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Hugo

Liberamos a los chicos.

Un compañero de trabajo llamó al secuestrador, tardamos tres días en poder conseguir el número, pero lo obtuvimos, el chico cogió la llamada sin ponerse a pensar un momento en que podría ser una encerrona.

Así qué también obtuvimos la ubicación de ese bosque al que pasaron a los chicos qué tiene encerrados.

Hoy vamos de camino y viene el chico de prácticas qué se llama Iván, está en las últimas prácticas antes de acabar el máster y entrar a trabajar.

— ¿Preparado?— le pregunto.

Él asiente y nos sonreímos, logro ver por una esquina del vehículo, el principio del bosque, alegrándome de esas vistas.

Los casos de secuestro se me dan bien, pero eso no quita que se me tense hasta el hueso más pequeño del cuerpo humano.

Llegamos a esa cabaña dejada, se nota qué no le dieron ni el uno por ciento de importancia a la limpieza.

Nos escondemos para qué no nos vea y vemos salir al chico y sus secuaces. El jefe les sorprende acorralándolos y Cristian como me han dicho al llegar qué se llama se pone a la defensiva.

— ¡Esa llamada!— da un grito al aire.— Ezel trae a la chica YA.

De un momento a otro, ese tal Ezel sale de la puerta con una chica qué me suena de algo.

Se saludan con resquemor y Cristian la sorprende agarrándola por el cuello.

Yo doy un paso al frente y el grita que no me mueva.

La voz de él tiembla, la chica observa muy bien y cuando tiene la oportunidad de escaparse de él, se escapa.

Mis compañeros acorralan a Cristian y sus compinches, los esposan mientras que la chica se abraza con otro ex cautivo.

Voy hasta ellos y les saludo: — Hola chicos, me llamo Hugo, soy el policía qué los llevará a sus casas.

Al ver a Nara y a sus padres reencontrarse, me emociono, pero no se me nota. Solo lo noto yo.

— Bueno, nos vamos yendo, felicidades por volver a casa Nara.

Cuando bajamos la calle en la que vive Nara, Nivek me da la ubicación de casa de sus padres y lo llevo, ese rato es medio incómodo, pero me sirvió para aprender un poco más sobre el alivio que da dejar de estar con la sensación de estar preso.

— Hemos llegado.

Nivek asiente y se quita el cinturón de seguridad, abre la puerta y antes de bajarse se gira hacia mí y me dice.

— Gracias por todo Hugo.

Siento ese alivio y ese agradecimiento sincero en su voz y una vez más me siento orgulloso de haber querido siempre, ser policía.

Lo observo entrar en su casa y después vuelvo al cuartel.

Hoy he corregido todo lo qué llevo de está novela, al releerla se nota algo, y primero la he leído y mirado que quería cambiar y por donde continuar, se me ha ocurrido que estaría bien escribir la versión de Hugo y Cristian del día en el que todo ...

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Hoy he corregido todo lo qué llevo de está novela, al releerla se nota algo, y primero la he leído y mirado que quería cambiar y por donde continuar, se me ha ocurrido que estaría bien escribir la versión de Hugo y Cristian del día en el que todo parece acabarse.

Espero qué guste y os divierta algo.

Espero qué guste y os divierta algo

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553 palabras.


Arcoiris Gris ❣Mireia Campdelacreu Ortega❣✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora