Capitulo 1 (Temporada 2): Un sueño hecho realidad.

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Dentro de las industrias Alive se estaba llevando a cabo un experimento del cual podría cambiar el futuro, el Doctor Alejandro Mora estaba a cargo de dicho proyecto. Junto con dos de sus compañeros de trabajo, tomaban una especie de animal del árbol de la vida que conforma la fauna del planeta tierra: Una araña.

Llevándose a cabo pruebas por medio de la tecnología, para así ver los posibles resultados que tendría al interferir el ADN humano con el de la araña. Si esto se lograba, sería la respuesta para muchas enfermedades de las que se viven siempre, pero algo andaba mal, en cada prueba, la araña parecía no estar estable y fallecería en cuestión de segundos. Los resultados no eran los esperados por los miembros del grupo, dándose casi por vencidos, al igual que Alejandro. Decepcionado, saldría del edificio tomando su auto y dirigiéndose a su hogar mientras la noche comenzaba a caer, para poder ser recibido con el abrazo de su familia.

Eduardo: ¡Papá! ¡Qué bueno que regresaste! –decía con gran alegría abrazando a su padre. Era un niño de tan solo 7 años, quien era la alegría de su padre.

Alejandro: Gracias hijo, fue un día algo agotador pero ya estoy aquí –con una sonrisa en su rostro, lo abrazaba mientras lo cargaba en sus brazos y recibir un beso de su esposa.

Paulina: Me alegra que ya hayas vuelto amor, ya está lista la cena, para que te sientes a cenar y vayas a descansar. –regalándole una sonrisa cálida a su marido, para así retirarse al comedor y poder comenzar a servir la comida.

Alejandro: Enseguida voy –reía un poco para así besar la mejilla de su hijo y bajarlo- deja voy al baño hijo, tu ve con tu madre para que le ayudes en lo que necesite.

Manuel: ¡Si papá! –decía corriendo al comedor directo con su madre, lleno de energía y alegría.

Miraba a su hijo correr con tanto entusiasmo sonriendo y caminando al baño para así mojarse el rostro, mirándose en el espejo, se repetía a sí mismo "¿Qué es lo que está fallando?" acerca de lo sucedido en el laboratorio, para después dirigirse al comedor con su familia e iniciar la cena.
Pasada la cena, el hombre se encontraba en la ducha y saldría para así ponerse su pijama y poder descansar, pero no antes encontrar a su hijo y a su esposa en la cama.

Alejandro: ¿Manuel? ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu cama, hijo? –preguntaba algo sorprendido pero con una sonrisa en su rostro acostándose en la cama dejándole en medio de su esposa y de él.

Manuel: Es que quería dormir con ustedes y mamá me dejo, y quería pedirte si pudiéramos ir a ver la película del spider-man al cine –decía sonriendo mientras abrazaba el brazo de su padre esperando una respuesta con una sonrisa en su rostro.

Alejandro: Pues no lo sé hijo... -era interrumpido por la voz de su esposa.

Paulina: Aprovecha que mañana es Domingo, puedes descansar un poco y en la tarde lo llevamos al cine –terminaba su oración soltando una cálida sonrisa, sin duda, era la que había enamorado a su esposo.

Alejandro: Tienes razón amor, claro que iremos. Saldremos mañana en la tarde para poder ir a verla.

Manuel: ¡Sí! ¡Ya duérmanse para que se haga de mañana! –decía el pequeño niño lleno de alegría cerrando sus ojos y tapándose con la sabana.

Ambos adultos sonreían al ver a su pequeño hijo tan feliz para así apagar las luces y poder descansar para poder tener energías para al día siguiente. Las horas pasaban y llegaba la mañana, los padres se despertaban y comenzaban el aseo en casa mientras que el hijo se encontraba dormido, con esto harían tiempo para que el pequeño despertara listo para desayunar, además de tener la casa limpia. Pasaban las horas y llegamos al momento en que la familia se dirigía rumbo al cine, llegando a la gran plaza, se dirigían al cine para comprar los boletos de la película, al entrar, lograban ver la cartelera y un poster del hombre araña.

Alejandro: Hombre araña, director... Sam Raimi.

Paulina: ¿No es quien dirigió esa película que te gustaba cuando éramos jóvenes?

Alejandro: Si, él fue quien dirigió la película del despertar del diablo. Ahora al parecer dirigirá la película del hombre araña, veamos que tal –decía sin muchas expectativas por la película ya que no era muy fan de las películas de súper héroes.

Manuel: ¡Va a estar genial! ¡Ya entremos! –decía el joven niño quien jalaba con su fuerza a sus padres para ir a la sala.

Como habremos notado, nos encontramos en el año 2002, a pocos días de haberse estrenado la película, pero no estamos aquí para eso. Pasaba el tiempo y la película terminaba, el niño salía de la sala emocionado mientras fingía disparar telarañas.

Manuel: ¡Soy el hombre araña! ¡Twiph! –el pequeño había disfrutado la película al igual que sus padres quienes habían salido satisfechos de la película.

Alejandro: Muy buena la película, la verdad admiro mucho a ese director.

Paulina: Vaya que sí estuvo buena la película, solo ve a Manuel, está muy feliz –una cálida y alegre sonrisa se reflejaba en su rostro.

La familia se dirigía a su automóvil para así emprender camino a casa, saliendo del estacionamiento, se dirigían directo a la carretera para poder tomar su camino de regreso a casa, pero algo desafortunado pasaría. Un camión de basura que iba a su máxima capacidad y velocidad, no podía detenerse, provocando un gran choque al vehículo de la familia. Esto provocó que el vehículo diera varias vueltas hasta detenerse y dejar mal herido no solo al auto, sino que a toda la familia. Las ambulancias llegaron rápido, pero para desgracia de todos, el pequeño Manuel habría perdido la vida rumbo al hospital por las fuertes heridas que presentaba.

Alejandro al enterarse de esto, rompería en llanto junto a su esposa quienes se encontraban en la misma habitación del hospital, ese día, en el día más feliz de su hijo, lo habían perdido por culpa de un camión de basura.

Pasando 3 años, el doctor se encontraba en su oficina. Todo se había ido a la mierda con su vida, un año después de la pérdida de su hijo, su esposa lo dejo por una pelea abandonándolo y sin saber de su paradero, pero a pesar de eso, el conservaba el anillo de matrimonio. La amaba, era la única con quien podía hablar de ciencia, pero ahora ya no estaba. Días y días de trabajo duro en su trabajo con las arañas, parecía darse por vencido, hasta que se le vino una idea loca, experimentar con su propia sangre. Una noche, mientras muchos se retiraban a sus hogares, el doctor siguió trabajando en su experimento, haciendo un trasplante de sangre y pasar su ADN con el de la araña, pero no parecía haber un resultado positivo, ya que la araña pareció haber fallecido, dándose por vencido y retirándose a su hogar.

Al día siguiente, al regresar a su trabajo y a su oficina, logro notar como la araña se encontraba en perfectas condiciones, además de haber cambiado de color a unos tonos en rojo y azul, asombrado por el resultado, le expuso su trabajo a sus compañeros y jefes, quienes asombrados aprobaron la producción de las arañas. Esto era un gran avance, con la idea de salvar a miles de personas. Pero tan solo unos años después de su producción, comenzaron las pruebas en humanos las cuales, no resultaron como esperaban. Parecía que el veneno era más potente de lo que antes eran, matando a sus hombres de prueba sufriendo de una dolorosa muerte. La empresa cancelo el proyecto y destruyeron a todas las arañas... O eso pensaban, ya que años después, la araña encontró a un joven quien parecía ser compatible con la sangre que se le había inyectado al pequeño arácnido.

El doctor recibió la visita de un joven chico, el cual le mostro la gran sorpresa de que se podía adherir a las paredes. El chico explicando que siempre fue su sueño ser como el hombre araña de los comics, inmediatamente vio a su hijo reflejado en él. Ese mismo sueño que su pequeño tenía antes de morir.

Oswaldo: Doc, usted creo una araña que esa misma, me paso su ADN modificando el mío para así darme habilidades que ninguna persona tiene, ¿Cree imposible que usted pueda ayudarme a cumplir mi sueño?

Dr. Alejandro: Chico yo... Bueno... -un silencio se apodero de la habitación, soltando un suspiro para después regalarle una sonrisa al joven- veré que puedo hacer.

El chico parecía muy emocionado ya que podría cumplir su sueño, pero no era el único feliz, también Alejandro podía estar feliz al ver que ese joven, era muy similar a su hijo por su forma y actitud, así que tenía el presentimiento de que el joven, haría cosas increíbles tanto para él, como para la ciudad. Cumplir ese sueño, quizá lo vea como poder hacer algo que no pudo hacer con su hijo.

The Amazing Spider-manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora