Capítulo 12

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OHM

La luz del sol entra a raudales por la ventana, abro los ojos perezosamente e intento enfocar a Fluke. Cuando me acostumbro a la luz veo a mi pequeño leyendo el libro que le compré ayer.

-Bueno ladronzuelo de libros, eso era mío hasta que estuviera consciente para regalártelo- le digo.

-Es que has dormido mucho y tenía curiosidad- me responde con su carita de ángel, y yo ya estoy babeando por él, hace conmigo lo que quiere.

-¿Y bien?- le pregunto.

-¿Y bien qué?

-Ya que me has quitado tu regalo antes de tiempo, me gustaría saber tu opinión sobre él.

-Es un libro impactante, me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas, pero eso tú ya lo sabías, a veces pienso que me conoces mejor que yo mismo, y eso me asusta sinceramente- me dice.

-Cuando tenía doce años mis padres murieron en un accidente de coche, todo mi mundo se fue al garete en un abrir y cerrar de ojos. Todo lo que había soñado para mi futuro de repente no importaba, nada lo hacía. Me fui a vivir con mi tío Robert y mi tía Beth a EEUU, mi tío era profesor de literatura y me introdujo en el maravilloso mundo de la lectura. Me abrió un universo infinito de posibilidades, cada historia era como una aventura y así me enamoré de la lectura. Ese libro fue el primero que él me regaló y me ayudó muchísimo, y no es que lea tu mente pero esperaba de todo corazón que te sirviera a ti también- no sé cómo acabo contándole la historia de mi vida.

-No lo sabía, lo siento mucho.

-Yo no, eso es lo que quiero que entiendas, que cuando algo se acaba, algo nuevo empieza. Mi tío siempre decía, en la biblioteca dejo volar mi mente y encuentro mi alma, y eso es lo que siento yo cada vez que me sumerjo en un buen libro. Perdí a mis padres, pero encontré lo que realmente amaba, a veces la vida es así de dura.

-Ohm.

-¿Sí?

-He pensado en tu proposición.

El corazón me late a mil por hora, ni siquiera quiero respirar, no esperaba una respuesta tan rápida, tengo tres libros más pensados para minar su resistencia a aceptar mi ayuda. Todavía puede decirme que no, los mantendré en mente por si acaso.

-¿Dejarás que te ayude?

-Mi recuperación será lenta, necesitaré usar la silla de ruedas un tiempo indefinido. También necesitaré ayuda para bañarme y otras cosas básicas. Cuando me frustro me pongo muy borde y seguramente mal hablado.

-Lo sé, lo sé y lo sé, ¿algo más?

-Solo quiero que tengas la información completa, para que sepas a qué atenerte, ¿sigue en pie tu propuesta?

-Siempre, ya te lo dije.

-Entonces vamos a intentarlo, sin presiones veremos cómo nos va, ¿vale?

-Vale, por ahora.

-Ohm.

-Ummm.

-Nunca dejé de pensar en ti, por favor perdóname por haberte alejado de mi vida.

-No tengo nada que perdonarte, lo hiciste por mí, por mi seguridad y eso me mata por dentro. Fluke quiero que quede claro algo, no espero que dejes de hacer nada por mí. Me gustaría que pensaras lo que realmente quieres hacer en tu vida y yo te apoyaré, seré tu compañero, no tu dueño, no tu carga, ¿entiendes eso?

-Ahora lo entiendo y también entiendo esto- me dice y acto seguido sus labios están encima de los míos, joder tan deliciosamente suaves y llenos como los recordaba. Mi mano vuela hacia su pelo y un gemido se escapa de mi garganta.

Rompe mis cadenas - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora