CAPITULO 28

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~Lucille~

Enredo su cabello entre mis dedos y la jalo lejos de la baranda para que no logre aventarse del techo. La arrojó al suelo y me le voy encima para poner mi bota en su pecho y me acerco para hablarle en voz baja, pero ni eso me deja hacer cuando me voltea el rostro en una cachetada ardiente que me deja la mejilla picando.

Regreso mi mirada a ella furiosa, cierro mis manos en puño y presionó con más fuerza mi bota en su pecho.

- ¿Qué mierda fue eso? - de tantas cosas que pudo hacer me viene a cachetear.

Y luego recuerdo que no me va dar respuesta, Simba se encargó de cortarle la lengua, por lo que ruedo los ojos.

Después de que se apareciera en la oficina de Alexander y que intentara escapar, la perseguí por todo el local hasta que lo rodeó por fuera y subió unas escaleras de bombero hacia el techo para aventarse y matarse, y así no sufrir lo que sea que mi hermana le quiera hacer a Ángel.

Abre la boca, olvidándose también que no puede hablar por lo que la vuelve a cerrar después de unos segundos, tirándome dagas por los ojos.

Joder esto está mal, pero en verdad necesito acabar con el tema de Ángel y demostrarle a Camille como solo quiero sacarla de toda la mierda que la rodea.

Quito mi bota y extiendo mi mano para que se ponga de pie, pero en vez de eso es tarde cuando me entero que me robó mi navaja escondida en mi bota. Suelto un gruñido cuando con esta me abre la palma de la mano y de un brinco se me viene encima para matarme.

Ignorando el ardor en mi mano, brinco hacia atrás cuando la navaja me roza el estómago y me agacho antes de que me la entierre en el ojo, pasando debajo de su brazo para quedar en sus espaldas y patear está hasta que cae. Pero se rueda en el suelo y vuelve a correr hacia el barandal, decidida a antes matarse que quedar frente a mi hermana.

Simba dijo que no le temía, ya vi que es toda una mentira.

Corro detrás de ella y la veo impulsarse de la barda para arrojarse, así que hago lo mismo y me tiro a sus pies, aferrándome a su pierna mientras que su cuerpo cae al vacío. Su impulso me manda contra el barandal que tiembla pero por ninguna razón le suelto la pierna de la cual cuelga.

Puedo sentir mis rodillas y codos raspados, pero eso no importa cuando lo que Camille haría si se pierde Ángel viene a mi cabeza. Como puedo, suelto un gruñido jalando de ella de regreso al techo, se sacude como pez debajo del agua pero es tarde cuando ya la arrojé de nuevo en el techo.

Me tomo el pecho respirando agitadamente y sin quitarle los ojos de encima, para que no se atreva a irse, pero en cambio escucho como solloza y el corazón se me encoge.

Traficaba los niños de la isla y luego desaparecía los cuerpos de las madres asesinadas. Recuerdo las palabras de Simba, las dijo cuando la rata se puso a suplicar y yo me atreví a dar un paso al frente, a punto de detenerla de cortarle la lengua. Se burlaba de los traumas de los niños y era parte de los traumas que les causaban. En ese momento y con el sabor agrio de mi pasado, dejó de importarme todo lo que le sucediera.

Inclusive quería lastimarla más, para que sufriera por cada niño arrebatado.

Me le acerco hasta quedar frente a ella y agacharme a su nivel, derrepente tengo demasiada rabia por dentro que la idea de dañarla yo antes de que Camille lo haga se vuelve extremadamente tentadora, y esa ansia de que llore más fuerte me hace tomarle del pelo y alzarle la cara para que me mire fijamente y así saborear el dolor que le arruga el rostro y el temor que la hace llorar.

Y le suelto el primer puñetazo directamente al ojo, sin soltarla del cabello aunque gire el rostro. Regreso su mirada a la mía y lo vuelvo a hacer, ahora contra su nariz y cada impacto en mis nudillos hace nadar la adrenalina en mis venas.

Zerstörung #2 COMPLETO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora