CAPITULO 34

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~Lucille~

Me paso el dorso de mis manos por la frente, haciendo a un lado mi cabello y evitando mancharme más de sangre. Una capa de sudor cubre mi piel por todo el estrés de que la pantera de mi hermana, cuya existencia era desconocida para mi, sobreviviera.

La bala casi la mata, y el dolor la volvió agresiva y se tragó al primer veterinario que le traje para curarla, por lo que tuve que buscar a 10 más y subir el presupuesto de lo que pagaré a quien la salvara. Fue una mujer valiente quien lo logró, a la que veo marcharse en un auto negro con un portafolio con más dinero del que vi junto en toda mi vida y que ahora me puedo gastar por un animal.

Vaya vueltas que da la vida.

La noche ya está cayendo, el viento es un gran contraste contra mi calor corporal de haber estado encerrada en una pequeña habitación unas buenas cuatro o cinco horas. Al menos se que Beltza se va a salvar, por ende yo también.

Vuelvo a entrar a la casa que mi hermana compró en el país, a las afueras de una ciudad en un campo rodeado por bosque. La casa es grande aunque no tanto comparada con el palacio que tenemos en Enevyl. Conociendo a mi hermana, solo se abstuvo un poco por seguridad, ella habría corrido a la Reina Isabel de su propio palacio.

Hablando de problemas, estoy severamente preocupada con el rumbo que está tomando mi hermana en contraataque. No que sea una mala idea, de hecho se me hace limpia la manera en la que ataca porque a diferencia de lo que se del gobierno, ellos no asustan, matan directamente y no tienen la paciencia de mi hermana.

Los va a acabar de la forma más limpia, sacando la verdad.

Y ese es mi problema, que bien la guerra de mi hermana acabaría porque el gobierno tendría que lidiar con el resto de la humanidad. Cosa que se podría poner como una guerra y ahora si, todos los que mi hermana salvó evitando conflictos físicos morirán por sus corruptos políticos.

No sé qué sería peor, solo se que en ambas se va a sufrir.

Subo las escaleras hasta el tercer piso donde me adueñé una habitación necesitando un respiro de la gente. Mi batería social se acaba muy rápido y suelo ponerme de mal humor si convivo con alguien más que yo misma por más de diez horas, como el día de hoy.

El piso está vacío a excepción de mi habitación que podría ser grande de no ser porque la cama en el centro lo sea más. Avanzó por el piso de madera hacia el baño con un gran espejo dorado, en el que me observo mientras enjuago la sangre de mis manos y aprovecho para darme un masaje en los brazos.

Si mi hermana me hubiera avisado que íbamos a ir atacar, me hubiera preparado y el golpe que algún fulano me metió no se habría dado. Pero no, siempre con secretos. Me estoy hartando.

Seco mis manos con la toalla y regreso a la habitación, despojándome del saco arrugado y los tirantes en mis hombros. Me bajo de mis botas toscas y me deshago de la coleta en mi cabello. Me trueno el cuello y avanzó a la cama.

Espera...

Aguanto la respiración y miro a un punto muerto, disminuyendo mi paso. Mi corazón comienza a acelerarse y la tensión regresa a mi cuerpo lastimando mi cuello. Pero nada de esto es en vano, porque realmente hay alguien escondido en mi habitación.

Y ese alguien ya se enteró que sentí su presencia, lo que me obliga a actuar.

Dirijo mi mirada a donde se que aventé la pistola y hago el mismo camino, saltando arriba de la cama para intentar alcanzarla en la mesita de noche. La persona se da cuenta de mis intenciones y se avienta detrás de mi, aferrándose a mi tobillo. Caigo abruptamente contra la cama y hago lo posible por estirarme y alcanzar mi pistola, pero la suerte no está de mi lado cuando la mano tira de mi de regreso por donde venía.

Zerstörung #2 COMPLETO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora