Capítulo 7: Pasado Animal

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Las noticias no paran de hablar acerca de lo ocurrido con la plaza, pero a pesar de que hubo destrucción, por suerte no hubo heridos, haciendo que las críticas hacia nuestro amigable vecino fuesen buenas, además de comentarios de agradecimiento por la joven chico y el héroe arácnido por parte de los ciudadanos de la ciudad.
Por otro lado de la ciudad, en un almacén viejo, se encontraban dos personas junto a otro grupo de trabajadores armando una gran máquina, mientras los dos hombres observaban la construcción.

???: ¿Esta seguro de esta máquina doctor? –desconfiado, observaba la dicha maquina comenzando a encender.

Doctor Morat: Le aseguro señor, que esta máquina nos dará lo que queremos. Tendremos lo que usted quiere, un súper humano con la capacidad de acabar con Spider-man, solo necesitamos hacer algunas pruebas en humanos... -era interrumpido por aquel sujeto que se encontraba sonriendo extrañamente.

???: No se preocupe Doc, tengo a un sujeto que le servirá de prueba. Me debe un favor.

Pasaban unas horas, de la tarde a la noche, caía la luna junto con las pocas estrellas que se dejaban de ver en la ciudad. Un asalto a una tienda se llevaba a cabo, siendo solo un hombre, quien corría hacia una motocicleta.

Alec: ¡Por fin! ¡Al fin pude dar un atraco! –casi llegando a la motocicleta, algo lo detenía por la espalda jalándolo de regreso.

Spider-man: ¿Otra vez Alec? Ya se está haciendo costumbre ¿no crees? Jejeje ¿Cuantas van? ¿Una por semana? Ya es la sexta vez, ¿no? –decía jalándolo lentamente poniendo lo de cabeza en un poste de luz.

Alec: ¡No puede ser! –se quejaba con algo de desánimo mientras observaba como la gente lo miraba y como llegaba la policía.- Pero algún día podre vengarme de ti...

Las horas dentro de la cárcel parecían días completos, suspirando por la decepción, observaba como la ciudad descansaba en la noche, pero algo llamaba su atención, en la puerta de la celda le hablaba el policía.

Policía: Tu fianza se pagó. Quién lo diría, hasta la escoria tiene amigos. –le habría la celda para así dejarlo libre y guiarlo hasta la salida.

En la entrada de la comisionaría, habría una mujer con un letrero con el nombre del sujeto abriéndole así la puerta, extrañado, se sube sin pensarlo para después encontrarse con un viejo conocido.

Alec: Ay no...

Fortunato: Alec, amigo mío, ¿Cómo has estado? –recibiéndolo con una grata sonrisa ofreciéndole una copa de vino.

Alec: Hola... Emm... Ya no tomo gracias... O-Oye... -algo nervioso pensando que lo habían recogido por las deudas que tenía.- Aun no tengo el dinero suficiente para pagarles, espérenme unas semanas más por favor...

Fortunato: ¿Uh? ¿Deudas? Ja, no. No vine por ti para matarte por las deudas. El señor F solicita tu presencia al otro lado de la ciudad.

Alec: ¿El señor F? ¿Lo veré en persona? –preguntaba aun desconcertado por la situación.

Fortunato: Claro, el desea con ansias poder verte –sonriendo de una manera no muy convencedora, procedía a beber de su copa de vino.

A la mañana siguiente, nuestro héroe se encontraba corriendo por el centro en una carrera contra el tiempo directo a la escuela, estaba por llegar nuevamente tarde. Había tenido una racha de no llegar tarde a clases, pero creo que el día de hoy, había roto esa racha.
Llegando 10 minutos tarde a clase, el maestro parecía molesto con el joven nuevamente, sentándose en su lugar junto con sus amigas. Notando como lo observaban con atención.

Vivi: Y volviste a llegar tarde jejeje.

Aurora: ¿Bueno tu porque llegas tarde? Si no es tan difícil tener un horario y organizarte bien.

Oswaldo: Si tengo un horario pero... -debía pensar en alguna excusa para poder evitar l comentario de haberse quedado dormido.- Es que me pierdo en el sendero de la vida –soltando una leve sonrisa mientras cerraba los ojos, pero este no se esperaba un sopapo de una de sus amigas.

Yara: ¡Ay no mames! No me vengas con eso, no eres Kakashi... -decía con algo de seriedad volteando a ver hacia el pizarrón.

Meritando a sobarse de aquel golpe proporcionado por su amiga, ponía atención para tomar su clase con calma, mientras tanto, en el otro lado de la ciudad, Alec se despertaba después de haber sufrido una extraña contusión hace horas, despertando en una cabina, más grande que él, forcejeando por liberarse, pero al no notar éxito, una voz se lograba escuchar.

???: Tranquilo Alec, estas a salvo dentro de esa cabina. Soy el señor F, y es un placer conocerte.

Alec: No podría decir lo mismo –decía mientras volvía a forcejear para poder liberarse de las esposas que lo tenían atado a la cabina.

???: Calma Alec, si haces esto para mí, te aseguro que tus deudas con nosotros serán pagadas, además, te brindaremos de habilidades especiales para que te puedas vengar de aquel sujeto que te ha metido varias veces a la cárcel.

Alec: Spider-man... -al escucharlo, dejaba de forcejear para así sonreír aceptando dicho trato.

???: -se apagaba el audio para que Alec no escuchara- funcionara, ¿verdad Doc?

Doc Morat: Eso espero, de lo contrario, el sujeto de prueba solo se vería perjudicado en una deformación o en el peor de los casos, muerto... -decía algo nervioso mientras observaba con atención al sujeto de prueba.

???: Hágalo, si no funciona, tengo más sujetos de prueba con los que puede experimentar –decía con firmeza mirando a Alec muy calmado y observando su entorno.

Doc Morat: Bien... -suspiraba un poco para así dirigirse a un maletín, poniéndose sus guantes, abria dicho maletín para asi sacar una minúscula piedra de color morada, poniéndola en un balón de destilación, comenzando agregar unos químicos.

???: Que es eso Doctor –con tranquilidad observaba el proceso que hacia el hombre.

Doc Morat: Esta pequeña piedrita es tanzanita de carbono, una muy rara en el planeta y escasea. La estudie a fondo, y gracias a mis estudios, pude determinar que el algoritmo del ADN del hombre, al ser inyectado con esta piedra, nos permite tener un acercamiento a nuestro animal interior. El reino animal es tan basto, que uno puede que su animal ancestral sea un león, o un ratón.

Comenzando el proceso de extracción de la piedra, pasando a los químicos, un tubo conectaba a la máquina, quien procedía a inyectar al sujeto de prueba con esta sustancia, el hombre soportaba el pequeño dolor que esto le afectaba y al terminar, la inyección era retirada al igual que dichos tubos.

Alec: ¿Uh? ¿Eso era todo? ¿Tanta máquina para una simple inyección? Jajajaja pudieron habérmelo pedido antes –reía ante lo sucedido, ya que este se sentía normal.

Pero eso cambiaria de un momento para otro, dejando de reír comenzando a sentir un gran ardor y dolor en su cuerpo, comenzando a gritar de dolor, este comenzaba a crecer poco a poco mientras su piel comenzaba a ponerse de un tono gris siendo está un poco más dura y resistente, 10 veces más que la del humano promedio, a esto, se le comenzaban a crear un par de cuernos en la frente, el cual le provocaban mucho dolor haciendo que su grito, fuera agonizante.
Comenzando a forcejear las esposas, logrando destruirlas al igual que la cabina ya que había crecido el doble que era, midiendo así poco más de 2 metros de alto. El dolor comenzaba a cesar, haciendo que esté cayera al suelo, sintiendo como el dolor se iba al igual que el ardor.

Alec: ¿Qué...? ¿Qué me paso...? –su voz se había vuelto más grave, levantándose un poco y notando lo alto que era, mirando a sus manos y volteándose a ver en un espejo roto notando el cambio.- ¡¿Qué me hicieron?! –lleno de ira, destruía la cabina con mucha facilidad, su fuerza había incrementado, en eso, una voz lo detiene.

???: Mirate nomas Alec, estas hecho un rinoceronte. Te dimos lo que te hemos ofrecido, habilidades que en tu vida, alguien se igualara a ti. Mira, doc, explíquele lo que sucedió.

Doc Marot: Lo que te inyectamos hizo que tu ADN se conectara con los archivos de tu animal ancestral, trayéndolo así contigo y modificándote, mejorando todo de ti. Es un gran milagro lo que hemos realizado aquí Alec, eres un súper humano.

???: Desde ahora, te llamaras Rhino, y con eso, podrás aplastar aquel insecto que antes te encerraba en la cárcel.

Alec: Si... Con esto, ¡podre por fin tener mi venganza! –decidido, saldría del lugar atravesando con facilidad la pared del almacén gracias a su poderoso y fuerte cuerno delantero.

???: Bien doctor, considere esto como su mayor logro –decía retirándose hacia una camioneta, subiéndose así y alejándose del lugar.

El Doctor observaba como ambos hombres se retiraban del lugar, soltando un quejido al ver todo su trabajo destruido, les ordenaba a sus hombres comenzar a limpiar el lugar.
Mientras tanto, las clases terminaban y por fin daba salida a nuestro grupo de amigos, caminando cada quien a sus casas, o al menos las 3 chicas, ya que a nuestro amigable vecino se dirigía a algún lugar para vestirse y patrullar un poco antes de regresar a casa, pero su sentido arácnido le alertaba de algo, cerca de la calle principal del centro, se podían escuchar gritos.

Spider-man: Esto parece que no es algo bueno... -se dirigía rápidamente al lugar, mientras tanto.

Alec se encontraba en la calle principal caminando tranquilamente, la gente aterrada corría por el lugar al ver como un auto se dirigía a él, y este lo recibía con su cuerno levantando el carro y arrojándolo a un edificio, golpeando así el edificio y rompiendo un poco de este, cayendo hacia un grupo de personas, era detenido por las redes del arácnido, salvando a las personas y a la que estaba inconsciente en el carro.

Spider-man: Tranquilo, ya estás bien... -sacando con cuidado al conductor y bajándolo con cuidado, volteando a ver a la gran criatura.- ¡Wow! ¡¿Amigo que te paso?!

Alec: ¡¿Acaso no me recuerdas insecto?! –decía sonriendo al ver a su presa enfrente de él.

Spider-man: En primera, las arañas no son insectos, son arácnidos. Y en segunda, no, ¿debería? –decía con un tono sarcástico mientras tenía la guardia alta.

Alec: Pues deberías... Ahora que soy esto, ¡podre vengarme de todas las veces que me metiste a la cárcel! –gritaba de furia al aire y golpeaba el suelo con fuerza creando un gran cráter de este.

Spider-man: ¿Todas las veces? ¿Alec? ¿Qué te hiciste? –asombrado por la transformación de su rival, poniéndose en guardia al instante.

Rhino: No. Ya no más el debilucho de Alec. ¡Ahora soy RHINO! –corría hacia el héroe el cual esquivaba su envestida, atravesando la pared con cierta facilidad.

Spider-man: ¡A LA MADRE! –admirando con asombro y algo de miedo el gran hueco que había dejado en el edificio.

Rhino: ¡Jajajaja! ¿Acaso me tienes miedo, arañita? –salía del hueco sin ningún rasguño más que solo polvo.

Spider-man: ¿Quién demonios te hizo esto Alec? ¡Este no eres tú! –decía disparando una red hacia él, jalándole contra el golpeándolo en el estómago, pero se quedaría asombrado al ver que ni cosquillas le hizo.

Rhino: ¿Asombrado arañita? ¡Este es mi verdadero yo! –aprovechando que el héroe traía la guardia baja por el asombro, lo golpeaba con fuerza lanzándolo contra un edificio hiriéndolo al instante.- ¡Este siempre fue mi verdadero yo! Y ahora, ¡podre vengarme de ti!

Corriendo lo más rápido posible para embestir al héroe herido, logrando su cometido y con él, abriendo un hueco grande en un edificio, dejándolo caer en el suelo para después tomarlo del pie y estrellarlo contra la pared una y otra vez, como si fuera un muñeco de trapo. Arrojándolo contra una ventana saliendo del lugar y chocando con el ventanal de una tienda de deportes.

Spider-man: Mi-Mierda...~ Esto s-se está co-complicando... -apenas con la fuerza para poderse mover, lograba ver como Rhino se acercaba amenazadoramente al lugar.- Bien... En las caricaturas esto funciona... -decía al ver una pila de esferas de pesas algo grandes, dejándolas caer en dirección a Rhino.

Pero esto no era nada para él, pisándolas como si fueran hormigas, destruyéndolas con mucha facilidad. Esto haría reír al gran hombre quien no era nada para él.

Spider-man: Nota mental... Nunca confíes... De las caricaturas... –apenas pudiendo estar de rodillas, Rhino lo tomaba de la cabeza con una sola mano levantándolo lentamente.

Rhino: ¿Viste lo que le hice a las bolas esas? Ahora imagínate lo que le haría a tu cabeza –sonreía sin mostrar algo de humanidad, consumido por su venganza.

Spider-man: Me lo imagino... Pero no quiero experimentarlo... -observando unas pesas detrás del hombre, dispararía sus redes a ellas, jalándolas con fuerza, haciendo que golpearan al sujeto, mostrando algo de dolor por el impacto.

Aprovechando esto, ahora sin contener su fuerza, lo patearía en la cara con todo lo que podía, logrando liberarse de este y salir de la tienda. Con un ligero dolor en el pie por el impacto, comenzaría a observar su entorno.

Spider-man: Los golpes normales no le afectan... Solo las cosas pesadas y fuertes si... Si piel es impenetrable... ¿Qué haría el verdadero Spider-man ahora...? –mirando su entorno buscando una posibilidad para derrotarlo, logrando ver el gran letrero de neón encima de la tienda.- Su piel es impenetrable... Pero no deja de sentir... Puede que eso me ayude...

Rhino por su lado, el golpe recibido si le había dolido un poco, pero se sentía muy cansado, tomando así unas bebidas energizantes de la tienda y las exprimía para así sacar su líquido, bañándose con este, teniendo un segundo respiro, estaba listo para volver al combate. Por otro lado, Spider-man ya sabía lo que tenía que hacer, al ver a su rival comenzar a correr, este dispararía su red al letrero, jalándolo hacia abajo y dejándoselo caer a Rhino, el cual, comenzaba a electrocutarse por la electricidad que aún estaba recibiendo el letrero.

Rhino: ¡AHHHHHHH! –gritando de dolor, este caía rendido al suelo mientras la electricidad aun lo rodeaba.

Spider-man: Y eso le llamo, un RhinoShock. –decía por último, mirando que los trabajadores desconectaban el letrero y la policía llegaba.- Es todo suyo oficiales –se despedía alejándose del lugar con un tirón de red y comenzando a balancearse tomando su mochila de donde la había dejado.

Con esta pelea finalizada, estaba claro algo: alguien podría estar creando y contratando a gente para acabar con él. Pero la duda es en quien sería esa persona. Esto no acabaría hasta poder terminar con el crimen de la ciudad, analizando su batalla, podemos dejar en claro que la fuerza de su enemigo es impresionante, pero no pensaba al atacar yéndose solo a la fuerza bruta, ahora debía ser más estratégico.

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