CAPITULO 15

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No me opongo, no abro la boca para intentar detenerlo o siquiera insultarlo. Ya lo entendí, ya se que es lo que quiere y lo que busca y para salir de esta unas cuantas palabras no funcionarán, vaya que no lo harán.

La criatura vuelve a aullar llamando la atención de Joaquín que la mira borrando su sonrisa, como si no uniera logrado su cometido y saca una pistola de su espalda metiéndole cuatro tiros en la cabeza que hacen brincar a mi corazón. Suelto el aire reteñido suavemente por la boca mirando a la cosa caer, antes de ser arrastrada por los gorilas.

Joaquín se vuelve a mi colocándose los guantes azules de látex, perdiendo la sonrisa más no la locura en sus ojos. Su historia es diferente, él no fue obligado a ser el monstruo por su apellido o su familia, él lo decidió por mérito propio y nunca usó su apellido para nada.

El era el monstruo para temer, él decidió su vida, pero lo que se me estaba olvidando es que yo también. Yo decidí mi vida y no es momento para que deje de hacerlo, obviamente no lo es, pero es momento de que sepan con quien se meten.

- ¿Nunca te lo preguntaste?. - inquiero sabiendo que si lo hizo, pero necesitando que me de pie para continuar.

Sonríe atrayendo a sí un carro de metal lleno de herramientas.

- Lo hice. - admite tranquilizándome un poco. - Pero cual fuera la respuesta no cambiaría nada.

Muerdo mi labio para que no tiemble, mirándolo sacar una jeringa gigante.

- Eres inteligente. - admito y una leve sonrisa se me escapa cuando frunce su ceño, escuchando lo que le digo con más atención que la que me quiere dar, por que como siempre hay preguntas que te intrigan aunque no lo suficiente para buscar la respuesta, pero cuando está viene a ti, te atrapa por completo. - Yo también lo soy, demasiado para el hombre que se le dió por criarme.

- No hizo bien su trabajo... - murmura llenando la jeringuilla.

Se me acaba el tiempo, y mi respiración lo sabe poniéndose descontrolada al igual que mi corazón.

- Y tu no estás haciendo bien el tuyo. - se detiene por completo mirando al frente, sus ojos dejando su brillo y su sonrisa esfumándose dejándolo como la persona que conocí. - Dilo, atrévete.

Ignora lo que le digo, cuando en un arrebato se voltea y su gran mano rodea mi brazo haciendo presión. La saliva se me atasca en la garganta cuando las cosas no van saliendo como quiero y la aguja queda contra mi piel.

Lentamente la comienza a atravesar arrebatándome el aliento, ya no lo veo a él, ahora veo mi salida siendo derrumbada por la realidad. Podría responderle y afirmarle sus teorías yo, así como pedirlas a alguien más podría hacer esop or su poder, pero algo en mi me decía que aprovecharía.

Mis ojos comienzan a picar cuando la aguja queda completamente adentro de mi cuerpo, dándome ardor y dolor en la zona pero no tanto como el que me da el corazón que late desbocado. Subo mi mirada a sus ojos al ver ese brillo salir, está desquiciado y de los tres herederos, él tiene los problemas mentales más hablados, pero sigue siendo un humano, la curiosidad lo debe llamar.

Pero no lo hace, su dedo se desplaza a la cola de la aguja, listo para empujar.

Valió todo, la esperanza se escapa con las lágrimas que caen por mis mejillas, el temor aparece como lo hizo esa criatura por el pasillo y el arrepentimiento lastima mi cerebro. De todas las cosas que esperé, ninguna fue esta.

Y ya no estoy hablando de Joaquín, sus creaciones y lo que me deparaba para el futuro, no.

- Détente. - le ordena desde la puerta, agitado y todavía mojado con la cara morada.

Zerstörung #2 COMPLETO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora