Isabella caminaba a la sala de juntas, tarareando de un excelente humor. El día anterior había visto a su hijo irse a la construcción de Thneedville, lo cual la dejó a cargo de la compañía en su ausencia. Era la oportunidad perfecta para hacer algunos cambios y aumentar la producción sin tener a Once-ler en el camino.
-Muy bien, señores. La construcción de las maquinas para talar los arboles tardara una semana a lo mucho.
-¿Cuales maquinas, si se podría saber?-Se tensó, mirando a su yerno sentado en la silla que comúnmente ocupaba su hijo. Se le veía cansado y con los ojos levemente hinchados producto del llanto del día anterior. Pero eso no la detendría, sacó una hoja de entre los archivos que llevaba en manos, dándosela.
-Greed-ler me dejo a cargo en lo que regresa, así que quítate de mi silla y deja a los hombres de negocios ocuparse de esto.-Once leyó el documento con detenimiento, para luego devolvérselo.
-¿Puede leer las clausulas 5, 27 y 67?-La mujer frunció el ceño, leyendo lo que le había indicado, estrujando el papel en sus manos.-No se pueden hacer cambios a los procesos que ya se establecieron, y los cambios o decisiones que se tomen en su ausencia tienen que pasar por aprobación previa del esposo del señor Greed-ler. Por lo que tu idea de las maquinas queda rechazada.
-¡No voy a recibir ordenes de ti!
-¿Segura? Por que tu contrato dice otra cosa.
-¡Yo soy la madre de Greed-ler! ¡Tu no sabes nada sobre el negocio!-Once se levantó, quedando a pocos centímetros de ella.
-Serás su madre, Isabella, pero yo soy su esposo. Me dio el poder aquí, y en cuanto a que no se nada de la empresa te equivocas. -Pasó al lugar de cada uno, dándoles un archivo. Para rabia de Isabella, Once-ler llevó a cabo la junta de manera espectacular. ¿Cómo no lo iba a hacer? Greed le compartió su idea desde que ambos salían y desde entonces le había enseñado cada proceso y plano en su poder, si alguien conocía bien la fabrica además de su dueño era Once-ler.
Al finalizar la junta y al irse todos, la mujer cerró la puerta, mirándolo con rabia contenida.
-Creí que estarías llorando en tu cuarto toda la semana.
-Esta empresa es muy importante para Greed, a pesar de la estupidez que hizo ayer no lo voy a dejar a su suerte. Le espera una larga charla cuando regrese, pero no voy a permitir que hagas lo que quieras con su empresa. Si me disculpas, tengo que ir a promocionar Thneedville al pueblo, y tengo otra reunión en un par de horas.-Se levantó, mirando la agenda de ese día.
-Es mucho trabajo solo para ti. Yo puedo...
-Tu no harás nada, yo me encargo de esto.-Pasó a su lado, dejándola sola en la sala de juntas.
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Pasados dos meses, el empresario ayudaba a arreglar una de las maquinas que usaban en la construcción.
-¿Seguro que sabes como arreglar esto?
-¡Por supuesto!-Cerró la tapa, dándole la señal a uno de los trabajadores para que la encendiera. Sonrió orgulloso cuando la maquina empezó a andar.
-Sabes hacer muchas cosas, Greed-El alcalde de Villa Quién le dio un golpe amistoso en el brazo.
-Si, desde siempre me ha gustado arreglar e inventar cosas. Tengo que cambiarme, pero nos vemos en la sala de descanso.-Se alejó para ir a la casa rodante donde dormía, cambiando la camisa llena de aceite por otra limpia. Caminó hasta la sala de descanso, acomodando sus guantes verdes en el camino.
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Austeridad y codicia
FanfictionOnce-ler y Norma son dos humanos que desde niños han estado bajo el cuidado de El Lorax, el gran guardián del bosque de Truffula. Algún día uno de los dos será el nuevo guardián del bosque, y al ser este muy codiciado por los demás humanos, muchos...