Oswaldo: ¿Usted sabe algo al respecto de esto? –preguntaba con curiosidad cruzando sus brazos después de quitarse su mochila y ponerla en una silla.
Dr. Alejandro: No, realmente no... No sabía que las industrias Alive tuvieran una en Japón –sentándose en su escritorio comenzando su búsqueda, hasta encontrarla.- Muy bien, esto es nuevo y no lo sabía, pero en Japón, la industria Alive se encarga de la tecnología y modelos última generación, experimentación robótica y medicina experimental moderna.
Oswaldo: Robótica... ¿Entonces hemos de suponer que estos robots provienen del otro lado del mundo?
Dr. Alejandro: Creo que sí, pero investigare al respecto, mientras, no bajes la guardia ante nada, ¿Okay?
Oswaldo: Si Doc, no hay problema.
Dr. Alejandro: Bien, confió en que lo harás. Oh, por cierto, ten esto –sacaría una caja no tan grande debajo de su escritorio, entregándosela al joven.
Oswaldo: ¿Qué es esto? –preguntaba curioso para después abrir la caja.
Dr. Alejandro: Son 500 cartuchos nuevos de telaraña, cada una puede generar más telaraña que los cartuchos que te di antes. Primero acábate los primeros y después usa esos nuevos.
Oswaldo: -sonriendo, guardaba la caja en la mochila, para así abrazarlo.- Muchas gracias Doc, por todo.
Observaba como el joven se retiraba por la ventana para volver a sentarse en su silla comenzando a investigar aquella empresa japonesa que tenía las Industrias Alive, mirando todo lo que se fabricaba con el slogan: "Si evolucionan ellos, nosotros también". Mirando cada catalogo que tenían mirando maquinas, animales alterados, etc. Pero entre los objetos, veía los mismos robots que habían atacado al chico, confirmando lo que habían dicho.
Saliendo de su oficina para ir a la impresora general e imprimir unos documentos de un estudio realizado, además de los datos que tenían dichos robots para averiguar más de ellos. A lo lejos, podía ver como alguien de aspecto asiático entraba por el puerto de helicópteros que tenía la empresa, llegando a hablar con el jefe de la industria.
Chiyo: Es un gusto poder conocerlo en persona Norman Olmo –hacia una reverencia enfrente del hombre quien igual respondía el saludo de la misma manera.
Norman: El gusto es mío señor Chiyo Yamamoto, nos alegra que haya podido venir desde muy lejos –adulaba a su colega mientras comenzaban a alejarse rumbo a su oficina para poder hablar en privado.
Era algo raro ver a los dos juntos, ya que todas las juntas que se habrían tenido entre los jefes de las industrias, eran por video llamada. Pero la curiosidad de Alejandro lo llevo en acercarse un poco a la oficina, pero uno de los guardias estaba cerca, así que al verlo, mejor se retiraba y mirando la hora, se dirigía al área de comida, ya que era hora del almuerzo. Sentándose en una mesa, se acercaban dos colegas para comer junto a él.
Jaime: ¿Qué pasa amigo? Has estado algo distante desde hace unos pocos días –decía mientras se sentaba al lado de su compañero.
Daniela: Vamos Alex, que te tiene tan ocupado que ya no hablamos.
Alejandro: Pues... Eh revisado los archivos de esta industria y bueno, sabemos que trabaja con tecnología avanzada para mejorar la ciudad, ¿no?
Jaime: Claro, eso toda la ciudad lo sabe.
Alejandro: Lo que no sabíamos es que, en Japón, la industria Alive trabaja en robótica y esta mañana, un robot ataco al héroe conocido como spider-man.
Daniela: Bueno, sabemos que muchas personas quieren acabar con él, pero, ¿porque te interesa tanto?
Alejandro: Pues el robot que lo ataco pertenecía de nuestras industrias.
Jaime: ¿Acaso insinúas que la empresa está haciendo robots que buscan la muerte del chico? –preguntaba buscando arreglar su mente al estar confundido por lo dicho de su compañero.
Alejandro: No lo sé, pero solo es una corazonada. Si eso se da a conocer, la industria puede llegar a caer y nosotros junto con la empresa. –pensaba detenidamente ante lo dicho, soltando un suspiro para así poder comer de su sándwich.
Los días pasan rápido, pero las investigaciones continúan sin llegar a un gran resultado, llegando al punto de casi rendirse. Nuestro doctor se dirigía a casa mientras escuchaba las noticias en su auto conduciendo con calma, mientras pensaba: "¿sigo sin entender el por qué la empresa trataría de matar a Oswaldo? Hay muchas cosas que necesitan respuestas pero no las eh podido encontrar", unas sirenas lo sacaban de su mente mirando a dos vehículos policiales pasar cerca de el y escuchar en el radio la siguiente noticia:
"En otras noticias, un grupo de criminales está aterrando el centro de la ciudad agrupando a mucha gente. Nosotros nos encontramos lejos de la escena para permanecer a salvo, a todos los que estén escuchando esto, aléjense del centro ya que no es seguro... ¡Un auto de los policías acaba de salir volando y caerá en un grupo de personas! Esperen... El auto se detuvo. ¡Spider-man acaba de llegar!"
Al escuchar la mención del chico, sonreía de lo orgulloso que él se sentía por el joven, para así cambiar de estación y comenzar a escuchar música, para así poder llegar a casa con calma. Bajando del auto y entrando a su hogar, un mensaje le borraba la sonrisa del rostro.
*Jaime: Alejandro, hay junta nocturna en un rato más. Lo sé, también a mí me fastidia porque ya estaba regresando a casa. Te veo allá amigo.*
Alejandro: ¿Es enserio? –bufaba de rabia dirigiéndose nuevamente a su auto e ir de camino directo al edificio, sin ganas de ir, pero que más podía hacer.
Camino al trabajo, pasaba cerca de un edificio que estaba en construcción cerca de la expo de la ciudad, notando a una mujer con aspecto raro, no le tomaba tanta importancia. El edificio exploto derrumbándose y lanzando escombros grandes a su alrededor, buscando esquivar cada uno de los escombros logrando el cometido pero sin fijarse, un camión grande que venía por otro carril que hacía lo mismo que Alejandro, terminaría estrellándose con él. Dejándolo inconsciente y gravemente herido por el gran impacto.
Los paramédicos habían llegado al lugar para atender a las dos personas del choque, el señor del camión no parecía tener graves daños más que algunos golpes, pero no podíamos decir lo mismo de Alejandro, quien estaba al borde de la vida y la muerte, los hombres lo tomaron con cuidado, pero con esto, notarían un charco de sangre que había brotado de él. El brazo derecho lo había perdido, esto asombro y asusto a los paramédicos llevándolo rápidamente al hospital con urgencia, dejando el auto de Alejandro atrás, este había sido destruido en su mayoría.
Ha pasado un día desde que lo hospitalizaron, pero se encontraba en coma. Nuestro héroe había escuchado del incidente del Doc, dirigiéndose rápidamente a la empresa en donde trabajaba, llegando con la recepcionista y preguntando por Alejandro.
Recepcionista: ¿El profesor Alejandro Mora? Está hospitalizado por un gran choque, se encuentra en el hospital general de la ciudad.
Oswaldo: Oh... Muchas gracias señorita –se despedía con calma saliendo del lugar y corriendo a un callejón cercano para así vestirse y comenzar a balancearse con destino al hospital donde Alejandro se encontraba.
Dirigiéndose lo más rápido que podía tomando varios atajos y pasando por encima de casas pequeñas para ir mas rápido, mientras se pensaba: "¿Cómo es que paso? ¿Y en qué momento?". Angustiado por el bienestar de su amigo, más que como el que le dio sus poderes, era un amigo, casi un hermano mayor para él. Llegando al hospital, se cambiaba el traje mal cosido y dañado, por su ropa de civil y entrando al hospital preguntando por él.
Doctor: Fue el día de ayer en la noche, cerca de la expo. Un edificio exploto de la nada y provoco un choque, ahí fue donde lo encontramos.
Oswaldo: Ya veo... -aquella explosión que lo enterró vivo junto a su amiga, había sido el culpable de que el accidente ocurriera. Pero por otra parte sentía que era su culpa, quizá la presencia de spider-man en la ciudad, haya sido quien provoco que llegara a sus límites.
Doctor: Él se encuentra bien, pero está en coma. No sabemos cuándo despertara. Te dejo un momento con el chico –decía suspirando un poco y saliendo de la habitación.
Observando a su amigo en cama, no podía evitar el caer de rodillas al lado de la cama, culpándose a sí mismo de haber sido el causante de todo lo que pasaba en la ciudad.
Oswaldo: Lamento todo lo que le sucedió... A la ciudad... A ti... Lo siento mucho... -soltando lágrimas de sus ojos sintiéndose impotente de las cosas- perdió su brazo todo por mi culpa...
Soltándose en llanto, algo tomaba su mano débilmente, haciendo levantar su mirada y ver como Alejandro se despertaba poco a poco, para después regalarle una débil sonrisa.
Alejandro: Podre estar en coma... Pero aun puedo escuchar...
Oswaldo: Doc... -decía limpiándose una de sus lágrimas y soltando una leve sonrisa- está bien...
Alejandro: Dentro de lo que cabe... -decía con la sonrisa en el rostro, se sentaba poco a poco en su cama siendo ayudado por el chico.- Mira, esto no es tu culpa...
Oswaldo: Claro que si... Yo estuve ahí y no pude salvarlo...
Alejandro: No siempre puedes salvar a todo el mundo... Esa es la peor parte de trabajar como un héroe, ¿pero a cuantas personas no has salvado?
Oswaldo: ¿Cuántas no han muerto desde que yo aparecí? Ya no sé qué hacer...
Alejandro: Si sabes, solo no te dejes llevar por el dolor, ¿Okay...? –decía poniendo su mano en el hombro del chico para así mirarlo fijamente.
Al parecer, eso era verdad. No siempre puedes salvar a todos, esa es la desgracia de ser un héroe, pero Alejandro tenía razón. A cuántas personas nuestro joven héroe no habría salvado, quizá sí, la presencia de spider-man provoco miedo a los criminales haciéndoles buscar alguna manera exagerada de acabar con él.
Pero gracias a él, la criminalidad ha bajado en la ciudad e inspirado a muchas personas, esto no es mucho, ya que aún faltan más cosas por vivir spider-man, así que estate atento a todo lo que se te pueda cruzar en tu camino.
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The Amazing Spider-man
Fanfiction¿Qué pasaría si la red de la vida, apuntara a alguien que no es Peter Parker? Aquí descubriremos la historia de un joven chico que cumplirá su sueño de ser el héroe de sus sueños, en un mundo donde no hay superhéroes, ni super poderes... ¿O eso cree...