La Bestia Decide

Dos caras

Holas! Se que me estan odiando por lo que sucede con Deamon pero bueno, no se supone que todo sea color de rosa...igual, no se pierdan las esperanzas por favor!! Habra una explicacion para todo mas adelante..
La escuela se robo mi imaginacion! Y me cuesta horrores escribir..apesto en serio
Saludos pandix! N♥
Raven P.O.V
Me desperté entre el pelaje suave y calentito de Deamon, enterré mis dedos en él, acariciando suavemente, buscando más calor. Mi imponente lobo, gimió en protesta , se ve que lo estaba lastimando, así que saqué rápidamente la mano de allí, pero al parecer volvió a lloriquear, y acercó su hocico a mi mano.

-No entiendo...quieres que te acaricie, de nuevo?

Chocó mu hocico gigante con mi mano que quedaba mini a su alrededor. Temblerosa de hacerle daño, repeti el proceso que antes había iniciado, y lo escuché ronronear. Seguí con la caricia, hasta que  alguien irrumpió en el cuarto, rompiendo el momento, y recibiendo a cambio, un gruñido estremecedor.

-Lo siento, Alpha- se disculpó Ethan-, lamento interrumpirlos, pero debo controlar sus quemaduras.

Me giré asustada, para tratar de ver dónde se había dañado Deamon, pero la que resultó estar dañada era yo. Todo mi cuerpo ardía, y dolía demasiado. Se sentía horrible. No pude evitar, soltar ese gemido de dolor, que sale por si sólo, sin nuestro permiso.  Deamon, gruñó, pero no fue hacia mi, sino hacia lo que me había sucedido.

Asustada, miré mi cuerpo, buscando que no existieran esas dolorosas heridas, pero me llevé una gran decepción. Mi cuerpo llevaba quemaduras realmente horribles, de esas que uno llave, cuando el fuego permanece en tu piel, más tiempo del que genera una ampolla. Mi cuerpo dolía como el demonio, y yo necesitaba calmarme, antes de que las lágrimas salieran a relucir.

¿Por qué no me dolia antes? porque estaba dormida? Porque estaba con Deamon? No entiendo porque antes no me dolía, pero ahora, lo único que puedo sentir, es como mi cuerpo se retuerce de dolor, y mi mente se nubla, buscando algo que me calme. A lo lejos me parece que hay gritos, pero por Dios, no me interesan, mi piel se deshace con cada segundo que pasa, y al parecer no hay anestesia.

En un momento, que hasta puedo catalogar como maravilloso, Ethan logra inyectarme algo, y el dolor va cesando, junto con mi consciencia. No siento mi cuerpo, no siento mis labios, pero aún puedo ver que hay un Deamon humano, que lleva tan solo unos vaqueros, arrodillado a mi lado, tocando suavemente los lugares donde no tengo quemaduras, arrullándome.

Es a patir de ahí, desde donde no me acuerdo más nada.

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Abro los ojos. Me siento mejor, la tenue luz que entra por las cortinas oscuras de la ventana, no me da indicio de nada, y no soy capaz de determinar en qué hora estoy viviendo. Un rápido ojeo, a mi alrededor, y descubro que no estoy ni en la casa gigante de Deamon, ni en el salón donde desperté, literalmente entre sus patas. Estoy desorientada y mi cuerpo aún duele, pero menos que antes; puedo apreciar, varios cuencos de agua, que al parecer contienen vendas con pus, y eso es lo que deja el color anaranjado en la misma. Soy capaz de mever mis articulaciones, mis miembros, así que sin más demora, miro detenidamente el daño en mi cuerpo.

Genial, estoy hecha un desastre. ¿Por qué siempre me pasa todo ésto a mi? Debí haber sido muy mala en mi vida anterior como para merecer todo ésto.

Me fui levantando de la cama, que atrofiaba mis músculos, el dolor aumentaba pero estaba cansada de tener la misma posición, parece ser que he estado, por un buen rato aquí. 

Camino despacio, y salgo de la habitación en busca de un baño, para poder cambiarme, poder lavarme. Busqué algún cepillo de dientes o algo, pero nada, lo que si vi, fue un kit completo y ropa, que parecía de mi talla.