Capítulo 4

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*¿Un instante en el pasado?*

~Lena~

*Una hora antes*

-Lena...Lena...-sentía unos leves golpecitos en mi mejilla-Joder Sean, te dije que no la golpearas tan fuerte ¿Qué crees que le diremos al jefe cuando se entere de que la dejaste inconciente o con alguna contución o algo así por el estilo?

-No se detenía ¿Qué esperabas que hiciera? Sus patadas iban a diestro y siniestro ¿Acaso querías que me dejara sin desendencia para después tranquilizarla?-gruñó una voz masculina cerca de donde me encontraba.

-Quizás...

-¡¿Estás loca?! Quiero un puto hijo, no ahora, pero lo quiero-dijo éste orgulloso por su comentario.

-¿Quieres tener un hijo, puto? ¿Igual que tú? Esto es el colmo. Que mal padre vas a ser...

-Mierda, Ela.  Te digo que quiero un hijo y tú solo escuchas cuando digo puto.

-Hay cosas que salen de tu boca que no tienen sentido y son realmente preocupantes, así que simplemente prefiero ignorarlas.

-Sí, sí. Como tú digas...

-Lena...-Otro golpe, pero este sí que me despertó.

¡Por la barba de Santa! Creo que desde un principio debí haber abierto los ojos. De seguro tendré la forma de esa mano marcada en mi cara por días o quizás semanas...

-¡Ja! y decías que era yo el...

-¡Joder! ¡Maldita loca! ¡Estoy despierta!-me llevé una mano a la mejilla, al parecer ya las habían desatado-Puta sea mi...-me contuve de decir algunas palabras no aptas para menores de diez años- Mierda- upss. Se me escapó una, pero es que era inevitable. Al darme cuenta en el lugar en el que me encontraba fue como un tonto impulso que no pude frenar.

No es lindo despertar rodeada de personas armadas. Y mucho menos si éstas te están apuntando a tí.

-Hasta que al fin-murmura con cansancio- Pensé que este imbécil te había matado-¿lo dijo para que me sintiera mejor? Porque no estaba funcionando.

-¿A quién le dices imbécil? además quien fue la loca que casi le arranca la cabeza con una cachetada.

-Ignóralo, yo suelo hacer eso todo el tiempo. Y como puedes ver aún sigue aquí-lo miró con cara de pocos amigos. Será mejor que mantenga la boca cerrada por un buen tiempo.

-¿Debería sentirme mejor?- pregunté aún concentrada en el dolor de mi mejilla.

-En realidad no, pero justo ahora eso no importa ya que no estás en posición de opinar. Tu simplemente estás aquí para recibir órdenes. Y mas te vale obedecer...- sus palabras quedaron colgando en el ambiente.

-¿Eh?-eso no sonó del todo convincente. Pero tenía razón ¿Qué podría hacer yo sola contra todos ellos?

-Siempre quice decir algo así-dijo ilusionada.

-Y después dicen que el inmaduro, el retrasado, el tonto y todo los insultos que se te ocurran, son para mí.

-Calla, Sean.

Un dolor punsante y realmente molesto, me obliga a cerrar los ojos. Esos rostros...

-¿Lena?-la chica que supongo se llama Ela se acerca cariñosamente a mí.

-¿Te encuentras bien?- pregunta Sean.

La preocupación que hay en sus rostros no va de acuerdo a la situación.

A Dangerous LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora