AMOR EN GUERRA

La noche mas larga

—Vamos oye ¡LUX!— la pelirroja no paraba de gritar su nombre en espera de una respuesta —¡LUX! RESPONDE—

—Ka...ta— pronunció difícilmente.

—¡Lux! oye, Lux, mírame, concéntrate en mi voz—

—Ka...ta...due...le—

—Lo sé, se que duele, pero necesito que te concentres, no puedo tratar tus heridas, necesito que tu misma lo hagas ¿me escuchas?—

La menor con dificultad asintió.

—A..gua—

—¿Agua?—

—Hay...que...lavar— decía entre dientes.

—Bien ¿crees poder caminar?— la menor simplemente negó con la cabeza.

—Entiendo—

Katarina rápidamente cargó a la menor y la acercó al arroyo para poder limpiar su herida, metió su mano en el agua y sacó un poco para verterla en la herida de la rubia, pero su mano la detuvo antes de hacerlo.

—Así no, puedes causarme...una infección...la herida es...profunda— hablaba entre quejidos —moja tu mano y...frótala suavemente—

La pelirroja la obedeció, curar a los demás no era su especialidad, mientras la mayor limpiaba su abdomen, Lux trataba las heridas en su hombro, debía parar el sangrado lo mas pronto posible aunque fuese poco.

—Muy bien Lux, ¿ahora qué?—

—Empezaré a sanarme, trataré primero...las zonas mas dañadas...pero no puedo mover...me mucho o puedo empeorarlo—

La mayor solo podía observar como Lux aún llena de dolor continuaba usando toda su fuerza para sanar, pasaron al redor de diez minutos y Lux continuaba curándose, pero por alguna razón le comenzaba a costar mantenerse enfocada y sentía como su poder disminuía.

—Ka..ta, creo que...esa cosa, tenía algún...tipo de toxina...mi cuerpo se hace mas pesado...me cuesta enfocarme...y me siento mas débil—

Katarina sabía que esos síntomas mas que tratarse de un veneno o toxina, eran síntomas de alguien moribundo.

—No parece que tenga algún tipo de fluido en los colmillos o las garras, puede ser agotamiento, la herida es severa y es normal que te cueste tratarla y mantenerte enfocada— habló tratando que la menor no se rindiera. 

—Bien, entonces terminaré de...tratar lo mas importante... y descansaré un poco ¿puedes...llevarme a la cueva?—

—Claro—

Cuidadosamente Katarina tomó a la rubia y la cargó hasta la cueva que ahora llamaban refugio, la dejó sobre las hojas y pieles que hacían de colchón y se alejó un poco para no distraerla de su labor, al cabo de un rato vio que la palma de Lux ya no brillaba con fuerza y su luz era intermitente.

—¿Terminaste lo mas urgente?—

—Si...apenas, me quedo...sin mana— se le dificultaba hablar.

—Bien, descansa, después tratarás el resto—

—No creo...que haya un después—

La mayor abrió los ojos ante tal comentario.

—Esa cosa...había destrozado algunos de mis órganos...no en puntos vitales pero...tuve una hemorragia internar prolongada...si bien no sabes nada de curar...entiendes a la perfección a lo que voy—

—Espera, creí que...— se le acercó un poco para intentar darle algo de esperanza, aunque fuera vaga.

—Kata— sostuvo su brazo interrumpiéndola —...voy a morir— dijo forzando una sonrisa en su rostro.