.......
Una
Dos
Tres gotas...
Arrugue mis cejas
Uno
Dos
Tres susurros
Me removí en mi sitio intentando buscar alguna luz, pero lo único que veía era oscuridad.
–– Marinette ––
Me llamaron por mi nombre,
esa voz la conocía....–– Marinette ––
Susurro alguien
–– marinette ––
No pude moverme... Era El
Desesperadamente intenté pedir ayuda, pero el me arrastraba a su lado
Mi corazón empezó a latir desenfrenado
No quería irme... no con... El
Sentí que me faltaba el aire. Me estaba asfixiando, cerré los ojos con fuerza, sintiendo sus asquerosas manos en mi...
–– abre los ojos ––
Una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo, vi fijamente a la gran sombra frente a mi y tan solo esa acción, el se removió en su lugar como si se estuviera asfixiando así mismo, la descarga fue tanta que salí disparada de esa negrura y como si me estuvieran reviviendo abri mis ojos de golpe
Inhale y exhale repetidas veces.
Vi a mi alrededor y estaba en mi habitación, alya estaba parada frente a mi viéndome con miedo y angustia....
–– joder estás bien –– se acerco a examinarme
–– yo .. –– parpadeo confusa aún acostumbrándome al panorama y asimilando lo que acaba de pasar en ese jodido sueño
¿Acaso yo...?
–– fue otro sueño –– afirmo alya, me sostuvo de los hombros y me regalo una mirada tranquilizadora
Suspiré con pesadez y baje la vista a mis manos
–– fue otro sueño –– susurré intentando aceptará mi realidad. Pasando mis manos por mi cabello y rostro
–– casi me matas del susto –– comento Alya buscando mis ojos –– pensé que ibas a matarme –– susurro
Arrugue mis cejas y fije mi vista en ella pidiendo con la mirada una pinche explicación
–– ¡que yo que! –– me exalte
Y si fuera poco una descarga eléctrica me recorrió el cerebro haciendo corto circuito, con el fin de no acordarme de nada... hice una mueca de dolor, soltando el aire de mis pulmones.
–– dime qué no es cierto –– murmuré haciendo el esfuerzo de no olvidar lo que me acaba de decir
Alya agachó la mirada y suspiro pesadamente
–– quisiera mentirte –– soltó otro suspiro –– pero no fue así marinette –– hizo un mohín en sus labios –– ya es la quinta vez de que...
Negué con firmeza
–– no es cierto –– me puse a la defensiva mis lágrimas a punto de resbalar por mis mejillas –– no, no, no puede ser posible –– me puse de pie y el tacto de la madera del piso con mi piel me quemo de un respingo