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No sé cómo ni desde cuándo, lo que si se es que nuestro amor se había enfriado a medida que nuestros hijos se iban de nuestro lado, ya para cuando quedamos solo los dos, la realidad de hizo más cruda. Ya no había intimidad, no más besos, no más caricias, ya simplemente éramos dos desconocidos que compartíamos la cama. Su rutina era sencilla y simple, en la mañana le preparaba el desayuno, mientras el leía su diario y tomaba el té, para cuando terminaba se iba a trabajar a las instalaciones de la ONU.

Ya entrada la noche, llegaba cansado directo a su estudio, en donde se encerraba hasta tarde, como estúpido, le llevaba su te preferido, esperando que aliviara un poco la carga, ya muy tarde, se acostaba dándome la espalda, había olvidado lo que significaba sentir el calor de un hombre, sentirme amado. A veces los niños venían a verme y me hacían compañía, me contaban de sus relaciones, aunque el que más lastima me daba era mi pequeño USA, su personalidad hacía que otros se alejaran, pero en el fondo era un dulce niño.

Comencé a visitar a Italia en el restaurant, pasaba horas divirtiéndome con él, de vez en cuando tomábamos té junto con postres sabrosos, ya llegada la tarde a volver a mi triste realidad, pero al parecer eso no sería este día, cuando llegué a la casa, el inglés estaba sentado en la sala de estar mientras leía su diario. Al sentir la puerta abrirse bajo el diario y me miro, un frio recorrió mi espalda, algo me decía que hoy pondría fin a esta relación, pero un miedo comenzó a invadirme, una inseguridad, ¿Por qué, nuestra relación ya se había acabo? Mis lagrimas comenzaron a caer.

Traté de detener mis lagrimas con las manos, justo en ese momento sentí sus brazos en torno a mí, acaricio suavemente mi cabeza, nos quedamos así en silencio, era un adiós o...

Lo siento... – Susurro, al escucharlo mi pecho dolía, como era posible que a pesar de todo lo siguiera amando.

No sé desde que momento nuestra relación comenzó a perder fuerza... será que después de criar a nuestros hijos, seguir una estructurada y esquematizada vida, termino por apagar la chispa... – Él hablaba mientras de que mis latidos se aceleraban, golpeando fuertemente mi pecho, dolía demasiado.

Se que deje de darte flores, los chocolates que te encantaban, dejé de susurrarte como me sentía, olvide como acariciarte, besarte, mientras me hundía en la monotonía de la vida... pero no me imagino una vida sin ti – Me aleje un poco de sus brazos para poder ver su rostro, estaba sorprendido de lo que estaba escuchando, el me acaricio amorosamente la mejilla mientras se llevaba a la rastra las lágrimas que seguían escapando.

Quería preguntarte desde hace mucho... mi francés adorado ¿Quisieras darme una nueva oportunidad para enamorarte?, ya gestioné medidas para pasar mayor tiempo contigo, salir, ir a restaurantes, visitar ciudades, mientras caminamos tomados de la mano, comportándonos como 2 jóvenes ilusos, con miradas coquetas e ingenuas, risas juguetonas... al diablo el trabajo, que me ha dado nada, por el contrario, me quito la oportunidad de ver crecer a mis hijos, de estar con mi mujer, de ser un buen padre y marido... – Al oírlo solo lo abrace con fuerza, mi corazón latía, mis mejillas se sentían calientes...

Todo fue hermoso, realmente desearía que todo eso hubiese pasado, en vez de despertar solo, abrazando la almohada, mientras mis ojos dolían de tanto llorar...

PD: Esta parte se encuentra en la sección "Cuento corto", la historia comienza en la siguiente sección 

UK x Francia: "Termino de un ciclo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora