Rompe mis cadenas - OhmFluke

Capítulo 5

OHM

Dejo a Fluke en su apartamento después de haberlo besado, sé que estamos en un punto de nuestras vidas en que hay demasiados cambios sucediendo a la vez. Él no está en posición de ofrecerme nada y yo definitivamente no lo voy a presionar.

Pero hay algo que late en mí por Fluke y lo primero que voy a hacer es ponerme en posición de poder ofrecerle mi amor, y eso empieza con sacar a Sam de mi vida de una vez.

Después intentaré conquistarlo, sé que tiene una relación pero también sé que no es feliz, ese tipo es tan egoísta, aunque no lo conozco ha hecho que Fluke deje todo lo que ama para estar a su entera disposición. Eso no es amor, es solo posesión y tengo claro que Fluke se merece mucho más que eso. Ahora solo queda que mi vecino quiera verlo.

Cuando entro en mi apartamento vuelvo a sentir el frío y la soledad que emana de él. Ignoro este sentimiento y me entretengo preparando algo del papeleo que mañana Gun me ayudará a tramitar.

Son las dos de la mañana cuando me rindo, me meto en mi solitaria cama blanca y me dejo arrastrar al mundo de los sueños.

"Por favor no pares, ámame, hazlo ya. Ohm te amo para siempre. Su cuerpo sudoroso resbala sobre el mío mientras sus labios no se separan de mi boca. Cabalga sobre mí sin parar con su cabeza hacia atrás y sus piernas fuertemente enroscadas a mis costados. Llegamos a un punto sin retorno y él se corre sobre mí gritando mi nombre y yo exploto dentro de él sin remedio."

-¡Dios!- me despierto entre jadeos con mi cuerpo lleno de sudor y joder con mis pantalones de pijama totalmente empapados. Parezco un adolescente que se corre con sus sueños húmedos. Es patético pero es mi primer orgasmo desde hace tres meses y ha sido sin que nadie me toque. No sé si reír o llorar.

Miro el reloj de la mesita de noche y marca las seis de la mañana. Me resigno a empezar el día y me meto en la ducha a quitarme la evidencia de mi sueño erótico con mi vecino de abajo.

Una vez vestido busco algo para desayunar en mi cocina, estoy tentando de pasar de comer cuando suena el timbre de la puerta, abro y ahí está el hombre que protagoniza mis sueños con dos cafés y unos sándwiches.

-Buenos días jefe, ¿un café?- me pregunta con esa preciosa sonrisa suya.

-Parece que me lees el pensamiento- le digo dejándolo entrar.

Desayunamos tranquilamente en la cocina y le cuento como vamos a trabajar esta semana. En principio trabajaremos en mi despacho de la universidad y por la tarde podremos hacerlo en mi casa. Esta semana no hay clases lectivas, estamos en el descanso de otoño y la universidad está bastante tranquila.

A Fluke le gusta la idea de ir a la universidad y ver cómo funcionan mis clases, realmente está pensando en matricularse el semestre que viene en literatura.

-Ayer comencé el libro que me prestaste, es adictivo, acabé durmiéndome a las dos de la mañana- me cuenta.

-Me alegra que te guste, cuando lo termines lo comentaremos, realmente quiero saber tu opinión sobre él.

-Eso será pronto porque casi lo terminé anoche, no podía dejarlo- se ríe de sí mismo.

-Vamos si queremos aprovechar el día tenemos que salir ya.

-Muy bien jefe, usted manda- me dice haciendo el saludo militar mientras se dirige a la puerta. En ese momento solo puedo ver su precioso trasero embutido en sus vaqueros estrechos y el sueño de anoche me arrolla como un huracán. Tengo que hacer un esfuerzo mayúsculo para concentrarme en otra cosa y rezo para que no note la erección que amenaza con explotar la cremallera de mis pantalones.