Capítulo 2: Motociclistas Sorpresas

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En una fría noche, los autos era lo único que se escuchaba en la ciudad, iluminada por la luz de la luna y las luces de los faros en las calles. Una mujer caminaba tranquilamente de regreso del trabajo hacia su hogar, las calles se encontraban iluminadas por los faroles de las calles, pero también se encontraban lo bastante sola.

Sin saber que alguien la seguida, de un momento a otro, era atrapada por aquel sujeto de aspecto demacrado, contando con ropa negra algo sucia, ojos rojos gracias a la marihuana y un olor a alcohol en todo su ser.

Hombre: Hola hermosa, ¿que no sabes que andar por estos lugares es demasiado peligroso? –decía aquel hombre, sujetando con fuerza a la mujer teniéndola contra la pared, deteniendo cualquier movimiento que la mujer hiciera.

Mujer: ¡Aléjate! ¡Déjame en paz! –gritaba con todas sus fuerzas esperando que alguien acudiera a su rescate, pero parecía que sus gritos no daban fruto, al ser callada por aquel hombre tapando su boca.

Hombre: Estas son mis calles, así que nadie puede pasar sin pagar la cuota, ¡perra! –decía con enojo aquel tipo, pero sonriendo de una manera psicópata a punto de acercarse a ella para así comenzar a "recoger la cuota".

Pero algo lo detenía, un sonido extraño se había escuchado, provocando que algo blanco se estrellara contra la pared, alertado, el hombre soltaba a la mujer inconscientemente admirando con curiosidad aquello que había pegado cerca de ambos. Una voz se escucha no muy lejos de ellos.

¿?: ¡Mierda! ¡¿Como pude fallar?! –el sujeto volvía a disparar esa sustancia blanca, logrando chocar con las manos de aquel hombre adhiriéndolo a la pared- ¡Genial! ¡A la primera!

La mujer que se encontraba muy aterrada por el momento, sentía como sus manos eran libres, abriendo los ojos tanto por ser libre, como escuchar al sujeto a lo lejos, aprovechando la oportunidad.

Hombre: ¿Pero qué mier...? -el tipo era interrumpido por un fuerte dolor que recorrió su cuerpo, la mujer había aprovechado el despisto de aquel hombre, dando una fuerte patada en la entrepierna del sujeto.

La mujer, al poder vengarse, se alejaba de su agresor y comenzaba a correr lo más rápido que podía, sus zapatos dejaban oír como sus pisadas se iban alejando poco a poco.

¿?: ¡No tiene nada de que agradecer! Rayos, en estos días ya nadie agradece... -el sujeto se encontraba posado por encima de uno de los faroles cercano al sujeto adherido en la pared-. Diría que la mujer fue descortés pero creo que es válido, estaba llena de miedo por culpa tuya –decía aquel sujeto, dando un mortal hacia adelante cayendo de pie y sin problema alguno.

Hombre: ¡¿Qué putas es esta cosa?! ¡¿Y quién mierda eres tú?! –el hombre se encontraba aterrado y a la vez, confundido por toda la situación en la que él se encontraba.

¿?: ¿Qué acaso no has oído hablar de mí? –preguntaba con curiosidad mientras se acercaba y uno de los faroles lograba iluminarlo y mostrarse ante el hombre- mí nombre, es spider-man, es un gusto conocerte criminal –se acercaba a él para "estrechar" la mano.

-al día siguiente-

La luz del sol iluminaba toda Guadalajara, la ciudad era transitada por toda la gente. Han pasado tan solo dos meses desde que la noticia de un supuesto y verdadero spider-man existía, pero mientras la gente habla de eso, hay personas que solo dicen que es puro cuento, otros piensan que es un mito y pocos afirman que es real.

La campana de una escuela sonaba, marcaba la hora de entrar a clase, todos los alumnos del salón entraban y se sentaban en sus respectivos asientos, pero había un asiento vacío junto a tres chicas.

The Amazing Spider-manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora