· ~ Primera parte de secuela~ · | parte 01|
Nara y Nivek se topan cuando, los dos huyen de sus miedos; Los cuales no le dejarán en PAZ.
Pero, en conjunto se crean su.
Arcoiris Gris.
Él con su actitud desconfianzuda; Ella intentando borrar lo malo vi...
Hoy quedé con ella, a la hora que quedamos ya estaba esperándola en la puerta de su casa.
Ella salió y me dejó aplastado en ese abrazo tan caluroso que me dejó más cerca de ella.
Empezamos andar calle abajo, pero al llegar a una zona bastante desalojada una mala señal me dio un vuelco al corazón.
Vemos a cuatro personas al final de la calle, pero Nara no se inquieta ante su presencia y nos hace seguir andando.
Su suerte es que yo estaba con ella porque si no podría haber sido peor.
— ¡Quítate!— Elliot me grita.
Calle para no pelear y me aparté, él y su material médico me hicieron perder la paciencia que me quedaba. Llamé a un taxi y nos llevó al hospital.
Me tranquilicé en cuanto nos dijeron que estaba bien, pero no dejaban verla y me ponía nervioso.
Vi a esa pareja que esperaban a Nara en su casa y me dirigí a ellos.
— ¿Qué pasó?— Zain el padre me pregunta.
— Estábamos andando y hemos llegado a una calle que me daba mala corazonada, pero no he podido impedirle seguir, era un poco terca— Río—Habían unos chicos al final de la calle y nos han asaltado, ella se ha enfrentado a ellos sin dejarme a mí y le ha salido mal.
— ¿Y?...— su madre preocupada quiere saber más.
Llega el médico y nos informa a todos que ha despertado y se la puede ver.
— Ir vosotros, está bien esperar, al final vosotros sois sus padres.
Chloee me abraza y se van a verla mientras que yo me siento a esperar al lado de Elliot.
— Nara está bien y sé que se pondrá genial, ella es fuerte.
— Hasta el más fuerte se vuelve débil Nivek.
— ¡Ella va a poder! ¡Tiene que poder!
Una médica pasa y me dice que bajé la voz. Asiento y él me estruja un hombro dándome fuerzas. Pero los nervios incrementan con el paso del tiempo.
Sus padres salen de la consulta y nos dicen de pasar.
— ¡Nara!— ella me mira y sonríe, pero sus ojos la delatan, el miedo aún está en ella, cuando estoy a su lado nos abrazamos.
— Elliot, ven— le digo, él se ve incómodo.
Así que me acerco a él y le cojo una mano, estiro de ella y un segundo después se abrazan.
— Estábamos tan preocupados nar — mi voz tiembla y lucho para no llorar enfrente de ellos.
Me limpio los lagrimales y al volver a verla ella sonríe ancha y me hace acercarme para poner sus brazos alrededor de mi cuello y darme un beso en una mejilla.
— Me voy — Elliot comenta y sale.
— Te quiero nar.
— Tuve miedo niv.
La abrazo como puedo y a la vez nos susurramos un te quiero.
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