Capítulo 10: Decisión final

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Gracias a las explosiones de los soportes que ayudaban a mantener al edificio, hizo que se destruyera y callera encima de nuestro héroe junto con Geo, pero esto no detuvo a nuestro héroe para poder salvarse de manera asombrosa. Sosteniendo una gran viga que lograba sostener todos los escombros, nuestro héroe sufría al estar deteniendo tanto peso, mientras su amiga se encontraba desmayada a sus pies.

Spider-man: ¡Agh...! –su respiración comenzaba agitarse todavía más por el esfuerzo que aún tenía que hacer para no dejar que todo se les cayera encima- ¡Ayuda...! ¡Por favor...! ¡No puedo sostener esto...! –sus gritos no daban fruto alguno ya que para desgracia de él, nadie escuchaba ni se encontraba alrededor.

La máscara le estaba impidiendo un poco más la respiración, tratando de guardar la calma y pensar cómo salir de esto, gotas consecutivas de agua comenzaban a presentarse. Esto no era nada bueno, ya que esto si seguía así, podrían ahogarse vivos, así que el tiempo estaba en contra de ellos. Logrando quitarse la máscara para poder respirar mejor, a consecuencia de que el peso se haría mayor, reduciendo su espacio mientras el agua comenzaba a subir lentamente.

Oswaldo: No... No podre con esto... Geo... Lo lamento... Moriremos aquí... -soltando lagrimas por la impotencia mientras cerraba sus ojos con fuerza, el dolor que sentía en todo su cuerpo se hacía presente mientras su respiración se hacía más agitada.

Al abrir un poco los ojos, miraría a Geo inconsciente y al lado, su máscara hundida a la mitad, mirando su reflejo en el agua mientras la máscara tapaba la mitad del reflejo, recordando todo lo que ha vivido, todo lo que ha sufrido, todo el dolor que ha pasado, pero solo para que la gente de su ciudad se encontrasen a salvo.

Oswaldo: No puedo darme por vencido... Aun no es mi hora de morir... -decía tomando firmemente la viga que lo ayudaba a mantener soportado los escombros, volteando a ver a su amiga- y tampoco es la hora de ella...

Con esto dicho, sacaba fuerzas desde lo más hondo de su alma, sintiendo como lentamente los escombros comenzaban a levantarse, repitiéndose así mismo la palabra: "tú puedes... Tu puedes Oswaldo..." dándose aliento y ánimos, los escombros cada vez más se iban levantando, para al último decir una palabra que lo llenaría de fuerzas y valor: "tú puedes hombre araña...". Su valor, esfuerzo y carácter lo habían ayudado a superar cada prueba que se le había presentado, y esta no sería la excepción, logrando levantar más y más los escombros hasta moverlos y abriendo un espacio en el techo y poder tomar a su amiga, ponerse su máscara y salir de los escombros con un tirón de red y llegando al techo de un edificio, recostándola suavemente y tocando su cuello para detectar el pulso, lo cual lograba hacer y suspirar tranquil al saber que su amiga estaba con vida.

Spider-man: Me alegra saber que estas bien... -la abrazaba con suavidad, pero una voz se hacía presente en el lugar.

Sp1der-V0lt: Supuse que serias tú el del desastre, pero me quede pensando que aún no llegabas –decía con firmeza y calma mirando al héroe.- Tienes corazón spider...

El joven apenas podría respirar y mantenerse de rodillas, sus piernas, brazos y torso le temblaban. No tenía fuerza alguna para poder moverse, el vigilante se acercaba al chico que abrazaba a su amiga, para así tomarlo de los hombros con su mano con calma, pero la tranquilidad del lugar no duraría mucho, Shirubākirā habría regresado al lugar al recibir una notificación de un movimiento en el lugar gracias a un escáner que se encontraba en el edificio de al lado.

Shirubākirā: Tienes más vidas que un gato... -su voz lo decía todo, estaba furiosa al ver que ni el edificio pudo destruir a su objetivo principal- entonces tendré que hacerlo yo misma...

Sp1der-V0lt: O no amiga, claro que no... -se pondría en guardia y poniéndose delante del joven para poderlo defender, pero algo llamaba su atención, algo había tomado su brazo.

Spider-man: V0lt... -sujetando el brazo de su amigo, lo voltearía a ver con algo de debilidad- llévatela lejos... Ella me quiere a mí, no a ti ni a ella...

Sp1der-V0lt: Pero...

Spider-man: Solo hazlo... -decía levantándose como podía con su amiga en brazos, entregándosela con cuidado y mirándole fijamente- confió en ti, en que ella estará a salvo...

El joven vigilante, aunque no quería hacerlo, sabía que ahora la responsabilidad estaba en él, así que con ella en brazos, se la llevaría a lejos de ahí, para así dejar a los dos solos en el edificio. Nuestro héroe volteaba a ver a la mujer con enojo y dolor, apenas manteniéndose de pie y con su traje dañado y manchado de su propia sangre.

Shirubākirā: Ahora me asegurare de que realmente duermas para siempre...

Spider-man: ¿Porque hacerlo...? 3 intentos fallidos y no lo has logrado... ¿A qué te lleva todo esto...? Al fracaso... -se ponía en guardia en una pose arácnida sin dejar de mirarla fijamente atento a cualquier movimiento que esta hiciera.

Shirubākirā: Eres un gran guerrero spider... Pero tu tiempo, ha llegado a su fin –sacaba su katana con agilidad y poniéndose en guardia para poder atacar.

Spider-man: Basta de charla entonces... A bailar muñeca...

Ambos comenzaban a luchar con todo lo que tenían, aunque spider-man lograba esquivar la mayor parte de los golpes, no podía ser lo suficientemente ágil por su falta de aire y fuerza, recibiendo así varios ataques de la katana abriendo su piel y desangrándolo lentamente. Parecía que ella tenía la ventaja y la batalla ganada, alzando su espada hacia arriba y dejándola caer con fuerza hacia el héroe, quien lograba detener dicho ataque con toda la fuerza que le quedaba, teniendo en sus palmas la katana sintiendo como se las cortaba lentamente.

Shirubākirā: Lo que no logro entender es porque apareciste, ¿sabes? El balance tanto de la ciudad como del mundo se encontraba bien, pero ahora que llegaste tú, desequilibraste todo, provocando mucho dolor y daño a esta ciudad. Eso es lo que un héroe no hace, ¿o sí? –decía con rabia y molestia al no poder matar a su enemigo.

Spider-man: Ni yo sé porque aparecí... Pero no podría dejar que mi ciudad cayera en la delincuencia de todos los traficantes de aquí... Y mientras mi ciudad viva y la gente de aquí este a salvo... -apretaba con fuerza la daga de la arma que sostenía al igual que el cuchillo de Cletus.- yo seguiré en las calles... Hasta hacer que mi ciudad este a salvo... Porque yo soy el héroe de aquí... Yo soy spider-man...

The Amazing Spider-manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora