Capítulo. 39

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[Narra T/N]

La sangre salpica manchando todo a su paso, cada golpe, cada grito, ya es doloroso para mis manos, cada vez que matamos uno siempre aparece otro de tras.

Mi respiración es fuerte, frenética, acelerada y con angustia, no se cuanto más podremos resistir, nuestras fuerzas disminuyen a tal grado de solo empujar y tirar a los caídos, ayudándonos a entorpecer la llegada de los otros a nosotras.

— ¡Ya no puedo, esto es imposible! —grita Clau a mi lado empujando a un caído con la poca fuerza que le queda— Lamento no ayudarte a buscar a tu amigo, si hubiera accedido tal vez estaríamos en una situación mejor —comienza a decir, sus palabras suenan a despedida, lo último que quiero ahora es que se ponga nostálgica y se rinda

—No hables así, tal vez a fuera, con esta tormenta y sin tener dónde quedarnos, estaríamos igual, no te rindas, no ahora —contesto matando aún caído

Retrosedemos más y más hasta chocar con unos lockers, estoy segura que no estaban en un principio o que tal vez por toda la adrenalina ni siquiera note que lo estaban.

— ¡Métete al locker! —le grito a Clau

Ella me voltea a ver con extrañeza, como preguntando de que demonios estaba hablando, pero al ver que sin pensarlo dos veces ingresaba al locker, ella reacciona metiéndose igual en el otro.

Que conveniente que haya exactamente dos lockers de nuestro tamaño en un lugar como este, sea o no coincidencia agradezco que estén aquí, al menos esto nos da tiempo de pensar en algo.

Los golpes en la puerta no sesan, son constantes y cada vez más fuertes y desesperados.

Llega un momento en el que el reducido espacio del locker comienza ser aplastante, no soy claustrofóbica pero esta situación me resulta agobiante, sumándole todo el ruido de afuera, intento mantener la calma mentalmente, pero simplemente no puedo, comienzo a hiperventilar, lo cual no es nada bueno.

La vista se nubla, mi corazón está acelerado y me falta el aire, necesito salir de aquí o en cualquier momento me desmayare.

Estoy a punto de salir de ese lugar sin importarme que afuera una horda de caídos hambrientos me espera y masacrará en segundos.

Cuando me decido abrir la puerta de aquel locker, golpes como de metal chocando entre si, resuena por todo el lugar junto con gritos que llaman a los caídos.

Vuelvo a quedarme quieta, ahora controlando mi respiración, con ayuda de mi mano cubriendo mi mano y nariz dejando solo un pequeño hueco para dejar pasar poco aire y poder regular mi respiración.

Los golpes en la puerta reducen considerablemente, por las rendijas que tiene el locker logro ver cómo algunos caídos se retiran del lugar.

~ Oigan ustedes dos, las que están dentro de esos lockers, solo les queda una oportunidad para salir de ahí y es está, desaganse de los caídos que quedan y lleguen al último piso, pero deben darse prisa ~

Una voz femenina se escucha por algún lado de la habitación, al principio dudo en creerle o no, pero ¿Que más da? Nuestra situación no puede ser peor, tomo aire profundo ya un poco más tranquila, despues del ataque de pánico y ansiedad de hace unos minutos.

Sostengo firme y fuerte las tijeras y con las pocas fuerzas que hay en mi ser empujó la puerta, apartando a los caídos que abstruian la puerta, caígo al suelo encima de uno de ellos, matándolo en seguida, otro me ataca por la espalda, como puedo me giro empujándolo con los pies, los caídos que obstruyen la puerta donde está Clau, pierden la atención de ese lugar para enfocarse en mi.

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