Era de noche y cuando todos estaban durmiendo que comenzaron a sonar unas sirenas en todo el campamento. Los campistas se despertaron rápidamente y aturdidos por ese sonido tan vibrante y molesto. Leah sobre todo se despertó con mucho mal humor porque amaba dormir y habían interrumpido ese momento tan preciado para ella que esperaba todo el día a que llegue.
- ¡buenas noches! - dijo Quirón con la voz saturada por el megáfono que estaba utilizando, puesto en las bocinas de las cabañas - ¡arriba mis campistas que esta noche se inaugura el tercer día de los juegos de invierno! No me interesa si están cansados, no me interesa si quieren seguir durmiendo, se paran ya de sus camas si vienen al centro del campamento. Sólo les voy a dar 15 minutos para que se cambien y ordenen el cuarto, después los quiero a todos acá ¡con mucha energía!
Adonis se estaba refregando los ojos cuándo un zapato le cayó en la cara.
- ¡AAAA pelotudo! ¿Que haces?
- Uy se me escapó, bueno Adonis es muy temprano ¿que queres que haga? por lo menos te despertaste de un zapatazo - dijo Ben su compañero de la cabaña de Apolo.
- Si bueno amigo, espera que mañana te despierto con el par completo de zapatillas y me decís que onda.
Ambos se rieron con la voz cansada y ronca.
- ¿Como pensas que puede ser la prueba de hoy? - le preguntó Ben.
- No tengo ni idea, va nunca tengo idea, pero ahora que es de noche me desconcierta el doble.
- RAPIDO - Dijo Quirón aún con la voz saturada, que parecía de esos autos que pasaban a la mañana con la propaganda de la nueva verdulería de la esquina - Dale que se nos va esta hermosa noche y nada va a tener sentido.
En otra cabaña completamente distinta estaba Leah, aún cansada por la prueba anterior no entendía por qué iba a tener otra si no había tenido tiempo de descansar y eso la enojaba mucho. Si había algo que le gustaba era dormir, y que le corten ese momento a la mitad la indignaba, y ni hablar de lo que le cuesta levantarse. Sus amigos son testigos de que no importa cuantas veces la llamen siempre se puede quedar dormida.
Tomó fuerzas de no se sabe dónde y se levantó. Fue hasta el ropero de madera que tenía tallado olas y el tridente de Poseidón y sacó de adentro una remera azul, una calza negra y la armadura. Se cambió rápidamente, fue hasta el baño de la cabaña, se lavó la cara, se cepillo los dientes y salió hacia el punto de encuentro del campamento.
El extremo contrario era Adara, hace años que Leah la conocía y todavía no podia entender como tenía tanta energía cada vez que se despertaba. Dio vuelta su cabeza para ver a los que salían de la cabaña de Ares, y ahí la vio a ella salir esbelta y con toda la fuerza del mundo, preparada para cualquier tipo enfrentamiento que se le cruce, hija de Ares tenía que ser, nada que ver con ella. Eso la sorprendía cada vez que se lo ponía pensar.
Cumplidos los 15 minutos que había establecido Quirón, ya todos los campistas estaban en el punto de encuentro, así que este procedió a anunciar la prueba.
- El desafío del tercer día de los juegos de invierno es la prueba de Hipólita, no podíamos hacer una prueba de Hércules, de Teseo y no hacer una de Hipólita, era una necesidad.
Esta increíble Amazonas y semidios es muy respetada y una guerrera excepcional. Cómo saben existe el cinturón de Hipólita, que el Dios Ares le entregó. Uno de los trabajos de Hipólita, con el que se comprometió fuertemente, fue el de proteger el cinturón día y noche. Así que para esta prueba deben ser tan buenos como Hipólita, para el juego de buscar la bandera.
Los campistas amaban ese juego, era tan clásico pero nunca pasaba de moda, era una oportunidad perfecta para que jueguen todos y destacarse dentro de su equipo.
- A ambos equipos se les entregará las banderas correspondientes, ahora les vamos a dar 10 minutos para que las escondan en cualquier área del bosque. Una vez que esto se cumpla, comenzará el conteo y la prueba dará inicio - Fianlizó Quirón y rápidamente los campistas fueron a colocar las banderas.
Leah había recordado la vez que Percy le contó cómo fue su primer juego de buscar la bandera. Recordó lo que le había dicho de cómo el agua lo salvó y el consejo de su padre lo ayudó para luchar. Entonces el equipo azul escondió su bandera cerca del lago, en donde Leah esperaría escondida a cualquiera que venga.
El equipo rojo la había colocado en la parte norte del bosque, dejaron a la cabaña de Hefesto cuidando la bandera mientras, que los de la cabaña de Ares y el resto, irían al ataque y a la búsqueda de la bandera del equipo azul.
- Preparados, listos, ¡Ya! - dijo Quiron, dándole inicio a la tercera prueba de los juegos de invierno.
Al típico estilo de batalla, se podía ver a los del equipo rojo y los del equipo azul corriendo hacia ellos para combatir, a lo largo del bosque habían varias antorchas que iluminaban los árboles, permitiéndoles ver en esa tan oscura y estrellada noche.
Adara aparecía una máquina de batalla, eliminaba uno por uno a cualquiera de los del equipo azul que se le enfrentaba. A su lado combatía Damon, quien si bien no era tan hábil como su pareja, se defendía bastante bien. A medida que iban luchando, ambos se preguntaban donde estaría Leah, en ese momento Adara se iluminó y se le ocurrió que el único lugar en donde podría estar su amiga, era en el arroyo.
Fue a buscarla y en cuanto llegó pudo ver la bandera del equipo azul, sabía que su amiga estaría en algún lado y su sospecha era correcta cuando se acercó a la bandera y detrás de un arbusto apareció Leah.
La capitana del equipo azul conocía bastante bien a su mejor amiga sabía que la curiosidad por ver dónde estaba ella haría que se vaya del escondite de su bandera y quede vulnerable, así que había planeado con Adonis que él vaya recorrer el lado norte del bosque junto con la cabaña de Apolo y que la cabaña de Hermes vaya al lado sur del bosque a buscar la bandera.
Su plan perecía funcionar, ya que cuando Adonis llegó al lado norte del bosque pudo ver a los de la cabaña de Hefesto parados, rodeando la bandera. Delante de todos ellos estaba Vera así que Adonis se escondió y le dio la orden a los de su cabaña de que vayan a distraerlos, entonces ellos corrieron hacia los hijos de Hefesto y lucharon.
Una vez entretenidos Adonis se acercó por detrás y tomó la bandera, dio un grito de victoria para alertar a sus compañeros justo en el momento perfecto ya que del otro lado del arroyo, Adara y Leah seguían peleando.
Amas amigas se habían dado batalla hasta el último momento, cuando escucharon a Adonis gritar y las cornetas del campamento, supieron que el juego había terminado y rápidamente Quirón dijo:
- ¡Victoria para el equipo azul!, ¡El marcador va 3 a 1!
Los del equipo azul festejaron mientras que los de el equipo rojo estaban hartos y decididos a ganar el próximo desafío, todavía quedaban 4 desafíos y la chance de remontar, pero sobre todo, no estaban listos para perder sin darles batalla.
Todos los campistas se fueron agotados a dormir y Quirón les había permitido despertarse más tarde, sólo por esta vez y por la particularidad de que el tercer desafío fue en la noche.
Leah volvió a su cama y se fue a dormir, de repente tuvo un sueño muy raro, hace rato que no los tenía.
En el sueño podía ver unas ruedas de un auto y la carretera, pero Leah trato de ver más allá y en ese momento pudo ver a una chica que estaba sentada en la puerta de un auto, mirando por la ventana. A su lado había un chico y dos chicas. La imagen era medio borrosa pero aún así quiso acercarse al conductor del auto, quién era un chico bastante alto y en el asiento del acompañante había otro, que en su mano tenía una brújula y eso la extrañó, pero cuando quiso acercarse aún más, la imagen desapareció y el sueño terminó.
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Leah Jackson y el rescate de las almas
FantasiDos campamentos, dos lidéres, 2 almas que rescatar. Mientras ocurre el juicio de las almas, Maeve se encuentra con Vera, una chica del campamento mestizo y juntas descubrirán la similitud entre ellas. ¿Podrán escapar? Solo el poderoso Hades lo dete...