Zerstörung #2 COMPLETO.

CAPITULO 37

~Camille~

Me pongo de pie y camino al final del callejón pegada a la pared mientras miro hacia afuera. Los helicópteros sobrevolando nos siguen aquí, esperando a que salgamos de este callejón con techo. El resto de su ataque debe de venir en camino, no es de ellos creer sólo en dos helicópteros cuando nos tienen acorralados.

Mi corazón sigue lastimando mi pecho y mi garganta está seca, pero evito enfocarme en esto para no perderme. Ahora lo que necesito es un buen plan para salir de aquí.

Escaneando el lugar con la mirada, encuentro un reloj en la cima de un edificio. Falta una hora para amanecer.

En el amanecer Adler ya estará muerto.

Muerdo mi labio inferior, sintiendo Tobías colocarse a mi lado para hacer lo mismo que yo hago. Sus dedos buscando mi mano en un gesto de apoyo me ayuda a tranquilizarme. Veo pasar un helicóptero por un lado y el otro del otro, como dos tiburones rodeando a su presa.

- Necesito llegar al auto.

Tobías voltea a mirarme pero yo no hago lo mismo, mi atención fue atrapada por la calle angosta que está paralela al lugar donde dejé el auto. Por haber estudiado las calles, se qué hay una manera de ir a la otra justo donde dos edificios se separan lo suficiente para que los basureros quepan.

- No irás sola. - me extiende una ametralladora mientras el recarga su francotirador.

Giro mi rostro dándole una rápida mirada a Adler que nos mira fijamente y me asiente con la cabeza, indicándome que vaya. Regreso mi vista al frente, deteniéndome en Tobías que me mira depositando toda su confianza sobre mi.

Nos voy a sacar de aquí.

Tomo una respiración profunda y cierro los ojos, enfocándome en lo que escucho. Los helicópteros se van acercando a mi hasta que nos sobrevuelan y yo abro los ojos, asintiéndole a Tobías antes de salir corriendo.

Sin disparar, corro a toda velocidad por toda la calle intentando mantenerme debajo del helicóptero para que me vea el menos tiempo posible. Tobías parece entender mi plan mientras me sigue hasta que me detengo junto a una maceta gigante fuera de un edificio, ocultándome en esta cuando el otro helicóptero viene en nuestra dirección.

- Diferentes lados y nunca en línea recta. - ordeno volviéndome hacia la calle a donde vamos a ir.

Una vez en la calle angosta se va a hacer más fácil. Solo debemos llegar ahí.

El helicóptero nos pasa por encima y me vuelvo a levantar junto a Tobías, saliendo corriendo hacia el otro lado al que el helicóptero se dirige. Mis pisadas hacen eco cuando piso un charco, pero no es lo culpable de que los helicópteros finalmente nos vean.

Ambos comienzan a disparar hacia abajo, tomando rumbo hacia donde corremos. Haciendo mi mayor esfuerzo para correr sin zapatos, me muevo de un lado al otro escuchando el impacto de las balas detrás de mi. Nos queda media cuadra para llegar al callejón.

Venga, un poco más.

Las balas comienzan a aterrizar a mi lado y es mi momento para ocultarme. Corro hacia el edificio junto a mi y me pego a las paredes aprovechando el techo en la entrada para cubrirme. Recargo la metralleta y me asomo a dispararle al helicóptero cuando se enfocan en Tobías que hace lo mismo que yo con otro edificio más adelante.

La persona que disparaba, cae del helicóptero cuando una de mis balas le perfora el cuello. Tobías me mira a la lejanía y me sonríe en agradecimiento, pero el momento pierde su poca felicidad cuando un zumbido llega a mis oídos y veo los ventanales en el edificio de Tobías temblar.