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–– Tuve otro sueño como esos –– musite viéndola, quería convencerme de que así era.  de que solo era un sueño

Alya me vio fijamente –– otro –– suspiro con pesar –– ¿quieres contarme ? –– pregunto, negué en silencio solo de acordarme, me erizaba la piel y no de una manera excitante o grata si no de esas que daban escalofríos, de las que te hacían sentir miedo.

Ella entreabrió los labios para pronunciar algo pero Una punzada atravesó mi cabeza, hice una mueca por el dolor, cada vez eran más fuertes.

Alce mi vista hacia mi amiga y lentamente baje la mirada a su cuello. Mis manos picaban y mi corazón latió con fuerza.

¿Que se sentirá ahorcarla ?

–– alya –– pronuncie su nombre detenidamente, sin dejar de ver su cuello –– ¿porque no cargas puesto el collar? –– mencioné. Ella entrecerró los ojos a mi dirección quiso protestar pero me siguió la corriente.

–– no me gusta –– dijo tangente, soltando un suspiro

–– ¿porque no? se te vería lindo –– solté una risita

–– de acuerdo –– suspiro cansada y se pasó las manos pos su cabello –– desde cuando no las has tomado –– pregunto acomodándose en el sillón

Sabía a lo que se refería

–– no lo sé –– musite haciéndome un ovillo. 

–– Mari sabes que no puedes dejar de tomarlas –– espetó su voz fue severa pero a la vez firme.

Negué en silencio, no me gustaba que me recordara eso, no me gustaba, ¡no me gustaba!

De nuevo otra punzada atravesó mi cabeza, gemí de dolor apretando los ojos.

–– Mari –– caí al suelo de rodillas sosteniendo mi cabeza –– ¡Mari! –– Alya se aproximó a mi sin saber que hacer, mientras yo tenía unas inmensas ganas de vomitar.

mi mente se nublo por completo, me sentí débil, me sentí vulnerable, expuesta a algo y luego esas sensación de ser observada. La punzada se hizo más fuerte.

Hasta que...

Esa voz
Ese asentó alemán
El de nuevo...

Caí de cara al suelo y apenas pude escuchar el grito de Alya

–– ¡joder! –– salió de la sala a pasos apresurados subió las escaleras y no supe de ella por un largo rato

Solo sentía mi cabeza dando vueltas y vueltas, intenté incorporarme del suelo pero era algo inútil, no sentía mi cuerpo, como si algo pesado me obligará a quedarme ahí.

–– esto te  dolerá un poco –– y sin previo aviso clavo algo en mi brazo por lo que identifique era
Una ¿Jeringa?

¿Desde cuando tenía jeringas?

La pregunta se desintegró en mi mente ya que sentí mi cuerpo liviano y todo se sentía tan tranquilo, tan lento.. que hasta cerré los ojos lentamente, escuche a Alya la voz era lejana no escuché nada todo se volvió oscuro....

⚡✨♟️✨⚡

Una luz topo contra mi cara y me sobresalté de inmediato temiendo que estaba de nuevo ahí, supere aliviada al examinar el lugar, estaba en mi habitación junto con Alya

–– ¿qué hora es? –– pregunté tallando mis ojos y luego examine a mi amiga, tenía puesto el uniforme de la escuela

adicción⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora