- Damnatio memoriae.
- Anónimo
...
Hace 9 años.
¿Qué escucho? ¿Eso es el sonido de un monitor? ¿Quién me interno en un estúpido hospital? ¿Por qué mierda estoy aquí? ¿Qué sucedió? ¿Por qué no veo nada? ¿Qué es esto? ¿Por qué me duele el cuerpo? ¿Por qué siento que mi cabeza se partido por la mitad, de nuevo? Joder, tantas preguntas y nadie las contesta.
- Me han informado que en la mayoría de los casos una persona en coma puede escuchar todo lo que sucede a su alrededor –una respiración sobre mi rostro provoca una molesta comezón–, me pregunto si ... ¿Tú puedes hacerlo?
Ni que estuviera sorda, imbécil.
¡Joder! ¿Quién mierdas eres? Y ¿por qué me jodes mientras duermo?
- Si no logras escuchar esto sería muy decepcionante, querida Raven –suena una risa siniestra amortiguada por sus labios ya que no suena tanto escándalo –. Ya muérete –oscuridad, solo oscuridad–, tarde o temprano morirás. No es posible que logres recuperarte de esto.
¿Quién eres? ¿Por qué lo dices? ¿Qué te hice? Quiero preguntar, ninguna de mis preguntas va más allá de mis pensamientos, deseo poder abrir mis parpados para ver a esta persona, pero no hay nada; pura oscuridad, mi vieja amiga. Una parte de mí; oscuridad.
- Solo los haces gastar dinero, MI futuro dinero –brama esa voz ¿Dinero, todo es por dinero? Que estupidez. JODER, ¿POR QUÉ ESTÁ TODO OSCURO? ¿POR QUÉ MIERDA NO VEO? –. Nadie te necesita, nadie te quiere aquí, solo alargas la vida de la escoria de tu familia.
Un momento.
¿Cómo entro esta persona en mi habitación? Entiendo que estoy en un hospital, el olor, los sonidos de los monitores, ¿Estoy sola con esta persona? ¿Que clase de seguridad tiene este hospital para que esto suceda? ¿Por qué no me mata ahora? Muchas preguntas en mi cabeza y ninguna respuesta. ¡Maldición! ¿Qué mierda espera? Tan fácil que es levantar la puta almohada y asfixiarme.
Ahórrame el tener que escucharte.
- Ya me deshice del incompetente de Aiden –confiesa la voz, ¿Fue quien asesino a mi tío? ¿Por qué? Me jode no poder ver más allá de la oscuridad–. En poco tiempo hare lo mismo con tu madre solo para herirlo; como él me hirió a mí. No sé sí seguirás tu... o uno de tus hermanos –esa voz... ¿Quién es? ¿Por qué matarnos? – Aún mejor, será el anciano quien seguirá.
Con mi madre, no te metas. ¡Con ella no te metas! Pretendo gritar, pero nada sale. Los sonidos del monitor cardiaco aumentan acorde a lo acelerado de mis latidos. Maldición, ya cállate aparato delator.
Se burla igual que hace unos minutos– Ya veo qué si me escuchas. Bien. Desde que te conocí supe que no me decepcionarías como la mayor parte de tu familia –siento como se inclina sobre mi -, escucha atentamente esto, dañada; Tu y toda tu escoria familiar desaparecerán. Pagaran por lo que él me hizo.
Pero que mierda... ¿Estoy soñando?
- Comenzare con el anciano; después iré por ti –siento el calor de su cuerpo más intenso–, cuando mueras, gozare del miedo que sentirán todos tus hermanos bastardos; veré como se destruyen, me daré el gusto de ver quién de los hermanos vivirá a lo último; veré cómo termina la farsa de familia perfecta. Uno a uno los acabaré –sentencia.
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ELIPSISMO
RastgeleYo sufría, ninguno acudió mientras me encontraba en mi sórdida agonía. De alguna forma tenía que silenciarlas...