~Marcus~
-¡Maldición!- entré en el despacho y lancé todos los documentos que se encontraban en el escritorio al suelo.
-¿Quieres, por favor, calmarte?-Jeremy me siguió cerrando la puerta suavemente.
-¡No! Esto no está funcionando-pasé mis manos bruscamente por mi cabello.
-Tienes razón, pero no...
-Dos semanas. ¡Dos malditas semanas! Y no hemos conseguido nada aún-estoy comenzando a cabrearme. El maldito idiota que me dio la droga dijo que haría efecto en una semana. Joder, ya ha pasado mucho tiempo y todavía no consigo nada útil.
-¡Bromeas! ¿Acaso no has visto las noticias?-hizo una breve pausa- Tenemos a dos chicas desaparecidas. La policía nos está buscando. Eso es algo de qué preocuparse.
-De cuando acá la policía ha sido un puto problema para nosotros-justo ahora no tengo tiempo para ocuparme de esos jodidos incompetentes.
-Desde que tú mandaste a secuestrar a la hija de Nicholas. ¿Crees que él no la está buscando? ¿Crees que no tiene contactos? Tú mejor que nadie sabes que Nick sigue vivo y obviamente está buscando venganza por lo que...
-Cállate, Jeremy. No estás aquí para cuestionar mis desiciones. Estás aquí para seguir mis órdenes-si no fuera porque sí, ya le hubiese puesto una bala en la cabeza.
-No. Estoy aquí para acerte ver tus errores. Dejaste que el imbécil de Michael hiciera el trabajo sucio y mira como resultaron las cosas. La otra chica no es siquiera cercana a Lena. Además que mierda estás haciendo...
-¿A qué te refieres?-no estoy dispuesto a permitir que un mocoso que no sabe nada sobre la vida me esté sermoneando.
-¿Hablas en serio?-no respondí. No tengo porque hacerlo. No le debo ninguna explicación a nadie- Por Dios. ¡La estás torturando! ¿Qué no te das cuenta que obligarla a recordar lo que pasó te pone en peligro-obviamente- y la lleva al vorde de la locura?
-Ya está loca, así que no entiendo tu preocupación-la verdad es que comprendo por el trauma que tuvo que haber pasado, pero no tengo obsión. Es ella o yo. Y todos sabemos la respuesta.
-Me refiero al tipo de locura en la que ya no hay retorno. No hay vuelta atrás. Por cierto ¿qué demonios le has estado inyectando?-mierda cuantas preguntas. Me siento como en un maldito interrogatorio.
-Manten ocupado a Ashton y alejate de aquí. Lo que pase con Lena ya no es de tu incumbencia.
-Claro...
-Lo digo enserio Jeremy. Se cuanto te gustaba la chica.
-Me sorprende que lo supieras. No es como si le prestaras atención a todos tus empleados.
-Eres mi sobrino...
-Sí. Pero te aseguro que eso no te detendrá de poner una bala en mi frente cuando se te plazca, sin ofender-siempretancalmado, pensé. Muy distinto a el hijo de Ruth. Ruth...
-Me alegra que lo tengas presente.
-Siempre.
Y con eso el chico salió de la habitación dejandome solo con mis pensamientos...
~Lena~
El color, el olor y la sensación se impregnaban en mi piel. Mi estómago se retorcía con cada paso que daba.
-¡Basta! N-no puedo seguir-coloqué una mano sobre mi boca para retener cualquier cosa que quisiera salir a estas alturas.
-Lena, mírame. Solo mírame a mí-Ashton tomó mi rostro entre sus manos y me obligó a verlo fijamente.
-Tenemos que ayudarles. Tenemos que...
-Estan muertos, no hay mucho que podamos hacer por ellos ahora.
Todos. Todos lo encargados de la limpieza, la comida, la decoración... todos ellos estaban muertos. La sangre corría como un mar rojo bajo mis pies-ahora descalzos.
-Pero...-no me había percatado de que estaba llorando, hasta que los dedos de Ashton limpiaron el rastro que habían dejado mis lágrimas.
Llevábamos alrededor de treinta minutos dentro de la mansión. Desde que aquellas personas llegaron y comenzaron a disperar a cualquier cosa en movimiento no he dejado de correr, gritar y llorar.
He visto a gente muerta antes... Pero nada se compara a la cantidad de sangre que corre por los pasillos. Es simplemente asqueroso, es... no sé como asimilar todo esto de un solo golpe. Yo, yo solo no sé que pensar.
-Escuchame, vas a salir de aquí. Vas a caminar como si nada de esto hubiera pasado y vas a tomar un taxi. Le pediras que te lleve a casa. Te bañaras, te cambiaras de ropa y esperaras a que tu madre y tu hermano estén allí, contigo. Hablarás con ellos de cualquier tontería y evitarás el tema ¿De acuerdo?-su determinación no era para nada contagiosa.
-¿C-cómo... cómo pretendes que me olvide de todo esto? ¿No es tan fácil, sabes...? Además, que hay de tí- me tomó por los hombros, y sentí su calidez, su ternura. Lo sentí tanto que pensé que se estaba despidiendo. Cuando posó sus ojos sobre los míos deseché cualquier inquietud que acababa de tener.
-No, no lo es. En lo absoluto, pero tienes que ser fuerte- lo abrasé como si mi vida dependiera de eso.
-Toma-algo se enterró en la palma de mi mano. Unas llaves. Las llaves de su auto.
-¿Qué...? ¿Por qué me das esto?- él lo iba a necesitar para salir de aquí.
-Llevatelo. Pienso que quizás es mas seguro. Y se lo que piensas, pero ese no es el único auto que hay por aquí. Ademas tengo la forma de conseguir algún otro si lo que tengo en mente no funciona...
-No, pero...
-Tengo que encontrar a Sky. Estoy seguro que tu eres capaz de defenderte, pero ella. Bueno, no lo sé.
-Ash...- pero con un breve beso me dejó allí. En un monojo de nervios que no podía controlar.
Después de estar parada como una estúpida -solo Dios sabe por cuanto tiempo- me dirigí a la parte tracera donde sabía que el auto de Ton estaría estacionado.
Sin pensarlo dos veces lo encendí y salí del patio trasero pisando el acelerador. Todo fue un borrón incluso cuando estaba en la ducha sacandome aquella sangre de mi piel. Estaba prácticamente en piloto automático. Después de lo que pareció una eternidad, salí y me vestí con lo primero que encontré.
Escuche unos pasos y algunas voces en la habitación de mi madre. Desesperada por algún consuelo fui lo más rápido que pude sin percatarme de la amenaza.
Abrí la puerta.
-Mamá...- la sangre volvió a salpicar mi rostro y un cuerpo el cual conocía a la perfección se estrelló contra el mío...
***
¡NO!
Estaba gritando y... llorando. Unas gentiles manos me sostuvieron.
-Shh, no pasa nada. Solo fue un mal sueño...- estaba meciendome como lo hacía mi padre cuando algo me asustaba, cuando era una niña.
A los pocos sgundos sentí un leve pinchazo en mi cuello y todo volvió a desvanecerse... otra vez.
N/A
Holaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! uffff. La verdad es que lamento mucho no haber escrito nada durante tanto tiempo. Pero tengo que confesar que soy bastante vaga. Se que ha pasado mucho tiempo pero espero que todos hayan tenido un feliz día del amor y la amistad. Tambien quería aprovechar y felicitar a mi amiga DAYA que cumplió ese día. Te quiero muchooooooo y espero que la hayas pasado muy bien......
Con muchoooo, pero muchoooo amor
~Jess