Capitulo 31

48 4 1
                                    


Demetri POV:

Eran eso de las ocho de la mañana, y la mayoría estábamos reunidos en patio de entrenamiento. Las chicas le querían preparar algo especial a Heidi por su cumpleaños, no celebramos ningún tipo de evento al menos que alguien de nosotros se case, así que era un motivo perfecto para organizar algo, la mayoría voto en que, si estaba de acuerdo en realizarle algo pequeño, así que sin más se pusieron a planear que es lo que iban hacer, dividiéndonos por parte.

A mi me toca despertarla, sacarla del castillo y ser su payaso de entretenimiento hasta que los demás terminen con la dichosa sorpresa.

- Tengo que decirle a Heidi que Aro le dio de nuevo permiso para que puede ir al hospital a ver a su mamá – recordé, iba a girarme para entrar al castillo para buscar a Heidi, pero Alec me detuvo

- Hablando de ella – dijo Alec -. ¿Te acuerdas que me dijiste que pensabas que ella todavía le gustas? – haciendo gestos de comillas con sus dedos

- Aja – contesté con desgano

- Bueno pues, eso es mentira – dijo -. Hablé con Caisey y me contó que Heidi le gusta Vladimir... así que tienes un peso menos de encima. - ¡QUE! ¡Por ese rubio!, tiene el acento más feo del planeta, que mal gusto tiene esta mujer.

- ¿¡Por ese imbécil!? – objeté

- Pensé que te daría gusto – dijo asombrado

- Pero por supuesto que me da gusto – contesté enseguida, caminé yendo hacia la puerta de entrada -. ¡SON TAL PARA CUAL!



Heidi POV:

Todos andaban muy raros el día de hoy, lo bueno es que Aro por fin me daba permiso para salir y antes de ir donde mi mamá estaba decidida en ir a la compra y venta de joyas de oro.

Había encontrado unas cadenas la primera vez que registre mi habitación, a excepción de las perlas que dentro de ellas había letras. Pregunté si a alguien le pertenecía, pero nadie tenía respuesta. Me imagino que para alguien tenía mucho significado así que no me atreví a traerla, hasta que aparezca su dueño o dueña.

Se las ofrecí al señor de la joyería y me daba la mitad de mi deuda con Demetri, traté de aumentar mi precio, pero me dijo que no, ya que eran muy antiguas y el no compraba antigüedades, y que, si no quería que me vaya a buscar a otro lado, por apuros y todo acepté, ya que no tenía mucha opción y no había otro cerca de aquí. Al girarme para irme el señor de me llamó de nuevo.

- Ese collar que llevas puesto, ¿puedo verlo? – preguntó, agaché un poco mi cabeza para ver el collar que estaba alrededor de mi cuello, era la virgencita que me dio mi abuela desde que tenía diez años

- ¿Para qué? – pregunté con timidez

- Algo así no he visto en mucho tiempo – respondió el señor -. Si me dejas analizarlo, puede que valga más que lo que me has entregado

- Esto no está en venta – contesté de inmediato

- Solo decía – dijo el señor -. Puede que en verdad valga mucho y te lleves un poco más de lo que te dí.

Acaricie de nuevo el dije de la virgen que llevaba en mi cuello, tal vez tenga mucha razón, pero esto es todo lo que tengo como recuerdo de mi abuela, para mi significa mucho y darlo me daría mucha tristeza. Pero también recuerdo que no tengo muchas alternativas. Llevé mis manos hacia la parte de atrás de mi cuello, desabrochando el collar, lo ví por última vez y se lo extendí al señor

Heidi y Demetri (Amor Im-Posible)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora