Heidi y Demetri (Amor Im-Posible)

Capitulo 42

Heidi POV:

Me entraba en la habitación de Demetri, porque donde yo me quedaba, esa habitación ya no era cuarto, sino ruinas, Demetri dijo que al salir tendría que dejar dinero extra por el ''pequeño'' alboroto que había en ese cuarto. Me comentó que hoy sería mi conversión al llegar al castillo por decisión de Aro.

- Ni aunque estuvieras dopada no dejaras de sentir el dolor.

- ¿Estas tratando de que alguna manera rechace la opción con decirme eso o asustarme?

- No, no tienes opción.

- Exacto, no me hagas sentir más nerviosa. No me queda de otra. Como te dije una vez nunca he planeado nada para mi vida, y si es esto lo que me toca, será eso y ya. Lo que si me deja inquieta es porque yo, tengo entendido que a Aro siempre le ha gustado que sus guardias sean los mejores. Y aunque me entrenaran o practique como ustedes no seré igual.

- Aro piensa que tienes algún don.

- ¿Don? ¿De hacer las cosas todo mal y tener tragedias?

- Aro está seguro que después de tu conversión puede salir a relucir tu don.

- ¿Y si no? – cuestioné, sabia cual era su respuesta. Despedazada y quemada.

- No dejaré que nada te pase.

- ¿Piensas estar en contra los reyes?

- Si es lo que tengo que hacer... lo haría. Muy bien sabes que la mayoría está ahí es por el lazo que nos une por Chelsea.

- Si, lo sé...

Me senté en la cama y palmeé con mi mano en la cama para que Demetri se acostara a lado mío y para reposar mi cabeza en su pecho.

- Dejemos de hablar de eso. Solo quiero estar contigo.

- ¿Estas segura? – me reincorporé de nuevo en la cama algo enojada.

- ¿Por qué aun tienes duda? ¿No crees en mí?

- Heidi, una vez que te conviertan muchas cosas van a cambiar. Todo cambia. Desde tu físico hasta tu percepción, todo. – me miró.

- ¿Ese es tu miedo... que una vez convertida mis sentimientos no sean igual?

- Créeme que todo cambia – aseguró.

- Entonces conviérteme tú, dicen que el vínculo es mas fuerte con quien te convierte.

- Eso no puedo hacer, sería un vampiro completamente calcinado – respondió.

- Yo debería de estar preocupada, al menos me conoces como soy de humana... no se si siendo vampira te guste – Demetri se reincorporó sentándose cerca mío. –. Yo te conozco en todos tu sentidos, estados y modos, pero tú no...

- Nunca dejaría de amarte – acarició mi mejilla -. Nunca.

- Entonces deja de decir tonterías y dudar – lo abracé, me rodeó con sus brazos, sin soltarme de su cuello me coloqué encima de él, enrollando mis piernas alrededor de su cintura –. Te amo – me acerqué a sus labios. Aun nos quedaba un par de horas para volver al castillo.

- Heidi no me provoques más – dijo separándose un poco de mis labios.

- Tenemos tiempo – volví de nuevo a sus labios