*La cruel realidad*
~Ashton~
*3 horas antes*
Estoy tan jodido.
Estoy tan malditamente jodido.
Mi vida no siempre ha sido una completa mierda. Recuerdo que antes de todo esto tenía una vida, una normal. Con amigos "normales." Con padres normales, una familia como cualquier otra. Pero todo cambió tras la muerte de mi padre y los errores de mi madre. Aunque no la juzgo. No por completo. Sé que es difícil perder a alguien a quien amas, porque yo pasé a través de eso con ella. Y si vuelvo a sentir como mi corazón se rompe otra vez no se si logre soportarlo. Pero tengo que ser fuerte. Tengo que ser capáz de encontrarla o jamás, jamás me lo perdonaré. Si no lo hago pronto, estoy seguro de que perderé la cabeza. Y por Dios... estoy muy seguro que todo este tiempo no he hecho lo suficiente para cuidar de ella.
Comenzando con que la dejé irse sola a casa aquél día. El peor error de todos. No es la misma chica desde entonces.
Tampoco resultó ser una buena idea el haberme alejado de ella por su "bien". Palabras de Marcus no mías.
Jesús aún recuerdo la primera vez que la vi entrar por la puerta del auto. Lucía tan hermosa que no pude detenerla de cometer una locura. Porque oh, joder. ¿Cómo decirle que no a ella?
*Flashback*
La puerta se habrió de golpe y en menos de 5 segundos una pequeña chica se encontraba sentada en la parte trasera del auto, en medio de nuestros asientos.
-¿Saben? No tengo la menor idea de quienes son ustedes dos-dijo señalando de Jeremy hacia mí-pero les juro que si continúan siguiendome a todas partes las 24 horas del día, los 7 días de la semana-guardó silencio por unos segundos- se arrepentiran...- Cristo, la chica sólo tiene 15 o quizás 16 años y es toda una fiera. Su mirada es seria. Nos está retando a contradecirla. Está a la espera.
Aún estoy estupefacto en mi asiento. Jeremy intenta articular alguna palabra, pero nada sale a través de sus labios.
Esto es una locura.
Esto es una completa locura.
¿Quién en su santo juicio sube al auto de un completo desconocido?
Pues, obviamente, ella. Pienso después de verla ubicada entre nosotros.
Después de unos cuantos minutos en silencio sonrie y palmea nuestras mejillas.
-Así me gusta, chicos-se da la vuelta y sale del auto como si nada hubiese sucedido. Se voltea una vez que esta con sus amigas y nos saluda, luego se marcha riendo por cuelquier comentario que hace la chica junto a ella.
Desde ese instante la amé. Y estoy seguro que Jeremy también. Pero ninguno de los dos está aquí para hacerla feliz. Todo lo contrario y ese pensamiento termina matándome.
~°°°°°°°°°~
-Jesús- Murmuré cuando sentí una pequeña mano hacerse un puño en mi camiseta, presionando lo suficiente para estrellarme contra los casilleros.
-Te advertí a tí y a tu amigo que se mantuvieran alejados-su cara está a escasos centímetros de la mía. Y Dios, estaría pecando si dijera que eso no provocó nada dentro de mí. Porque realmente me encendió en lugares que a mis casi 16 ninguna chica había calentado antes.