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Obviamente el destino me odia
Oh a de ser que tengo una vida re miserable como para andarme topando con los hombres que he interactuado explícitamente.

Oh simplemente estoy exagerando

Juego con mi cabello y esbozo una sonrisa, tratando de lucir normal frente al director  y a mi querido maestro. aunque por dentro estuviera que me moría de los nervios

–– director damocles –– salude tratando de no tartamudear. El solo me miró e hizo un ligero asentimiento con la cabeza en forma de saludo, luego  fijo su atención en el profesor era mi oportunidad para irme –– bueno creo que yo.. ––

–– señorita Dupain sería usted tan amable de acompañarme a la dirección –– oh genial. Más problemas, sonreí a medias sin decir nada  –– usted también profesor agreste –– se dirigió al rubio.  sin más el director siguió con su camino con ese porte y elegancia que lo caracterizaba

No tuve más remedio que seguirlo hasta llegar a la dirección.

El estaba de pie revisando unos papeles que tenía en su mano –– tomen aciento –– pidió y como si fuera orden. Tome aciento rápidamente.

El profesor hizo lo mismo y  tan solo su presencia me ponía tan  nerviosa. No quise voltear  a verlo no quería encararlo. me sentí tan cobarde en esos momentos.

El director seguía revisando su papeleo muy enfocado profesionalmente además que todo estuviera en silencio, uno demasiado denso. Trague con dificultad.

–– los mandé a llamar por una razón –– empezó a hablar sin despegar su vista de los papeles. –– algo muy importante –– tomo asiento en su silla giratoria.  –– necesito que ustedes dos vayan a la biblioteca y me hagan un resumen sobre los libros que se encuentra en el almacén –– dijo sin más. Dejando de leer las hojas, nos regalo una sonrisa a medias, parecía mueca.

Mi cara era un jodido poema eso podía asegurarlo.

Como podía decir no a eso.

Pasaría toda la tarde encerrada en la biblioteca contando libros y para rematar con un rubio sexy. No podía decirle no al director

–– donaremos los libros a escuelas públicas, además la señora que se encarga de la biblioteca no se encuentra –– explicó después de un gran silencio que se había formado. –– ¿cuento con ustedes? –– pregunto y como estúpida solo asentí. No podía decirle que no, casi lo vi incrédula

Como es posible que de tantas personas en la universidad desde aplicados, mejores alumnos, coordinadores, presidentes, tantos para elegir y me van a decir que ¿me eligió a mi? Yo que soy la menos aplicada en esto. no puedo creerlo.

Me puse de pie ya que al instante una llamada telefónica interrumpió en ese momento la cual el  director atendió luciendo tan profesional como siempre.

El profesor a mi lado no dijo nada, solo salio de la oficina del director y sin remedio lo seguí desde atrás.

Por alguna razón que desconozco el pasillo estaba vacío sin ningún alumno al rededor, el profesor agreste camino seguro por el pasillo como si conociera de memoria cada rincón, en segundos llegamos a la biblioteca, el no dijo nada así que yo tampoco quise decir algo

Osea que tenía que decirle

Hey hola que noche la de ayer no

Obvio no diría eso.

Solo me limité a seguirlo en silencio y perder la vista en esos grandes estantes llenos de libros
Pero eso se vio interrumpido por la acción del profesor ya que el se inclinó a escribir algo en una hoja. Se mira tan follable en esa posición que no pude evitar imaginarlo en.......

adicción⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora