Capítulo 6

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OHM

Fluke me ha pedido que me vaya, eso me lo esperaba le prometí que no iba a besarlo más y no lo he cumplido. Me maldigo mil veces por estropear nuestra relación, pero no he podido evitarlo. No podía dejar de mirar sus preciosos labios mientras me contaba su parecer sobre Cumbres Borrascosas, su análisis ha sido tan perfecto, él es tan perfecto que no creo que haya ser viviente que no pueda verlo.

Ahora estoy en mi apartamento solo, caminando de un lado a otro buscando la manera de disculparme y que Fluke no salga de mi vida, cuando alguien llama nerviosamente a la puerta. Dios, espero que no sea Sam porque ahora no tengo cuerpo para aguantarlo.

En cuanto abro la puerta Fluke se tira a mis brazos y me besa salvajemente, con una necesidad brutal. ¿Estoy en un sueño?, me he desmayado y vuelvo a tener un sueño húmedo con mi precioso vecino de abajo.

Pero el mordisco que Fluke deja en mi labio inferior me deja claro que estoy despierto y que esto es real. Ni siquiera me planteo que es lo que ha pasado para que Fluke esté aquí conmigo, él está aquí y eso es lo único que me importa.

Le devuelvo el beso sin dudarlo, y haciendo acopio del último autocontrol que me queda, le miro a los ojos y le pregunto si está seguro de lo que está haciendo. Es la pregunta más difícil que he hecho jamás, pero él asiente saltando sobre mí y enrollando sus piernas en mi cintura.

-Llévame a la cama, ahora- me exige y mi poca cordura sale por la ventana.

A partir de aquí todo se vuelve caliente e intenso, casi brutal. Yo llevo tres meses sin relaciones sexuales y realmente sin ganas de ellas. Pero ahora mi cuerpo arde y mi polla está tan dura que creo que no podré sobrevivir.

Lo dejo sobre la cama y él se arrodilla en ella. Se quita la camiseta y el pantalón corto que lleva y me deja ver su hermosa piel. Su cuerpo es pequeño y su piel es blanca y suave como la seda. Tiene piernas fuertes y joder un culo para el pecado.

-Te vas a quedar ahí toda la noche embobado o vas a venir aquí conmigo- me suelta el muy descarado.

-Perdona, pero hace mucho tiempo que no hago esto y sinceramente eres tan sexy que me da miedo explotar antes de que la acción realmente empiece- le contesto sinceramente.

-Solo quítate esa ropa y ven aquí, déjate llevar y todo saldrá bien. Yo también hace mucho que no disfruto de estar con alguien que me encienda como tú, solo dejémonos llevar.

Me quito la ropa que llevo y lo acompaño en la cama. Me sitúo encima de él y acerco mi boca a la suya en un beso suave. Él se entrega sin temor y restriega su cuerpo contra el mío. Pasa sus manos por mi espalda y un escalofrío me recorre la espina dorsal.

Sigo mis instintos y dejo de pensar por un instante y disfruto del momento. Beso su cuello, bajo por su pecho y me entretengo mordiendo y chupando sus pezones. Este hombre es exquisito y ni siquiera lo sabe. Parece que le gusta, así que sigo bajado por su cuerpo adorando cada parte de él. Cuando llego su entrepierna cojo su erección y me la meto en la boca. El gemido que sale de su boca es tan primitivo que casi hace que me corra.

Intento calmarme y respirar, pero es casi imposible, esto es maravilloso. Cuando su mano agarra mi pelo y tira con fuerza de él, es mi turno de gemir como un loco. Sé lo que quiere y vaya si se lo voy a dar. Él planta un pie sobre la cama para afianzarse, y después mueve sus caderas hacia delante y hacia atrás follando mi boca sin parar. Sus fuertes gemidos inundan la habitación y yo me siento en el séptimo cielo.

-¡Dios!, ya no me acordaba que se sentía, eres genial- me dice parando sus movimientos.

-Necesitamos lubricante y un condón, ahora Ohm- me pide.

Rompe mis cadenas - OhmFlukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora