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Un sonido extraño, me hace removerme en la cama trato de ignorarlo a toda costa pero me es difícil, otro zumbido, arrugó mis cejas. Me niego abrir mis ojos, se supone que hoy es el único día de descanso que tengo de toda la bendita semana. estiró mi mano a varias direcciones tentando las sábanas sin encontrar nada extraño. Otra vibración. Resopló rendida y abro mis ojos de golpe, examinado a mi alrededor. Como siempre lo hago.

Por incoherencias de la vida mi teléfono vibra sin parar en la parte inferior de mi almohada, tallo mis ojos y suelto un bostezo antes de contestar.

–– si –– hablo aún soñolienta. Nadie, respondió. –– ¿aló? –– pregunté esta vez arrugando mis cejas desconcertada, nadie contesto, pensándolo bien no se escuchaba nada al otro lado de la línea. Trague a la espera de algo pero nada, nadie hablaba pero tampoco colgaban

¿Pero que rayos?

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal y me helo la piel, corte la llamada y antes de que me pusiera paranoica fui rápidamente al baño para lavar mi rostro y lavar mis dientes.

Pero en el proceso mi teléfono replico de nuevo, lo ignore y seguí en lo mío pero no dejaron de insistir.

Una rara sensación se alojó en mi pecho. Me desespere,  El sonido me atormentaba y quería que se quedará en silencio. Abrí lentamente la puerta del baño, di unos pasos hasta llegar a mi cama, tome mi teléfono, mis manos picaron de la desesperación, estaba nerviosa pero ¿Porque? Ignore todo y  me lleve el teléfono a la oreja,  trague antes de contestar.

–– quien sea que ... ––

–– ¿Marinette? –– preguntaron al otro lado de la línea, me tranquilice al escuchar la voz de Alya.

–– oh.. ah Alya –– murmuré soltando el aire en mis pulmones.

–– se te olvidó no –– mencionó y arrugue mis cejas

–– ¿olvidar que? –– murmuré arrugando mis cejas. La escuche  Resoplar.

–– ¿sabes que días es hoy? –– pregunto y yo rasque mi cabello

–– he.. ¿sábado? –– dije después de acordarme

–– por dios –– la escuche reír –– Mari hoy es viernes –– replico –– y tienes que estar aquí en la universidad en diez minutos –– abrí mi boca formando una perfecta O.  Colgué la llamada y vi el calendario

–– madre de Dios –– salte de la cama y rápidamente busque ropa para ponerme, Peine mi cabello con los dedos, colgué mi mochila en el hombro y rápidamente salí de mi habitación baje las escaleras y en el proceso Tomaba una de las frutas que habían en la alacena

Salí rápidamente de mi casa y para mi suerte venía un taxi. Subí en el y dije la dirección donde tenía que quedarme. En cuestión de minutos ya estaba atravesando esas grandes puertas de la universidad

Fui directo a mi clase y no había nadie allí adentro, solté el aire en mis pulmones, rápidamente compuse mi falda y arregle mi cabello. tome asiento a la espera de mis compañeros. Pasaron unos cuantos segundos y no venía nadie, salí de la clase y vi el pasillo vacío y desolado hasta que..

–– hey ¿a donde vas? –– pregunté viendo al chico que iba corriendo pero que  se detuvo al verme

–– a la reunión que convocó el director –– arrugue mis cejas sin entender nada –– presentará a nuevos docentes.. –– salió corriendo y sin remedio tuve que seguirlo hacia afuera hasta que salimos al campus.

adicción⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora