Capítulo. 41

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[Narra T/N]

El sol alumbra intensamente la ciudad, sus intensos rayos secan poco a poco las calles, después de tremenda tormenta de anoche es bueno recibir un poco de sol.

Observo por el ventanal de aquel piso, el inmenso paisaje de edificios abandonados de un color verde por la maleza y moho que crece a su al rededor, las calles extrañamente no tan  transitadas por los caídos, autos, juguetes, bicicletas, abandonados a lo largo y ancho de este lugar.

Es tan desolado y triste darte cuenta que toda esta gente que vivió aquí no pudo salvarse y que ahora está condenada a vagar por el mundo siendo una amenaza mundial y que incluso después de la muerte no exista paz.

No soy creyente de alguna deidad, pero si existe un cielo o un paraíso espero que las almas de las personas muertas que estan aquí, hayan encontrado la paz y la felicidad que todos buscan al morir y que sus cuerpos solo sean un cascarón.

¿Creen que muy en el fondo, aún haya conciencia dentro de los caídos?

— T/N ¡Buenos días! —saluda Abi— ¿Dormiste bien?.

— Hola Abi, buenos días —saludo, apartando la vista de la inmensa ciudad— Mejor de lo que eh dormido en días —sonrío.

— Me alegro que hayas dormido bien —sonrie pero no como siempre, algo está mal

— ¿Estás bien? —reposo mi mano sobre su hombro, para que sienta el apoyo.

— Si, solo... —se queda en silencio unos segundos pensando— No pude dormir bien anoche —sonrie nerviosa rascando su nuca

— ¿Segura? —cuestiono no muy convencida de su respuesta, se siente y se puede ver qué algo no está bien en ella.

— Si, estoy segura —recupera su semblante de siempre, el tranquilo y despreocupado— Debemos subir, creo que desde la azotea se nos podría ocurrir algo para salir de este lugar —sonríe confiada

— De acuerdo, iré en busca de Clau —

Ella asiente caminando hacia el otro lado de la habitación, busco a Clau en alguna de las oficinas para despertarla, pero no fue necesario, mi compañera ya esta despierta y solo observa algún punto vacío del lugar.

— ¿Sigues aqui? —cuestiono recargándome en el marco de la puerta cruzada de brazos

— Si —contesta simple sin apartar la vista de aquel punto

— ¿En qué piensas? —curioseo al verla tan concentrada

— En qué todo esto es extraño ¿No te parece? —voltea a mi dirección, no digo nada solo espero a que ella se explique— Piénsalo ¿Cómo es que ella pudo comunicarse con nosotras anoche? Se supone que no hay electricidad en toda la ciudad ¿Porque aquí si?

Me quedo un momento en silencio llevando mi dedo índice a la barbilla, pensando en lo que me acaba de decir, tiene razón desde hace años que la electricidad dejo de existir para nosotros, no en su totalidad pero es muy raro encontrar lugares con eso en especial

— Más allá de la electricidad, también es raro el piso de abajo repleto de caídos encerrados 
¿Cuando? Y ¿Porque? Están ahí —respondo

— Y ¿Cuánto tiempo lleva tu amiga aquí? —Clau se levanta aún pensativa acercándose a mi

— Se lo preguntaremos, nos espera en la azotea, tenemos que pensar en algo para salir de aquí, desde la altura podremos ver algo del panorama que nos espera —ella asiente aceptando la propuesta.

Ambas nos dirigimos a la azotea en silencio, pensando en todo, lo que dice me causa curiosidad, mezclando la sensación extraña que tenía Abi hace unos minutos hace que sospeche aún más que algo no está bien.

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