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Abrí mis ojos ¿de nuevo?
Esta vez estaba en mi habitación. Y Encerio que era la mía porque a unos cuántos a pasos estaba Alya cruzada de brazos. Me incorpore y sentí una nueva punzada y todo se sacudió en mi mente.
–– que haces aquí –– pregunté soñolienta y desorientada
–– vine a verte –– me miró con ese semblante serio –– Me quedé preocupada por ti –– empezó a decir y yo solo me limité a verla –– ¿Estás bien? –– no dije nada al respecto aún estaba asimilando todo.
–– que fue lo que pasó –– musite
–– ayer te desmayaste y dormiste todo el día –– arrugue mis cejas desconcertada y de nuevo otra sacudida me revolvió el cerebro.
–– ayer –– repetí y ella asintió –– pero ayer yo estaba... –– cerré los ojos y de nuevo otra punzada me recorrió el cuerpo. –– estaba con mi madre –– solté finalmente
Alya arrugó sus cejas –– eso no puede ser posible –– refutó –– ayer yo estuve aquí todo el día –– se sentó a mi lado aún con el desconcierto en su mirada –– Mientras tú estabas durmiendo en la cama –– abrí mis ojos exageradamente y sentí que me faltaba el aire.
La vi mal por un segundo, mi seño estaba hundido y sentí mi cuerpo débil y me sentí más perdida de lo que ya estaba.
¿Estaba hablando Encerio?
Cerré los ojos con fuerza aún recordando lo que había pasado, yo estaba en la mansión de mi madre, ella estuvo conmigo, las dos peleamos y no, no no, esto debe ser una broma un chiste algo insólito.
–– eso no es posible –– sostuve firme. –– yo ayer desperté y la vi.. la vi... Ayer –– musite algo nerviosa ya creía que estaba loca o mal de la cabeza.
Alya me vio unos segundos y luego su expresión cambio a una de comprensión. Suspiro y negó repetidas veces –– estás segura de lo que estás diciendo –– interrogó y yo asentí sin dudar.
No estaba loca yo ayer la vi, ayer estuve en su mansión, no pudo haber sido otro sueño esta vez lo sentí tan real.
–– no crees que fue otro de tus sueños –– me miro preocupada y yo me lleve las manos a la cara. Estaba frustrada con todo esto en lo que se ha convertido mi vida.
–– no lo sé Alya –– suspiré y mordí mi labio inferior –– lo único que sé es que ayer no se cómo pero estaba con mi madre en su rara mansión –– Alya asintió e hizo un mohín en sus labios. –– fue real yo .. lo sentí.... Yo juro que la vi joder ––
–– pero no puede ser posible Marinette –– soltó un suspiro –– yo estuve todo el día contigo y tu no despertaste no te moviste estabas profundamente dormida –– insistió y yo me negué a creerlo
Hasta que una rara sensación me recorrió el cuerpo y un nueva pregunta se alojó en mi mente
¿En que realidad vivía?
La incertidumbre me carcomía por dentro, la impotencia de no saber que era lo que pasaba o que era lo que estaba mal conmigo. ¿Que era lo que tenía?
Sentí otra sacudida en el cuerpo y está vez dolió con más fuerza, me revolvió todo en mi interior y quede más peor que antes. Solo sentí esa resignación en mi interior.–– talvez es un sueño –– me rendí. Mi mente ya no daba para más recuerdos, solo ese momento que vi a mi madre. Ya que cada vez que intentaba recordar o pensar en algo, mi cabeza dolía y enviaba sacudidas por mi cuerpo, sacudidas eléctricas y fuertes que dolían. Y me frustraba no saber porque mi mente reaccionaba así..