10 (PARTE 2)

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Grito hasta quedarme sin voz, y lloro hasta quedarme sin lágrimas, casi cayendo sin poder ver más que oscuridad, las risas no han dejado de sonar, y tambores que en un principio sonaban en la lejanía, ahora se unen a la horrorosa armonía, y alboroto formado por aquellos demonios que habitan mi mente, alimentándose de lo bueno y malo.

Les he dado poder de dañarme y no sé cómo hacer para que me dejen en paz, no siento ninguna otra emoción más que tristeza y miedo.

No sé qué paso con la Tania consumida por la ira y que arrasaba con todo a su paso sin importar que sea. Me encuentro con miedo, tristeza y sufrimiento abrazando mi interior.

Los minutos pasan, cuando mi ropa es rasgada por unas fuertes y filosas garras que no logro ver, En el proceso no solo rompe mi ropa sino también en algunos momentos mi piel que todavía siente como quema mi interior.

Los minutos son eternos donde caigo sin llegar a un fondo, mi cuerpo tiembla por la poca falta de ropa, y un líquido caliente baja por mi cuerpo.

Sabes tu nos das fuerzas y nos alimentas, pero no eres capaz de destruirnos, porque somos parte de ti, esa que se alimenta día tras día de tus emociones, viviremos contigo hasta el final de tu vida y disfrutamos torturarte, existimos dentro de cada uno, pero eso depende de cada uno si nos quieren dejar dominar o solo ser un espectador sin poder hablar o tomar el control de la mente. — los demonios hablan al compa de las campanas que suena alrededor de ese gran pozo sin fondo.

Estos demonios se han alimentado de mis pesadillas a lo largo de mi vida, les he dado poder sin darme cuenta, fui utilizada sin pensarlo, seguí su juego sin lograr superarlos, pero debo hacer lo posible para que se sumerjan en este pozo por el cual caigo sin piedad, que sean ellos los que sufran y desaparezcan de mi mente para darme un poco de paz.

Se que para eso debo saber la verdad de lo que pasa en este psiquiátrico, debo recuperar mi recuerdo y enfrentar los mil demonios los cuales habitan en mí. 

Ahora tengo más que claro que debo luchar y no rendirme, pueden que mi mente este invadida, pero dígame quien no tiene sus demonios, solo que algunos les damos más poder que otros. 

deja que hagamos todo el trabajo por ti, tu solo observa como nosotros lo hicimos durante mucho tiempo, es hora que una nueva Tania renazca del dolor, y sufrimiento, que cada lagrima derramada se convierta en sangre manchando un camino hacia la gloria.

— no dejare que tome el control, ¡¡LUCHARE Y SERE YO QUIEN LOS LOGRE DOMINAR, HARE CON USTEDES LO QUE YO QUIERA!! — grito con todas mis fuerzas, callando las voces molestas.

Logro ver algo al final la oscuridad que me sumerge. Una luz muy tenue alumbra, haciendo que el chillido de los demonios en las tinieblas haga un coro no tan lindo para mis oídos, pero si para calmar un poco mi corazón que palpita desenfrenadamente, creo que ese puede ser la salida de las tinieblas. 

Pensé que sería la salida, pero me equivoque, resulto ser las enormes fauces de un demonio, su enorme boca me atrapo haciendo que la saliva de este ser demoniaco, quemara como un ácido.

Caigo en su estómago donde se encuentra un agujero negro, que me absorbe sin piedad, el frio de esta cala por cada uno de mis huesos.

En un principio me deje dominar por el miedo y la angustia, pero ahora con las pocas fuerzas que me quedan intento despertar y quedar en pie, no quiero ver en la oscuridad mientras que se apoderan de mi cuerpo.

Solo yo me puedo ayudar a mí misma, debo encontrar una luz en esta oscuridad de mi vida, sin tormentas, ni pozos sin fondos, solo delicadeza, amor y tranquilidad.

Al caer por este agujero, me encuentro en un suelo muy suave y blando, la presión de mi pecho desapareció al igual que mi dolor.

No sé en donde me encuentro, solo dejo mis ojos cerrados disfrutando de lo que me brinda el ambiente, se que este no puede ser el cielo porque estoy condenada a navegar en el infierno, soy una persona que ha acabado con vidas y gozado de los miles de pecados.

No tengo limites, y las reglas las rompo como si de una barita de palo se tratara, pero es hora de cambiar eso, creare mis propias reglas dependiendo de la situación.

Dejo de pensar y me concentro en la tranquilidad que me trasmite este lugar, mi mente esta en blanco y mis extremidades se encuentran más livianas.

Me permito respirar profundamente disfrutando el aquí y ahora sin miedos ni inseguridades que gobiernen mi vida, poder sentir como mi cuerpo comienza a flotar como si se tratara de una superficie de algodón de azúcar, no se escucha ningún sonido.

Después de un tiempo decido abrir los ojos y observar el panorama en el que me encuentro, todo resplandece a mi alrededor, no tengo palabras para describir lo que mis ojos observan.

Estoy cautivada por su simpleza y belleza a la vez, todo resplandece. Al alzar la vista me doy cuenta que en la parte superior izquierda se encuentra el lugar por donde caí, las tinieblas no entran en el santuario de brillo y felicidad y eso me alivia, pues no quiero revivir lo de hace unos segundos, el miedo carcomía mis entrañas al igual que el dolor tanto físico como mental que surcaba cada poro de mi ser. 

Despego la vista de este lugar cuando empiezo a sentir un calor incesante, pero nada que mi cuerpo no pueda controlar, mi vista baja y veo que en el fondo hay un liquido rojo espeso que mancha parte del brillante lugar, de este salen pequeñas burbujas que explotan dejando n pequeño gas rojizo en el aire. 

Pierdo el equilibrio de aquella hermosa y suave nube de algodón y sin esperar nada, caigo en el horrible liquido dejando que este llegue hasta mi cuello, empiezo a asfixiarme por lo espeso y oloroso que se vuelve, cuando intento caminar siento como algo jala mis pies hacia el fondo de del horripilante líquido, me suelto innumerables de veces pero parece como si estos tentáculos se multiplicaran impidiendo que siga avanzando y caiga de rodillas bañando hasta mi cabeza de rojo, no puedo respirar muy bien, el liquido entra por los orificios de mi nariz ahogándome, el pánico surca mi cuerpo intentando salir, pero cada vez me jalan mas fuerte agarrando ahora mis piernas y brazos impidiendo mi movilidad.

Me canso y decido dejar de luchar, cada vez me jala más a las profundidades, no se como puede ser tan profundo si hace apenas segundos llegaba hasta mi cuello, parece un sinfín de kilómetros que no acaban.

Me ahogo con el líquido, el sabor pasa por mi garganta, pero no es molesto al contrario tiene un toque dulzón y acido que la hace sabrosa.

El cansancio me invade y comienzo a despertar de el gran paseo por mi mente un poco psicótica.

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Espero que les guste.

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