Park Jimin — subió la mirada a los ojos de Jungkook y vio como estos brillaban más de lo normal — ¿Te gustaría ser mi novio?

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