Rompe mis cadenas - OhmFluke

Capítulo 14

OHM

Después de que Fluke me contara de viva voz todo lo que había sufrido después de mi partida, he dejado de respirar por un momento. Yo en mi tranquilo mundo en Londres y él en el infierno en esta ciudad, en el piso justo debajo de donde vivimos ahora mismo.

Quiero coger a ese cabrón y sacarle el corazón del pecho, pero dudo que tenga uno. ¿Cómo pudo hacerle daño a este precioso ser que dice que amó alguna vez? Quiero llorar, maldecir y golpear algo, todo a la vez. Me siento tan inútil, todo por mi culpa, por atreverme a entrar en su vida y por no ser lo suficientemente valiente para luchar por él. Lo abandoné, simplemente me rendí y él lo pagó muy caro.

-Lo siento mucho Fluke, no sé cómo pedirte perdón por todo, es mi culpa, no supe ver más allá y tú pagaste las consecuencias- le digo sin dejar de mirar sus ojos llorosos.

-No es culpa tuya, no es culpa mía, solo es culpa de Kaownah, él me hizo daño y pronto pagará por ello. Ahora cumple tu promesa y trátame como lo hacías antes, no pienso hablar de esto nunca más solo quiero olvidarlo- me dice.

-Está bien, cumpliré mi promesa si tú me prometes algo también- le pido.

-Ese no era el trato, pero dime que quieres- me respondo.

-Si alguna vez sientes que algo no te hace sentir bien, si tienes pesadillas, si necesitas gritar o llorar o reír, lo que sea, me lo dirás- le imploro.

-Lo prometo, ya te dije que confío plenamente en ti, solo tu presencia calma mi ansiedad, te contaré todo y tú harás lo mismo, siempre sinceros- me contesta.

-Siempre sinceros- le prometo.

-Bien, entonces bájame de aquí y cenemos que tengo mucha hambre- me pide.

-Por supuesto, yo también quiero probar tu comida, la echaba de menos, en Londres no saben comer bien- le comento.

-¿Cómo ha ido tu día en la universidad?- me pregunta sirviendo el pollo con arroz que ha preparado.

-Productivo, he cogido una excedencia de seis meses- le cuento.

-¿Qué? ¿Por qué?, no lo hagas por mí, no te darán esa plaza si abandonas ahora- me dice muy preocupado.

-Fluke, en estos últimos meses me he dado cuenta de una cosa, me encanta enseñar, me encanta la cara de mis alumnos cuando una lectura les apasiona. Me encantaba cuando asistías a mis clases con mil preguntas, con tu mente abierta a todo lo que yo tenía que contarte. Eso es lo que quiero hacer. Esa plaza es un seguro, pero sería más trabajo administrativo que educativo y realmente eso no es lo que busco para mi vida.

-¿Estás seguro? Tengo algunos ahorros y mientras trabajé en el restaurante de Sammy me pagó un sueldo. Pero tendremos que sobrevivir con tu sueldo hasta que pueda volver a trabajar- me cuenta su preocupación.

-No te preocupes por eso, no tendremos ningún problema con el dinero. Este piso es de mi propiedad, además mis tíos no tenían hijos y cuando murieron me dejaron una buena herencia y su casa de Baltimore en EEUU. Si hiciese falta podemos venderla, pero no creo que sea necesario- le explico.

-De todas formas no será por mucho tiempo, en cuanto me recupere volveré a trabajar con Sammy, me ha dicho que lo clientes preguntan por mis postres- me dice muy orgulloso.

-¿Es eso lo que quieres hacer?, ¿qué me dices del baile?- le pregunto.

-He pensado mucho en ello, el baile me apasiona, pero ya ha pasado mucho tiempo y mis piernas aunque se recuperen no podré bailar profesionalmente nunca más. Por otro lado he encontrado en la cocina un amor y una tranquilidad infinitos. Mi tarta de chocolate es mítica para que lo sepas y además he creado algunos platos para el menú del restaurante que fueron un éxito.